Las familias apizaquenses salen a las calles a gritar su coraje por la pasividad de las autoridades: la indignación se extiende a Tlaxcala, a Chiautempan, a Calpulalpan
Sería una maldición que en el indignante secuestro perpetrado el jueves anterior en la colonia Granjas del Sur de Apizaco, llegara a descubrirse una especie de fuego amigo alentado por la liviandad de ciertos empoderados, a quienes la Fiera Social (en eso convirtieron al Pueblo) respondió con toda su furia.
¿Será que esos mismos que despertaron la ira hoy no saben cómo refrenarla? Porque las dudas se han multiplicado respecto a la negligencia oficial en todos los niveles… esa extraña parálisis que pudo haberse incrustado en el mismo concierto, de aquellos conscientes hoy que jamás podrán atentar contra la dignidad de las personas.
Dicen que la propia autoridad intentó atenuar con mensajes minimizantes la molestia de las familias apizaquenses… que si en ese asunto de una persona no localizada (este es el colmo de las ambigüedades del cinismo mariano) pudo estar mezclado una especie de tema pasional, y que pudo existir un hilo conductor hacia esas gentes de poder sobre las cuales ya nos hemos referido.
Si así fuera, ¿dónde podría este Pueblo agraviado encontrar un poco de alivio?
Al final del sexenio pueden sumar ya más de 18 secuestros. Unos con final trágico.
En todos campeó la ausencia de estrategias en seguridad. Pero ello no ha optado para cacarearnos como una entidad líder en ese rubro. A tal grado que desbordó la indignación. Porque es una asquerosa mentira dicha hasta el cansancio a la gente.
En todo el país se respira la violencia. Si fuésemos tan seguros no encabezaríamos los robos en carreteras.
Pero hay algo que nos oprime. El altísimo número de jóvenes asesinados. De todos los niveles socioeconómicos, normalistas, universitarios, profesionistas… amas de casa, como nos pasó en Apizaco.
Sembrar el terror con esas prácticas es el infierno mismo. No quiero imaginar desenlaces trágicos en estos últimos eventos. Lo que nos urge son autoridades responsables o ya que se vayan. Bueno, eso quisieran para desentenderse de todos sus pendientes.
Pero antes de irse tienen que purgar por sus faltas. La omisión es imperdonable. La traición al Pueblo, a la Constitución, debería ponerlos permanentemente tras las rejas.
Apizaco no es el único sitio donde la gente está harta de la inseguridad.
Tlaxcala, Chiautempan, Calpulalpan, San Pablo del Monte, son municipios hartos de la impunidad.
No es atentando contra medios como este como la autoridad podrá contener la ira social.
Más le conviene reconocer su incapacidad y generar cambios efectivos. No tienen alternativa. Ellos mismos se han puesto contra la pared.
En pleno vacío de poder los viajes de placer pagados con el presupuesto son la peor ofensa. Estas son sus consecuencias. La gente está cansada y lo manifiesta abiertamente en marchas. ¿Cuántas? No sabemos pero hacemos votos porque a los verdaderos delincuentes, cuyo teatro se derrumba, no dispongan de tregua para que la Justicia los trate como lo que son.
La impartición en subasta
La presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJET) Elsa Cordero Martínez, y sus esfuerzos por dibujar acuarelas con bonitos colores y el sello de la institucionalidad, a veces decantan en escenarios de vulgar reparto de botín entre los grupos de siempre.
La versión en esos términos sostiene: resultaron designados los folios 16, 8, 23 y 14 correspondientes a, Pedro Muñoz León, Laura Maricela Ramos Vela y Anel Bañuelos Meneses respectivamente, quienes después de ser nombrados ante el Pleno, tomaron protesta en términos del artículo 116 de la Constitución Política local.
Ah, pero ustedes saben que tras este tipo de acuerdos, cada quien tiene a su cada cual. O sea, a sus dueños, protectores o como gusten llamarlos.
1. Pedro Muñoz León sería propuesta de la presidenta de la sala civil-familiar del Tribunal Superior de Justicia del estado , Leticia Ramos Cuahutle.
2. Laura Maricela Ramos Vela , del consejero de la Judicatura Emilio Treviño, quien hace años tendría una relación cercana con la abogada
3. Sergio Flores Pérez, es familiar de Felipe Nava Lemus.
4. Anel Bañuelos Meneses es imposición… perdón, recomendación de Elsa Cordero.
Ahora, todos ellos aseguran al unísono ser gente de la seño Cordero y estar dispuestos a mantener sus togas impolutas, tal como lo hace la magistrada Elsita. (ok, esto es para ponerle un poco de picor a las acciones que de una temporada para acá en el TSJET están bien ñoñas)
Un poco vergonzante
En el Congreso de la Unión no se ponen de acuerdo para ver si será el senador Ernesto Cordero Arroyo o la diputada federal Minerva Hernández, quienes encabecen la comisión que investigue el grave endeudamiento en estados como Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua.
Lo que es la política. Ambos, “panistas” hoy se hallan en igualdad de circunstancias, digamos con algunas pequeñas diferencias. El primero fue secretario de Hacienda; la segunda, de Finanzas con Alfonso Sánchez Anaya. El primero es un panista de cepa, la segunda aquí entre nos, es de conveniencia.
Quizás habría otra razón. Ernesto Cordero no anda pavimentando la calle que pasa por su casa. Creo que tiene empresas más trascendentes.
Así que él debería ser quien presida aquella comisión.
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