Si Héctor Ortiz y Mariano González Aguirre, son diputados la próxima legislatura no se darán tregua; a uno de los dos, hacen hasta lo imposible para dificultarle la llegada

Mariano Gonzalez Aguirre, Hector Ortiz, Elecciones 5 Junio, Tlaxcala En Linea Caricatura

Es interesante analizar la metralla entre los dos otrora amiguísimos en el equipo de Beatriz Paredes (uno, el temperamental seductor, o sea Mariano, y el otro, el discreto secretario de la entonces lideresa de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (CNC) o sea Héctor).

Cuando el más bravo de los dos reclamaba su derecho de foto, para ser gobernador, el más morenito de los dos procuraba comerle el mandado, fingiendo que la virgen lo llamaba… siempre en los terrenos del bajo perfil usado hasta que sus chambas se lo permitieron.

Tenía que llegar aquél noviembre de 2004, cuando Héctor Ortiz, convertido en un panista de circunstancia llevó a los azules al poder, y causó una de las heridas más dolorosas a Mariano González Zarur, a quien en realidad la vida hasta entonces lo había tratado con benevolencia.

Y para variar la ira llevó al de Apizaco a lanzar una maldición en contra de aquél con quien hacía poco compartía el liderazgo de Beatríz Paredes Rangel.

Lo quiso ver tras las rejas, pero no se le hizo. Le quitó sus notarías, pero hoy se las tiene que reponer; clausuró dos de sus obras cumbre, la Central de Abasto de Tlaxcala (CAT) y la Plaza Bicentenario, y con ello golpeó su propia imagen pues, pudiendo terminar ambas, optó por el rompimiento unilateral.

En el caso de la CAT esto tiene sus consecuencias. 500 millones se han de pagar a Cemex, una de las firmas que en tribunales dobló al gobierno de Mariano. El asunto de la Plaza Bicentenario se convirtió en una grave molestia… regresaron recursos, el proyecto se pudrió y quedó como monumento al odio entre políticos. (A ver si a Mariano no le ocurre igual con su Ciudad Judicial, extensión de unos terrenos que, raro, resultaron ser suyos)

Viene lo más interesante: la moneda en el aire para ver quién, después del cinco de junio tiene un lugar en el Congreso: Héctor Ortiz, el viejo enemigo de Mariano, o Mariano González Aguirre, la verdadera continuación del clan:

1.       Puede que lleguen los dos y se conviertan en los antagónicos de la nueva legislatura, tal vez uno encabezando a los institucionales y el otro, sin dar tregua encabezando a una oposición apasionada.

2.       Por todos los medios, Mariano intenta frenar la llegada del ex gobernador vía la candidatura plurinominal. Seguramente estudian las formas para usar la inhabilitación decretada a Ortiz. Pero esa figura legal se limita a responsabilidades en la administración pública. Así que sobre este tema se espera uno de los litigios más intensos. Ya veremos hasta dónde son capaces los abogados de González Zarur y hasta dónde se dejan los de Ortiz. Es un agarrón de pronóstico reservado.

3.       Dicen que las elecciones no solo se ganan con dinero, y puede darse la posibilidad que Marianito vea truncado su proyecto de seguir con el gen González en el teje y maneje de Tlaxcala. Esto sería el acabose para los González, pero ustedes saben que en política nada está escrito.

Exhumación

Se ve que a la administración estatal le dolieron las críticas nacionales e internacionales sobre el miserable estado que guarda aquí el sector salud. Hasta el gobernador vecino Rafael Moreno Valle, anunció la instalación de una delegación de la Cruz Roja en poblaciones aledañas a Cuapiaxtla, para paliar las ineficiencias del equipo comandado por el secretario de Salud, Alejandro Guarneros Chumacero.

No es tema nuevo el de la distribución irregular de medicamento y equipo en las instalaciones del OPD  Salud de Tlaxcala. Vale recordar que en tiempos de Alfonso Sánchez Anaya, decidieron priorizar los criterios médicos sobre las decisiones tomadas por otros profesionistas, en el tema de los medicamentos. Y les dio resultado, al grado que el entonces presidente de la Conago lo cacareó entre los gobernadores integrantes.

No sé por qué Guarneros Chumacero, volvió al viejo esquema de los funcionarios no capacitados en el tema de los medicamentos para surtir a los hospitales y clínicas. Y ahí tienen ustedes los resultados. Cuando un sujeto encargado de tan delicada actividad, prioriza montos y velocidad para ganar comisiones, la gente se muere. Los números son fríos, no engañan.

Tanto dolió al gobierno de Mariano González que, la Procuraduría anunció la exhumación del cadáver del bebé muerto por la supuesta negligencia en el centro de salud de Cuapiaxtla.

¿Qué pretenden demostrar con la exhumación?, ¿Que fueron otras las causas del deceso y no precisamente la falta de medicamento y equipo, y eso los mueve a no aceptar la inminente recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)?, ¿Mariano no se detiene a pensar en causar más dolor a la mamá del bebé muerto y a todos sus familiares (yo diría que al pueblo entero de Tlaxcala) y sin medir consecuencia han tomado esa determinación?

Les es más fácil manipular la muerte de un infante, que realizar los cambios necesarios en la estructura del OPD.

En un gobierno con el mínimo de sensibilidad, al secretario de Salud ya le habrían pedido su renuncia, y la explicación del caos debido al cual la gente ha dejado de tener un derecho tan legítimo como lo es el de la Salud. Aun más, hace tiempo que una comisión legislativa se estaría encargando de realizar los más sesudos y profundos análisis sobre el mediocre papel de la SESA.

Pero, con estos diputados que tenemos y ese culto al diezmo o doble diezmo, a los autos nuevos regalados por laboratorios y empresas, a la falta de preparación académica del titular del OPD y al cinismo con el cual responde una administración como la de Mariano González Zarur, a un tema tan sentido como la muerte de un niño por negligencia, ¿a qué aspiramos si no a un informe a modo tras el dolor causado a los deudos del bebé a quien a estas alturas no dejan descansar?

Equivocados si están fuera de la nómina

Les garantizo que no nada más se trata de jugar con la configuración del mapa del poder en Tlaxcala. La inclusión de viejos rostros para regresar a cobrar como diputados plurinominales nos revela que los ricos también lloran, y necesitan lana y una chamba –aunque sea de legisladores locales.

¿Ejemplos? Héctor Ortiz Ortiz, quien ya fue gobernador pero, tras los eventos que movieron el tapete a su partido el PAC y a su proyecto, de sumarse con alguno de las o los candidatos al gobierno, mató dos pájaros de un solo tiro; se afianza con figura central de su partido, pero no desaprovecha la oportunidad de recibir la centaviza en Allende 31.

Gualupe Sánchez Santiago, y el presunto convenio entre González y Adriana Dávila para prianizar Apizaco y dar continuidad a la línea que ha visto en los negocios de los supuestos adversarios políticos una pingué forma de ganar-ganar. Maricarmen Ramírez García ha regresado a la política tras un prolongado ayuno, cumpliendo con un voluntario soterramiento, en puestos directivos del Cobat, Apizaco y Huamantla.

J Carmen Corona y su hija, ya ni la amuelan, uno pluri y la otra por el distrito XIV; Miguel Vázquez y la cuota a Beatriz, colocándolo en el número uno de la lista pluri del PRI, digo el cinismo es grande, la manipulación indigna, y las mismas caras aburren.

En sus marcas, listos…

Tres mujeres, tres hombres, Adriana Dávila Fernández (PAN), Martha Palafox Gutiérrez (Morena) y Lorena Cuéllar Cisneros (PRD); Felipe Hernández (PAC), Marco Antonio Mena Rodríguez PRI-Verde-Panal-Rosalía y Edilberto Algredo (Movimiento Ciudadano), no tienen ya justificación para especular o seguir con conceptos de promoción personal.

La gente quiere saber lo que traen dentro del coco, con lo cual piensan ganar el voto de quienes tienen problemas, unos ancestrales y otros deliberadamente dejados por autoridades irresponsables y voraces.

Bienvenidos a la realidad. El próximo lunes comienza la hora de la verdad.