Pero es muy buen tiempo para que pese a sus limitaciones, presenten sus respectivas declaraciones patrimoniales, y además nos digan qué actitud asumirán ante los manchi abusos

 (etlaxcala) Hector Yunes Landa Veracruz, PRI, Marco Mena Rodriguez, Deslinde Gobernador, Tlaxcala Enlinea, Caricatura

Pasaron de ser aspirantes al gobierno de Tlaxcala, a formales candidatos de sus partidos o alianzas de institutos políticos: Adriana Dávila Fernández (PAN), Lorena Cuéllar Cisneros (PRD), Martha Palafox Gutiérrez (Morena), Marco Antonio Mena Rodríguez (PRI-Verde-Panal), Serafín Ortiz Ortiz (PAC), Edilberto Algredo Jaramillo (MC).

Es tiempo de hacer superficialidades a un lado: “soy la mejor”, “yo, mis viejitos”, “continuar con el progreso”, y de poner sobre la mesa los datos duros que la gente quiere conocer.

1.       Qué van a hacer los candidatos ante la disposición de recursos públicos para adquirir –probablemente con sobreprecio- cientos de miles de chamarras y cobertores. No valen las sentencias retóricas. Aquí hacen falta denuncias concretas. En Nuevo León, por ejemplo, renunció un subsecretario de Gobierno, de la administración de Jaime Rodríguez “el Bronco” porque fue sorprendido pagando de más por cobertores. ¿Acaso en Tlaxcala no somos capaces de exigir cuentas, señoras y señores candidatos, al titular de la USET, Tomás Munive, y a su jefe el gobernador, respecto a los criterios usados para adquirir, con un diseño y colores alusivos al PRI, los mencionados chamarras y cobijas?

2.       ¿Serán capaces de volverse comparsas de la desaparición de 11 mil toneladas de fertilizante, a lo que la administración parece haber dado la vuelta a la página, y en ese mismo asunto, de dejar impune el asesinato de la mujer policía que trató de impedir el robo de una computadora con información, la cual de todos modos fue sustraída de la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa)?

3.       ¿Pasarán por alto los informes de un titular del Ejecutivo local, perdido en el narcisismo y culto a sí mismo, para cuya ejecución dispone de importantes recursos. Hay que ver la danza de helicópteros, el besamanos, la paralización de una capital para celebrar un acto fuera de protocolo con el que se da gusto un gobernante incapaz de presentar en la tribuna del Congreso, el estado que guarda la administración depositada en él?

4.       Tlaxcala es de los pocos estados que devuelve dinero a la Federación por falta de proyectos, por falta de organización y sobre todo por la mala fe de un mandatario a quien algo debe mover a dejar al estado en indefensión ante el crimen, pues renunció a equipo y armamento, regresando nada más en el rubro de seguridad pública más de 2 mil 500 millones de pesos.

Así que los flamantes abanderados al gobierno de Tlaxcala, “el laboratorio político” tienen tareas que realizar, a no ser que les acomode nadar de muertito, confiando su destino a las encuestas y a la buena voluntad de los votantes, en un escenario donde triunfe el menos malo.

No se dan cuenta, señoras y señores candidatos, que esa es la razón por la cual nos encontramos sumidos en un pantano de mediocridad, el cual ni siquiera alcanza el superlativo en la crítica, como para llamar la atención de instituciones como la Auditoría Superior de la Federación, dando pie a verdaderas investigaciones donde caigan desde los peces gordos que se enriquecen de la calidad blandengue de un estado sometido a tal por grupos y liderazgos determinados a no dejar el poder.

A la fecha, solo Serafín Ortiz (PAC) y Martha Palafox (Morena) han tenido expresiones abiertamente críticas contra la forma de conducirse del gobernador Mariano González. La Promotora de la Soberanía Nacional en Tlaxcala, Palafox Gutiérrez afirmó hace una semana que Tlaxcala se prepara para sufrir los embates de una elección de Estado, organizada por el grupo en el poder.

El resto de los candidatos van desde, nadar de muerto, hacerse desentendidos ante atropellos y abusos, y en el colmo de las decepciones –incluso para sus propios compañeros militantes del PRI- a un abanderado tricolor, Marco Antonio Mena Rodríguez, hablando de continuidad y alabando lo que llama la plataforma que Mariano González ha preparado para el despegue de Tlaxcala.

Deben saber que lo extraordinario de esta elección es la tecnología de la comunicación en manos de la gente. Hoy no es necesario que transcurran días enteros para que las informaciones se propaguen. Ya es posible comunicar las mismas en tiempo real; viralizar comentarios, imágenes o videos que antes debían aguardar para ser mutiladas o maquilladas.

Hoy, con velocidad vertiginosa la gente sabe de abusos cometidos por los gobernantes o, de dirigentes de partidos –como está pasando ahora miso-. Y una vez conocido el tema, la gente puede opinar. Se acabó la mordaza. De eso deben estar conscientes los candidatos, varios de los cuales se esmeran en construirse imágenes melosas, priorizando resultados de encuestas que solo ellos conocen. Sirven a intereses superiores manipulando a la gente. Pero no se quieren dar cuenta que los sorprendidos a final de cuentas serán ellos.

Lo pesado de las comparaciones

Pero a veces muy conveniente, como lo que ocurre en Veracruz, con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien ayer un nutrido grupo de pensionados no le permitió entrar a reunirse con ellos en el icónico Café la Parroquia. “Fuera, fuera”, gritaban los pensionados, molestos por la política asumida por el priísta, a quien poco interesa el futuro de quienes en esta etapa de la vida verán o disminuidas o desaparecidas sus pensiones. (¿dónde he visto un escenario muy parecido?)

En cambio aquí nos domina una especie de lástima y miedo. Y eso permite al gobernante que ya va de salida burlarse de los militantes y hasta del propio priísta que pretende sucederlo en el gobierno. “Soy una estrella que se apaga, Mena, una que se enciende”, dijo el apizaquense en la convención de delegados donde ratificaron al pusilánime.

Pero, por algo será que el CEN del PRI ha comenzado a recomendar a sus candidatos alejarse del gobernador. Así lo hizo con Héctor Yunez Landa, en Veracruz donde el abanderado tricolor se desmarcó de la administración de Duarte de Ochoa, “no somos iguales”, atajó al explicar que llegó a la candidatura pese a la oposición del regordete.

¡Ay!, ¿cuándo veríamos eso en Tlaxcala, con un abanderado tan delicado que primero se marchita antes que lanzar la mínima crítica a su creador, Mariano González?

Pregonar con el ejemplo

A propósito del reto planteado aquí para los candidatos al gobierno de Tlaxcala, creo que es tiempo para que los y las políticos aludidos presenten su declaración patrimonial.

Recuerdan aquellas lindas frases de Mariano, cuando nos ofrecía gobernar dentro de una caja de cristal, mandando al carajo a sus parientes. Todo resultó un pitorreo, una mascarada en la pachanga del año de hidalgo de González Zarur.

Borrego

¿Quién dijo que Serafín Ortiz acabaría por declinar a favor de cierta candidata? Que nosotros sepamos, el ex rector de la UAT está firme en su proyecto de buscar el gobierno de Tlaxcala.