Se agota el sexenio de los nuevos ricos y los muchos desempleados, de uno de los gobernadores más odiados, de uno que hereda problemas mil a su sucesor… muy a modo
A partir de hoy, tiene el marianismo cien días de vida. Y al Pueblo corresponde juzgar al agonizante régimen que deja en el aire una pregunta: ¿será mejor o peor que los dos sexenios anteriores?
Porque esa fue la justificación de Mariano González Zarur cuando advirtió que usándola, otros serían los culpables del retroceso en que metió a una entidad demandante de un timón acertado y de los merecidos servicios, congruentes con los generosos presupuestos enviados por la Federación, atendiendo a nuestra dependencia casi absoluta de esos recursos.
No tenía más que hacer el papel de un gerente responsable. No le pidan actitudes de estadista, por lo menos de administrador. Mas los presupuestos pasaron por sus amañados filtros, y la conducción de una nave tomada con buen rumbo tuvo que dirigirse a las tormentosas aguas de uno de los peores gobiernos que ha tenido Tlaxcala.
Debe 500 mdp a los Zambrano
A cien días de devolver las llaves, Mariano ha roto el record de la sustracción de sus responsabilidades. Detuvo en forma unilateral proyectos como la Central de Abasto de Tlaxcala (CAT), perdió el pleito con la poderosa familia Zambrano, dueña del proyecto y con un capital en cuyos activos se encuentra Cementos Mexicanos (CEMEX).
Mariano provocó el pleito, lo perdió, y le dio largas. Tiene que liquidar 500 millones de pesos, pero a cien días de su fin se ve complicado que los consiga.
Perdió feo el caso de los notarios
Por el estilo ocurrió con la cancelación de dieciséis notarías en manos de orticistas. Ordenó la cancelación de esas patentes, pero luego la Justicia Federal falló en contra. Hace meses que debió devolver esas notarías a sus titulares. Se tapó los ojos y le dio largas al asunto.
Obra saqueada
Alegando que era una obra mal realizada y sin estacionamiento, clausuró como si de un antro se tratara a la Plaza Bicentenario, una polémica obra del orticismo que sin embargo contaba con los mecanismos de financiación a través del Presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa.
Después se dio cuenta que el estacionamiento era subterráneo y hasta autorizó el uso de la amplia explanada. Tras seis años esa obra fue saqueada; robaron los elevadores, embodegaron las butacas y destruyeron las ventanas. El edificio mudéjar resultó en una riesgosa ruina que hasta la vida costó a una adolescente, quien ingería bebidas en ese que resultaba un sitio escalofriante.
Ratero de fertilizante
¿Sabe alguien el destino de 11 mil toneladas de fertilizante, desaparecido en el más absoluto sobresalto? Seguramente sí, pero los responsables pasaron a formar parte de la caja de cristal a la inversa que Mariano prometió al inicio de su administración.
Y tuvo sus consecuencias. Una mujer policía fue brutalmente asesinada cuando custodiaba las oficinas de donde manos furtivas de, ¿delincuentes de Estado? Sustrajeron información comprometedora.
Este es el sexenio de la desaparición del fertilizante. Increíblemente fue sustraído y cínicamente el gobernador se desentendió, bajo el supuesto que el estado no tiene memoria.
Lo que no cuesta…
Le molestó que un proyecto iniciado con Fox y concluido con Calderón, el Hospital Infantil de Tlaxcala, hablase bien de ese par de presidentes panistas. Entonces ordenó el desmantelamiento del HIT. Traficó con su personal, lo envió al sanatorio de un pariente político suyo y el gran hospital de tercer nivel perdió su alta calificación.
Dos tipos de cuidado
Primero fue un militar retirado al que con el tiempo lo hundió su relación con la industria del secuestro: Orando May Zaragoza Ayala. Solía impresionar a su jefe atropellando a todo aquél que lo cuestionase. Primero se deshizo de policías que encabezaban un movimiento demandando mejores condiciones laborales. Luego cacheteó diputados en el mismo Congreso. Acabó maltratando ancianos, que demandaban cumplimiento a la entrega de sus ayudas.
Eso enorgulleció al ranchero gobernador. Pero no tuvo más que cortar al ex militar al darse cuenta que siempre le vio la cara de tonto. Al menos esa es la versión que pretenden vendernos. Porque nunca pensaríamos que el propio manchis estaría inmerso en el negocio del secuestro.
Luego llegó un vividor a ocupar ese lugar. Un tipo que suele colgarse la estrella de sheriff en la solapa pero se la pasa en un estado dionisiaco y alegre, con el karaoke encendido y la calculadora lista para registrar alguna ordeña o algún atraco.
Y la inseguridad nos agobia.
De día o de noche los atracos a negocios o casas particulares dan cuenta que la plaza ha sido negociada con algún cártel criminal.
Un paseo bien caro
Pero eso no es impedimento para que el fantasioso ejecutivo haga maletas, las cuelgue en la mullida espalda de su secre de Turismo y vaya a tirar el dinero a Europa, presumiendo la gran seguridad de Tlaxcala y las inmejorables condiciones para hacer negocios.
Todavía no explica las causas por las que corrió a Nestlé del estado. Todavía no sabemos porqué el enorme terreno de esa firma hoy lo ocupa un centro comercial.
Y así, con esa política de terrorismo contra una empresa tiene el cinismo de justificar su paseo por Europa promoviendo a la gran entidad que somos y las ventajas para hacer negocios con nosotros. Es un farsante.
Los nuevos ricos
Si el destino de 500 familias dependientes de igual número de trabajadores del sector salud, despedidos sin causa alguna lo tiene sin cuidado, no ocurre lo mismo con los dueños de onerosas mansiones, interminables terrenos bardados, fraccionamientos mamones y ranchos como si estuviéramos en Texas.
Son los nuevos ricos. Los que van a recordar con cariño a esta administración a punto de irse al diablo.
Si la gente está pobre, qué les importa mientras en su casa no quepan los regalos.
No hay plazo que no se cumpla. Hoy comienza la cuenta regresiva. Cien días para que se vaya este singular gobernante. Ojalá no se vaya sin dar las mil explicaciones necesarias para otorgarle un voto de libertad.
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