Una de ellas sería la deuda pendiente, superior a un millón de pesos para adquirir despensas en la firma Rivera de Apizaco. ** Crispín Corona… acabó la leyenda
Como ya están listos, después de haberse puesto en posición de “en sus marcas”, ya saben ustedes, cualquier pendiente guardado por ahí el tiempo que sea no ha tardado en aparecer.
Y para muestra un botón. Nos dicen que en Apizaco, el abarrotero Rivera que busca ser alcalde, encontraría en el cajón de las deudas por cobrar, unos recibos firmados por Adriana Dávila Fernández, poquito más de un millón de pesos por concepto de despensas, adquiridas en 2012.
Pues uno se imagina, verdad… en ese año hubo elección federal; de hecho a partir de ese año la seño Adri es senadora de la República, ¿apoco no ha pagado las despensas que le compró a ese inocente abarrotero?
No me digan que mesié Calderón dejó de mandar la papeliza, al grado que quedaron pasivos de ese tamañote en plazas importantes como para Tlaxcala significa Apizaco. Quién pensaría que al paso de unos años, el mismo que fiaría las cajitas con frijoles, azúcar, galletas y sardinas –entre otros productos- se dispondría a ir a las urnas a competir con un pupilo de la propia seño Adri.
Bueno, eso me lleva a ciertas conclusiones, como aquella de pensar que el morenazo transportista Julio Hernández Mejía, ya sabe a lo que le tira cuando ate cabos y se dé cuenta, por ejemplo que su partido se la juega con una candidata más que débil en el distrito 4 -¿para no hacer sombra a Marianito?- y que la aparición de las deudas adquiridas por su lideresa moral, para nada son casuales.
Aun peor. Si le sumamos el papelón del diputado Juanito Corral Mier con múltiples proveedores a los que pide ayuda – nos dicen – y les platica el cuento chino de que los recursos no tardan en llegar y que cuando eso suceda entonces será posible ponerse a mano con esos compromisos, no tengo más que formular los siguientes cuestionamientos:
1- ¿Cierto o no, Juanito Corral Mier es diputado federal, aunque sea de representación proporcional, secretario de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial; secretario de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, y es parte de la Comisión de Vivienda?
2- ¿Y qué hace un miembro activo de la Cámara de Diputados, pidiendo fiado para una causa política?
3- El señor diputado debería saber que, aunque sea pluri, de todos modos esperamos que haga algo por Pemex y la tragedia en que se ha convertido, que alce la mano para proponer cosas lógicas que nos lleven a parar la devaluación del peso, o ya de perdis que la haga cansada por la Casa Blanca de Peña, aunque sea a destiempo.
4- Pero no, ahí anda –dicen- de operador de Adriana Dávila, pidiendo fiado y quedando mal con a la hora de cumplir con la paridad de género en las candidaturas a alcaldes.
La neta en la remoción de Cispín
Llegó en la segunda mitad del sexenio de Héctor Ortiz Ortiz, y cumplió con el particular papel de titular aldeano de Órgano de Fiscalización Superior (OFS), es decir, a no hacerla cansada con los números del gobernante en turno –como obligación prioritaria- y también para hacer mano de chochino a aquellos alcaldes o titulares de entes fiscalizables, para obligarlos a bailar al son que entonces tocaba el alto mando.
En 2010, luego de los seis meses de hueva total del gobernador electo Mariano González Zarur, hizo exactamente lo mismo. Cabe decir que en ambas administraciones no desaprovechó oportunidad alguna para ayudarse, verdad, ya fuera colocando delegados en las tesorerías municipales, u operando directamente con los tesoreros. También vendiendo, y bien caros, los servicios de auditoría externa, con la garantía de neutralizar las auditorías internas.
Tan bien le fue en el negocio que, pudo aprobar cuentas tan caóticas como las de Orlando Santacruz Carreño en Apizaco, o Carlos Ixtlapale Gómez en Huamantla.
¿Ustedes creen que un auditor con estas características debía seguir al frente del OFS?
Sencillamente cumplió con el papel para el cual fue colocado. No tuvo impedimento en hacerse un rico más de Tlaxcala pero, bien sabe que este tipo de puestos tiene término.
Nombres, nombres
Para ocupar tan codiciada posición hay quien menciona al beatricista de hueso colorado, Alejandro García Arenas, una especie de comodín de los grupos, no peleado con nadie, pero tampoco bajo otra potestad que no sea la de la seño Betti.
No podría faltar el contador Trino, o sea Trinidad Ordóñez Carrera, carnal del secretario Chapis, a quien ya en serio todos conocemos como Napo (también como Ernesto Ordóñez Carrera).
Su paso por el administrativo de la Secretaría de Salud fue más bien accidentado y dicen que nunca se pudo adecuar a los diezmos, dobles diezmos y comisiones mayores con las cuales suele esa dependencia funcionar como lo hace: de cabeza.
Otro que tenía su veladora prendida es el ex administrativo de la USET, Saúl Pérez Bañuelos. Nada más que desde 2013 lo traen en la mira porque tiene así, así de pendientes que aclarar en la espantosa USET, al grado que en la Procuraduría General de la República (PGR) tiene delicados procesos.
No pues descártenlo.