Parece una burla, pero el INE detectó que en la campaña de Mena ni siquiera se alcanzó el tope permitido, mientras Lorena asegura que se superó 83 por ciento
¿Fue miopía de los fiscalizadores del Instituto Nacional de Elecciones (INE) o alguien pesado les encargó ser benévolos con las cuentas de la campaña del priísta Marco Mena en Tlaxcala?
O fue que la entonces abanderada perredista al gobierno, Lorena Cuéllar Cisneros, optó por guardar silencio respecto a lo que hoy la senadora Lola Padierna expresa indignadamente como: “El INE no atendió muchas alertas que en los hechos dañaban el proceso en cuanto a los principios de legalidad y de exhaustividad”.
En ninguna circunstancia, Cuéllar ha compartido su información con los medios.
Ni el supuesto rebase de 83 por ciento a los topes de campaña, ni la cauda de actos fraudulentos registrados durante la jornada electoral del cinco de junio anterior.
Lo manejó como el gran misterio que en su momento detonaría en rotundos resultados.
Pues a la unidad de fiscalización del INE, no le movió ni un cabello. Bueno, ya en el colmo de las cosas, nos dicen que en dicha instancia descubrieron que a los gastos de Marco Mena les faltó para alcanzar el tope. Hasta detectaron una lana, como 50 mil pesos que no comprobaron debidamente dentro de esa disciplinada conducta.
Pero mientras no existan las pruebas legales para embarrarlas en la cara de los fiscalizadores, de poco sirve la carota que pone la compañera del señor de las ligas.
Creemos que ha sido uno de los errores tácticos del team lorenista. Si cada día, de la jornada disponían de esas alertas, ¿por qué no las hicieron públicas?
Eso, para los fiscalizadores del INE habría sido una acusación con sus mandos centrales… se están haciendo tontos, habría sido el mensaje. Pero, guardaron silencio.
Hoy el lío lo trasladarán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Y los magistrados requerirán pruebas legales.
Nadie sabe si se hará la compulsa que Lorena exige para que se demuestre el exceso de supuesto gastos de campaña del PRI en los pasados comicios, de ahí que la posibilidad de que se anulen las elecciones de gobernador en Tlaxcala cada vez resulta casi imposible.
No sé hasta dónde le alcance la cuerda a los lorenistas para seguir. Pero no se me hace justo que la propia ex candidata los haya utilizado para hacer robusto su movimiento, mientras que al INE lo tuvo con los ojos cerrados respecto a los reportes diarios de los consultores encargados de fiscalizar los gastos de Marco Mena.
Lola Padierna hoy reclama el cierre de 14 casillas especiales. Pues fue en ellas donde se registraron graves casos de turismo electoral. Esas casillas nunca debieron instalarse. Creo que eran parte de una estrategia perredista regional (Morelos, Ciudad de México, Michoacán) para meter votos a como diera lugar. Y no les salió la jugada.
Pero Padierna no se disculpa con los miles de personas que debieron pernoctar en una noche lluviosa y fría para cumplir con su encomienda de votar.
Es flaca la ayuda de la esposa del señor de las ligas.
¿Cálida visita presidencial?
Ayer jueves el presidente Enrique Peña Nieto vino a Nanacamilpa a celebrar el día del árbol.
Y así habló sobre el polémico asunto de la educación: “Que no (se) sugiera… siquiera se entienda que es darle marcha atrás a la reforma educativa”.
El Presidente aprovechó la frescura de los bosques tlaxcaltecas para reafirmar la equivocada actitud dogmática dictada por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el llamado club de los ricos, al cual México insiste en formar parte, sin duda a sugerencia de José Ángel Gurría, quien es el secretario general de dicha organización.
La de Gurría es una de las posiciones importantes ocupadas por un priísta, un priísta interesado en pasarnos por los filtros de la banca internacional para tasar nuestras impagables deudas. Un priísta con los ojos cerrados a otras posibilidades de saldar compromisos planteadas y conseguidas por países cuya economía emergente no nos hace mejores que ellos, pero sí nos afecta, al grado que los incrementos bajo la teoría del llamado Ángel de la dependencia Gurría, no nos permiten dejar de cargar esas pesadas deudas.
Así que para Peña Nieto y sus cercanos colaboradores, comenzando por el vomitable para el Magisterio, secretario de Educación Aurelio Nuño, vale más quedar bien con la OCDE del ángel de la dependencia Gurría, que entender la realidad social y laboral de los maestros de México.
Es ahí donde inicia el desacuerdo
Ni maestros de la CNTE, ni del SNTE, comulgan con las consideraciones del club de ricos, parte de las cuales se dan con las conclusiones de la OCDE para mejorar las escuelas: estrategias para la acción en México de 2010 y Establecimiento de un marco para la evaluación e incentivos docentes: consideraciones para México de 2011.
Desde esas fechas ya manejaban el dogma global que no entiende de maestros oaxaqueños o tlaxcaltecas, regios o chiapanecos, porque a todos los tasa con esa visión desentendida de los compromisos del Estado con uno de los gremios más importantes.
El caso es quitar peso al Estado, ¿para qué?
Pues para pagar puntuales los intereses de la deuda que ya nos tiene sumidos hasta las axilas. Y eso que ni usted ni yo, hemos tenido que ver en los enjuagues de reformas, pactos por México y demás gracias de un PRI con compromisos internacionales a los que sin preguntarnos, ya nos llevaron.
Tuvo que ocurrir la matanza de Nochixtlán para que al insensible Nuño le cayera el veinte.
Anteayer miércoles, reconoció que es un exceso hablar de la reforma educativa con semejante crueldad: “La evaluación al desempeño de los maestros se corregirá debido a que causó malestares, fue injusta, poco pertinente y descontextualizada”, así lo aceptó el secretario ante la cúpula del SNTE.
Este es uno de los once puntos en los que ya también entra la CNTE.
Poco a poco caen las exigencias dogmáticas de la OCDE.
Poco a poco se demuestra que el Pacto por México ha tenido un saldo realmente negativo.
Lo peor es que las peticiones del organismo internacional se elevaron a rango constitucional.
Abrogar esas reformas sería volver a romper nuestra Carga Magna.
Pero los cambios en las leyes secundarias son inevitables.
Entonces, si el presidente Peña Nieto viene a Tlaxcala a sembrar el primero de 190 millones de árboles, en realidad nos viene a dar el mensaje de nuestra obediencia al ángel de la dependencia Gurría, secretario general de la OCDE y raíz de los demonios encarnados en Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio y el despreciable gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, el verdecillo político capaz de amenazar al gremio magisterial tal como en 1968 lo hizo Gustavo Díaz Ordaz con los estudiantes, muchos de ellos muertos en esa parte negra de la historia del país.
¿Otra burla?
El INE multó con mil 400 pesos al diputado electo Marianito González Aguirre, porque se le pasó reportar tres chalecos.
¿Cómo la ven?.
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