El gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez sólo pudo mantener por 50 días el rompimiento con su antecesor el hacendado Mariano González Zarur, pues por lo que se observa el libanes parece que vuelve a retomar el control de la administración estatal que seguirá estando a las órdenes de los marianistas.
Los mensajes emitidos por Marco Antonio Mena Rodríguez en los primeros cincuenta días de su gobierno resultaron una cortina de humo para simular un rompimiento y hasta un pleito con Mariano González Zarur, situación que al parecer no existe porque los hechos refieren que el hacendado sigue mandando en Tlaxcala.
Si existió un pleito o un distanciamiento entre Mena y González éste sólo duró unas semanas, porque algo raro pasó el fin de semana que el nuevo mandatario decidió acatar instrucciones que evidencian que los marianistas seguirán siendo piezas claves en su administración.
El primer caso tiene que ver con el asunto de los notarios, pues está más que comprobado que la administración de Marco Mena simula y miente al juez federal sobre el cumplimiento para devolver las patentes a los fededatarios.
Pese a que el dos de febrero del presente año el gobernador de Tlaxcala informó a un juez federal del procedimiento que llevaría a cabo para reintegrar los sellos, libros y patentes a los fededatarios, hasta el momento las cosas siguen igual y no se ve para cuando se acate esa resolución.
La administración estatal está llena de simuladores que hacen fruade a la ley, ya que las notificaciones que realiza José Lucino Pérez Tlapale son para comunicar a los notarios sobre el acuerdo que hizo Marco Mena en el Periódico Oficial en torno al caso y no para informarles el día y la hora en que recibirán sus patentes.
Una pruba de ese fraude a la ley, es el oficio que giró al juzgado federal el secretario de Gobierno, Florentino Domínguez Ordoñez, quien según él ya dio intrucciones para dar cumplimiento al fallo que ordena reinstalar a los notarios, pero que en los hechos no es así porque simple y sencillamente sigue la instrucción de Mariano González de recurrir a chicanadas para evitar que los fededatarios reciban sus instrumentos legales que les permita volver a trabajar.
Otra prueba es que José Lucino Pérez está notificiando a los fededatarios en los inmuebles donde funcionaron las notarías. Es estupido pensar que ahí estarán localizables esos profesionales del derecho cuando cerraron sus oficinas en el 2013.
Los subordinados de Mariano González recurrirán a las argucias legaloides y mantendrán vivo el pleito con los 16 notarios. No importa que se caiga en otro desacato cuando el probable responsable de ese incumplimiento será Marco Antonio Mena que tendrá que cargar con la culpa y las consecuencias.
Aquí y en el portal e-consulta manejamos la información de que el director del Notarías y Registro Público de Tlaxcala, Sergio Cuauhtémoc Lima López, había sido despedido por negarse a reintegrar las patentes, noticia que nunca fue desmentida o aclarada por el área de comunicación del gobierno del estado que siempre se muestra atentata sobre la imagen del mandatario.
Se sabe que el viernes pasado concluyó la entrega recepción de esa dependencia, sin embargo algo sucedió el fin de semana que el lunes por la tarde Lima López regresó a su oficina y el martes empezó a firmar documentos como director del Notarías y Registro Público de Tlaxcala cuando había suspendido esa acción desde el jueves 16 de febrero.
Lo único que no encontró el poderoso Lima López en su oficina, fueron los expedientes de los notarios que quedaron bajo resguardo de la Contraloría del Ejecutivo y de la Secretaría de Gobierno. Cuanta razón tenía cuando decía que él sólo recibía órdenes de su gobernador que no es otro más que González Zarur.
Desde la semana pasada Mariano González despacha y atiende en uno de sus ranchos. Dicen que el ex mandatario sostuvo dos reuniones con Marco Mena, mismas que fueron suficientes para cambiar algunas decisiones que se empezaron a ver el lunes y ayer con la ratificación de marianistas en el gabinete estatal.
Si había resistencia de Mena para abrir espacios a los marianistas esa ya no existe y pronto se verá como ese grupo accede a otras posiciones en la estructura administrativa.
Me queda claro que Mariano González aceptó su exclusión en el manejo de los recursos públicos que Mena controla a través de su hermano Fabricio Mena Rodríguez, pero no permitió su marginación en la estructura del gobierno y en las decisiones políticas y de poder.
El hacendado sabe perfectamente que Marco Mena es gobernador por él y por esa razón se siente con derecho de compartir el poder. La resistencia que enfrentó del nuevo mandatario para que asumiera sus instrucciones sólo duro 50 días. Quien lo hubiera imaginado.
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