Sin duda será uno más de los puntos críticos dentro del paquete que el marianismo heredará a la administración de Marco Mena.
En qué condición va quedando la procuraduría tlaxcalteca y el severo problema que tiene con los argumentos que se le desmoronan como castillos de arena.
Seguramente recuerdan ustedes el escandaloso caso del entonces director de la Policía Acreditable, Jorge López, detenido junto con otros siete colaboradores suyos bajo acusaciones de secuestro express, levantones como lo manejan en este bajo mundo de la violencia y el crimen organizado.
La procuradora Alicia Fragoso Sánchez aseguró entonces que en menos de 48 horas habían cometido cuatro de estos ilícitos, lo que los llevó a dar un cuidadoso seguimiento, hasta conseguir su aprehensión.
De aquél escándalo el responsable de la Seguridad Pública, Orlando May Zaragoza Ayala –un ex militar que cobró notoriedad por golpear a personas de la tercera edad, por intimidar maestros y por dar coscorrones a los diputados en el propio palacio legislativo- tuvo que abandonar Tlaxcala, al haber sido relacionado con Jorge López y demás procesados por el delito de secuestro.
Bueno, pues actualizándonos un poco, resulta que de cinco amparos presentados ante la Justicia Federal, han ganado tres, por la sencilla razón que la Procuraduría General de Justicia en el Estado no ha podido comprobar nada, porque quizá los acusados son inocentes.
Es decir, a fin de año estos presuntos secuestradores podrían dejar su encierro en un penal tlaxcalteca y recibir el irremediable: “ustedes disculpen”.
¿Quién sería capaz de introducir sus manos en fuego por este grupo de involucrados en el asqueroso mundo del secuestro?
Aun peor, ¿qué autoridad se habría animado a fabricarles un operativo que a lo largo de los meses no pudo sostenerse en pie por los débiles argumentos presentados por Alicia Fragoso?
Nos parece que este puede ser el último de los casos sin remedio en el paquete próximo a entregar al gobernador electo Marco Mena, que sin duda tendrá que lidiar con deudas, pésimas obras, cuentas públicas aprobadas en un contexto de corrupción e irresponsabilidad, litigios perdidos por quien ahora es un singular magistrado del Poder Judicial y, sentencias incumplidas como la restitución de patentes a los notarios de cuño orticista.
Los liderazgos en Allende 31
De las cosas más interesantes que veremos en la próxima legislatura, nos llama la atención lo que podría ser una especie de relación entre Marianito Daniel San, y Héctor Miyagi Ortiz. El novel diputado con el alentador panorama de encabezar la Junta de Coordinación Política, y el viejo lobo de mar, Grado 33, atento a aprovechar los yerros de su vecino para, eventualmente compartirle metáforas que le den un poco de luz a su abrumadora penumbra.
No me cabe la menor duda que dichos personajes serán de los liderazgos más destacados en la efímera asamblea, tan corta como la lista de atribuciones dejada por la actual legislatura decidida a no dejar títere con cabeza por cuanto a las cuentas públicas con urgencia de aprobarse, y con posibilidad de apoquinar para activar la vara mágica, hoy sostenida por Roberto Zamora Gracia y compañeros de cártel, perdón de comisión de fiscalización.
¿Será capaz el inminente diputado presidente de la JCP de concluir sus cursos de cultura general y las primeras letras en lenguaje parlamentario, o lo dejará todo a sus asesores, responsables de que no abreve en la fuente de la sabiduría, sino al contrario, ejerza el poder a base de cañonazos con varios ceros, gracias al gentil patrocinio de los de enfrente y al constante ir y venir de los próximos señores del dinero?
¿Podrá Héctor Ortiz tener la calma y la virtud para no encabronarse ante las embestidas que se esperan de parte del único diputado novillero que mientras pudo disfrutó hasta donde pudo de ser el junior tlaxcalteca por antonomasia?
Otros liderazgos no serán menos intensos.
Por ejemplo, el panista Carlos Morales Badillo y el sustento ideológico con el que se apresta a adelantarse a la priísta-panista, Guadalupe Sánchez Santiago, a quien ni drogados los azules confiarían para encabezar al grupo parlamentario.
Del diputado J. Carmen y su hija, la familia feliz del PANAL, qué podríamos esperar si no aseveraciones críticas o amigables respecto a la condición del Magisterio, pero eso sí, muy puntuales para alinearse en cuanto escaque les ordene el rey de las fichas negras… diputado Marianito.
En el PRD destaca el fuero de Alberto Amaro, quien meses antes fue pepenado para aclarar varios pendientes con la justicia, como aquello de haberle tronado la taka taka en plena feis a un cuate que a partir de entonces ha tenido aversión a los cohetones.
Otros tendrán que nadar de muertito. No es que estén castrados, pero díganme qué papel hará Enrique Padilla Sánchez, un poco beatricista, otro poco orticista, y sedicente priísta.
En fin, nos aguarda una legislatura con el trabajo que le permitan el año y ocho meses que les dure el encargo, lo poco que en materia de fiscalización les conviden los incontenibles de la actual.
Veremos cómo logran reacomodarse con siete representantes menos. Si no tendrán que llenar con maniquíes las curules vacías, o si no les da por hacer como barcitos los cubículos que de hoy en adelante ya no tendrán inquilino.
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