Cada municipio tiene su historia propia, pero en todos desborda una pasión participativa, coronada por abanderados de PRI, PAN, PRD ** Rescata llamada de Beltrones al PRI en Xaloztoc
Toca el turno a los aspirantes a alcaldes. Y las pasiones suben de tono. Digamos que es la etapa esperada en este proceso electoral, donde advertimos que PRI, PAN y PRD, tienen una considerable ventaja sobre los demás partidos participantes.
Por ejemplo Apizaco, una demarcación donde hace rato el PRI dejó de tener el monopolio en la galería blanco y negro de alcaldes, desde aquella irrupción del PT, allá por 2004, y las tres al hilo de panistas (aunque el actual decantó por el marianismo tricolor).
Para empezar, este panismo apizaquense denota una tendencia conservadora de la plaza. Y conste que desde 2010, un hijo tal vez no predilecto pero, al fin nacido en Apizaco, Mariano, ha tenido una actitud generosa, notablemente superior que con otros municipios –como Huamantla, por ejemplo, un caso de marginación presupuestal extrema.
¿Sería porque las millonarias obras resultaron bofas?
Lo extraordinario es que aquí, los empresarios juegan un papel fundamental en la competencia electoral. Hay grupos con convocatoria y dinero. Así que la creencia aquella que, por el dedazo de un poder superior el triunfo está garantizado, es un rotundo mito.
Tres empresarios, el abarrotero Javier Rivera (PRI), el camionero, Julio Cesar Hernández (PAN) y el panadero Enrique Aguilar (PRD), avivan esa pasión participativa a la cual, sumaría al distribuidor de enseres domésticos, Ramón Huitrón, candidato independiente.
Se van a dar con todo.
Varias cosas pueden ocurrir. Primero, que el PAN se reafirme. Alguna virtud debe tener para que la gente mande al archivo muerto actuaciones como las de Orlando Santacruz o Alex Ortiz, incluso el cambio de preferencia partidista de Jorge Luis Vázquez Rodríguez. Lo que es un hecho es el espíritu de competencia de los apizaquenses.
En la capital
Creo que aquí las cosas tienen orígenes distintos.
Como se han ido sumando los aspirantes, es la priísta Anabell Ávalos Zempoalteca, el objetivo a vencer de los demás participantes.
Por el PAN, Víctor Briones Loranca, encabeza un trabajo consistente, aunque obligado a encarar las divisiones generadas en su partido por las acciones, de aislamiento y división atribuidas a Adriana Dávila Fernández. En este escenario más vale solo que mal acompañado.
La reciente aparición de Alejandra Ramírez Ortiz (PAC), y la posibilidad de amarres con el lorenismo la ponen como otra de las competidoras que, al definirse el papel del PRD con Paco Hernández, permitiría ver hasta dónde las alianzas tienden a ser competitivas rumbo al cinco de junio.
En Chiautempan
Parecería que el perredista Humberto Vega Vázquez, va en caballo de hacienda, compartiendo esa compleja estrategia del perredismo santanero, volcado hacia Marco Antonio Mena en la gubernatura y hacia el mencionado Vega, hacia la alcaldía. Acaso los acuerdos entre el hoy aspirante a sustituir a Toño Mendoza, y el propio alcalde en funciones, alcanzaron el nivel que los hace competitivos.
No la tienen sencilla. Enfrente tienen a Héctor Domínguez con un ponch importante en el PRI, más que interesado en recuperar la alcaldía, aunque con múltiples administraciones alejados del palacio municipal.
Dieron nota
El líder estatal del PRI, José Luis Ramírez Conde, y su operador en Xaloztoc, Luis Álvarez, a quienes los intereses más obscuros los tenían paralizados en el palomeo de candidatos a presidentes de comunidad.
Así que fue necesaria la llamada personal del líder nacional, Manlio Fabio Beltrones Rivera, para emplazar a este par a asumir una actitud distinta a la ladina inacción de dejar perder la plaza para beneficiar a un partido opuesto al tricolor.
Muy de madrugada esta crisis se fue superando, pero Ramírez Conde y Álvarez, quedaron fichados por la dirigencia nacional, como dos sujetos de raro proceder a quienes a partir de ya se les da un monitoreo detallado.
Una más del ITE
¿Otra, pues cuántas más faltan?
Hoy, los consejeros de la improvisación y la pose, pagan las consecuencias de los meses destinados a hacerse tontos presumiendo haber sido palomeados. La norma aprobada por el Pleno de ese organismo ha resultado ser una copia gogleada de la legislación vigente, pero en procesos federales.
A las y los consejeros, sus banalidades no les permitieron aplicarse a fondo en el tema por el cual reciben una envidiable paga: los asuntos electorales locales.
Entonces tenemos a un ITE pasando por alto tiempos, aplicando criterios arbitrarios en registros, organizando debates bajo la creencia que es un experimento, dejando pendiente una difusión intensa de la redistritación.
En pocas palabras, este consejo general es un improvisado que carga con la inminente crisis postelectoral, causada precisamente por los vacíos deliberadamente dejados en normas hechas sobre las rodillas.
Hay que resaltar la confrontación entre ellos mismos. Son una mata de conflictos en potencia, descarados activistas al frente de un organismo cuyo sustento es la imparcialidad.