El gobernador electo optó por dejar que el actual mandatario termine su gobierno con fuerza.
A casi dos meses de que Marco Antonio Mena Rodríguez recibió su constancia que lo acredita como gobernador electo de Tlaxcala, éste ha optado por la discreción y un bajo perfil que ha desatado una serie de rumores.
El primero tiene que ver con no festejar de más ni tener una sobreexposición mediática hasta que no se conozca el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre los comicios del pasado 4 de junio, pues aún no tiene la certeza de que los magistrados confirmarán su triunfo.
El PRD y su ex candidata al gobierno Lorena Cuéllar Cisneros aún se muestran confiados en que la elección de gobernador en Tlaxcala se puede anular, lo que se traduciría en tener unos comicios extraordinarios donde la senadora con licencia buscaría competir nuevamente para tratar de llegar alPalacio de Gobierno.
Aunque no existe una fecha precisa para que los magistrados del TEPJF emitan un fallo, se prevé que para finales de septiembre se puede conocer si la impugnación de Lorena Cuéllar prosperará o se confirma el triunfo de Mena Rodríguez.
El segundo es que Marco Antonio Mena decidió desaparecer del mapa político para dejar que el gobernador Mariano González Zarur permanezca vigente y con fuerza para cerrar su administración.
Después del 15 de Septiembre cuando el hacendado gobernador de su último grito de la ceremonia de Independencia de México, Marco Antonio Mena probablemente anunciará una serie de foros regionalespara conformar su plan estatal de desarrollo, proceso que le permitirá delinear el rostro de su administración y los probables funcionarios que los acompañarán.
Marco Mena tendrá presencia, pero la necesaria para hacerse notar, ya que no buscará en ningún momento opacar el último informe de gobierno de González Zarur que se tiene previsto para los primeros días de diciembre.
Dicen que el gobernador electo está convencido que la mejor forma de llevar a cabo la transición con sujefe político es el bajo perfil, proceso que mantendrá hasta el 31 de diciembre, pues a partir del 1 de enero del 2017 empezará la era menista y el marianismo se quedará colgado en una de las paredes del Palacio de Gobierno.
Uno de los que amarrados en el próximo gabinete
Antonio Ramírez se perfila para ser el próximo encargado de la seguridad pública en el estado. El mencionado fue comisario estatal de la Policía Federal en Tlaxcala y se le veía despachar en las oficinas de San Pablo Apetatitlán.
Nadie sabe que pasó, pero lo cierto es que algo hizo y fue castigado al grado que le quitaron la patrulla y pistola que tenía por parte de la corporación. Como castigo fue a parar a las oficinas del C4 donde llegó a contestar teléfonos.
Sin embargo, al paso del tiempo se pudo colar al equipo de Marco Mena donde empezó como escolta y terminó siendo el jefe de seguridad del hoy gobernador electo.
Antonio Ramírez conoce el tema de la seguridad y tiene influencia con varios directores de seguridad municipal, por lo que no lo descarte como futuro responsable de esa cartera en el gabinete de Marco Mena.
Un joven diputado electo que en sus tiempos libres la hace de co gobernador en Tlaxcala anda diciendo que Hugo René Temotlzin, actual Contralor del Ejecutivo, será el próximo procurador de del estado, situación que me parece una vacilada, pero si alguien le quiere creer, pues simplemente que le crea.
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