El círculo cercano al gobernador electo de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, dejó correr ayer el rumor de que Manuel Camacho Higareda se perfila para ser el sucesor del añoso secretario de Educación Pública, Tomás Munive. Es de los pocos tlaxcaltecas con el perfil y el currículum para ser considerado en esa posición.

TLAXAJEDREZ

La segunda mesa de análisis que encabezó ayer el gobernador electo y que giró en torno a la educación resultó tan mala como la primera que abordó el tema de la salud.

Situación que me hace pensar que Marco Antonio Mena Rodríguez está convencido que en Tlaxcala estamos muy bien o que de plano utiliza el engaño, como buen jugador de ajedrez, para presentar en su momento un diagnóstico puntal de las carencias y necesidades del estado.

Antes de acudir ante los medios de comunicación, el próximo mandatario encabezó a puerta cerrada una reunión con especialistas, funcionarios y líderes magisteriales para conocer la realidad del sistema educativo tlaxcalteca, información que no trascendió tal y como pasó en la mesa de análisis sobre salud.

En la reunión participó como coordinadora Blanca Heredia Rubio, investigadora especializada en materia educativa del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Margarita Gómez García, investigadora en el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas; Jorge Gastón Barragán, director en International Youth Foundation, Rafael Freyre Martínez, ex representante del gobierno mexicano ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) frente al Directorado de Educación y ex funcionario de la SEP por 17 años.

No es creíble que los participantes en ese encuentro hayan llegado a las conclusiones tan comunes y silvestres que Mena Rodríguez comentó ante los reporteros. Había académicos serios que sin duda hicieron aportaciones interesantes.

Sostener una reunión privada con especialistas de ese nivel para determinar que es necesaria una mejor coordinación y relación en ese sector; revalorar las funciones de los maestros; enfrentar los retos en infraestructura educativa; establecer un mayor vínculo entre los directivos, trabajadores de la educación, sindicatos, padres de familia y estudiantes, me parece un exceso.

Alarmarse por el “inquietante” panorama que enfrenta el estado con relación al embarazo en adolescentes, sin que se diga que medias aplicará el próximo gobierno estatal para tratar de contrarrestar ese problema, suena a burla porque ese fenómeno no es nuevo en Tlaxcala.

Si Marco Mena prometió ser el gobernador de la educación creo que le falta mucho, pero mucho para que pueda cumplir ese ofrecimiento hecho durante su campaña.

De entrada no aclaró el monto de recursos que se destinará para otorgar becas. Tampoco habló de un programa o acción que vaya a distinguir a su gobierno en materia educativa. Sobre el tema de la educación superior tampoco mostró un compromiso definido y con respecto a la Universidad Autónoma de Tlaxcala se limitó a decir que su gobierno estará abierto.

Ojalá que Marco Mena esté recurriendo al engaño para que el 1 de enero del 2017 nos sorprenda.

Estoy convencido que el sietema educativo tlaxcalteca no es de los mejores y que tiene deficiencias, empezando porque ese sector no puede estar dirigido por funcionarios como Tomás Munive y su camarilla que se presume solapó la venta de plazas y utilizó a la depedencia con fines políticos electorales.

Y aunque se diga que los líderes sindicales como Demetrio Rivas Corona e Ignacio Díaz Grande -dirigentes de las secciones 31 y 55 del SNTE, respectivamente- apoyarán al próximo gobierno estatal, su actuación resulta gris y mediocre en el estado, pues ambos están más preocupados en ocultar sus abultados salarios que superan los 120 mil pesos mensuales que en trabajar por mejorar las condiciones de los docentes tlaxcaltecas.

Quizá lo mas interesante de la mesa de análisis, fue el rumor que se dejó correr sobre la persona que podría desempeñarse en el gabinete de Marco Mena como secretario de Educación.

En los círculos cercanos al gobernador electo se empezó a mencionar a Manuel Camacho Higareda, profesor-investigador en El Colegio de Tlaxcala como el virtual sucesor del futuro criador de lagartijas, Tomás Munive.

Camacho Higareda es de los pocos tlaxcaltecas que tiene el perfil que busca Mena Rodríguez. Es Doctor en Sociolingüística (Universidad de Essex, Reino Unido), Maestro en Educación Superior y Licenciado en Lingüística Aplicada (Universidad Autónoma de Tlaxcala).

También es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I y forma parte del Consejo Mexicano de Investigación Educativa y de la Association Francophone Internationale de Recherche Scientifique en Education.

El actual asesor del gobernador Mariano González Zarur es especialista en Sociolingüística Educativa, Análisis del Discurso y Análisis Cualitativo de Contenido. Es autor de diversos artículos especializados, capítulos de libro y libros en temas de Educación y Sociolingüística.

Este rumor suena lógico, sin embargo la duda la despejará Marco Mena en unos días más y específicamente el 31 de diciembre.