Es un tema tan simple que sin embargo sirvió para llenar un poco de los huecos a los que los candidatos no se animan a entrarle; hoy, hablan de reponerlos
Los dividendos del derribo de los espectaculares apenas comienzan a verse; por un lado trascendió que los siete de Martha Palafox y los tres de Lorena Cuéllar, serán reinstalados (¿apoco a la autoridad la oprimieron medios y raza?); sean o no repuestos, la raja político-electoral de semejante metida de pata dejó huella.
La orden, nos confían, viene de muy alto.
Y a lo mejor de allá mismo llegó otra indicación: para abajo bola de espectaculares, ¡de Marco Antonio Mena!
Quien se haya precipitado a tumbar los primeros anuncios no imaginó el efecto dominó que ocasionaría. Parece que la conciencia no dejó dormir a algún alto mando y entonces procedió a curarse en salud.
No tengo ojos de adivino, pero ya veo que también los espectaculares del PRI, a final de cuentas serán repuestos, y habremos sido testigos de cómo autoridades de un nivel, de otro, y árbitro electoral, son capaces de tirar el dinero al caño –parafraseando a manchis cuando se refería a los pensionados- cuando es precisamente por falta de dinero que las personas padecen en los centros de salud. No hay oxígeno, no hay medicamento; pero sí para pagar a los que primero tiran y luego levantan los anuncios.
Tema superado
Así debería ser. Porque nadie me ha de negar que el atropello este de parte del Centro SCT y el gobierno estatal, bien que sirvió a los candidatos para llenar un poco el hueco ocasionado por la falta de contenido en las propuestas.
A estas alturas nadie, por ejemplo ha ofrecido remediar la regada de tepache de manchis y sus aliados en el Congreso para aplicarnos su reforma electoral, cuyas consecuencias ya estamos padeciendo. No hay quien se haya metido a fondo al análisis de los múltiples pleitos legales iniciados por la administración, financiados por ella misma, pero que resultaron en rotundos fracasos.
Es decir, hay una serie de pendientes que de plano a los candidatos parecen no llamarles la atención, tal vez porque electoralmente no sean rentables.
No podemos seguir en un nivel tan básico cuando lo que está en disputa son los próximos cuatro años y ocho meses de la conducción del estado.
El debate
Tres días nos separan de ese acto democrático que limitó a siete minutos la participación de candidatas y candidatos al gobierno. Y apenas a los señores consejeros del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) se les prendió el foco para darlo a conocer.
Dicen que esta vez se dedicarán a Educación y Salud.
Deben estar conscientes que de su actividad solo una mínima parte del electorado, tan escasa como un dígito está enterada.
¿Saben ustedes cuántas personas están enteradas del debate? No es por echarnos porras pero si desde hace semanas no lo difundimos en este medio a la gente del ITE lo tendría sin cuidado.
Hoy por ejemplo dicen que es posible que medios digitales puedan sumarse a la difusión del debate. Si así como fueron parcos para anunciarlo, ¿se imaginan su grado de ineficiencia para informar sobre el o los canales digitales a través de los cuales se pueda captar su señal?
¿Por qué dieron a la Coordinación de Radio y Televisión del gobierno la exclusividad de la trasmisión? Y si dicha dependencia lo sabía desde hace meses, ¿por qué ha regateado su promoción si se supone que va a ser un acto de democracia donde todos los aspirantes al gobierno tengan la misma oportunidad de tiempo?
Les aseguro, si Coracyt no fuese un estorbo y el ITE lo hubiese concesionado a particulares, el estado y nuestra región estarían pendientes del debate entre las mujeres y los hombres tlaxcaltecas que luchan por ser el próximo titular del poder ejecutivo local.
Vaya sorpresa
Trascendió en el equipo de campaña del priísta Marco Antonio Mena, que a Rosalía Peredo Aguilar, la non miembro de la mega alianza con la que piensan arrasar, tendría una función más aparte de andarse pavoneando con aquello de que el abanderado tricolor va a ganar gracias a su convocatoria, a sus miles de seguidores, a sus formidables contactos.
Pues los priístas fueron sumando evidencias y llegaron a la conclusión que la Peredo, además de supuesta aliada, tendría la intención de sustraer información.
O sea es una espía.
Y la pusieron en cuarentena (como si fuera un troyano) y no le dieron cargo alguno, y no le quitan la vista de encima.
Alguna indiscreción del equipo de la Peredo, permitió a la inteligencia priísta enterarse que la activista millonaria disfrazada de defensora de los pobres, llevaría esa información a su comadre Beatriz Paredes Rangel.
No han resultado más que ridículos pavoneos la supuesta carga impresionante de simpatizantes y estrategias para ser ella el famoso factor de triunfo del abanderado tricolor.
Bienvenida… licenciada
¿Será que la venida de la paisana Beatriz a Tlaxcala no nada más es para presentar el examen de socióloga en la UNAM, sino para dedicarle más tiempo a la campaña de Lorena Cuéllar Cisneros?
¿Será que su carrera diplomática tendrá otro tiempo fuera a causa de la desconfianza que, de incipiente ha crecido de parte de quien le concedió tal prerrogativa en Brasil, o sea el presidente Enrique Peña Nieto?
Recordemos el aparatoso truene de Miguel Basañez como embajador de México en los Estados Unidos, por actitudes menos… desafiantes que las demostradas por la doña de las tremendas ojeras.
¿Tendrá alguna relación la cuarentena de Rosalía con la venida de Beatriz?