La decisión que asuma el CEN del PAN determinará el futuro de la senadora panista, pues su virtual nominación depende de su líder nacional.
El futuro de Adriana Dávila Fernández, senadora del PAN, ha dejado de estar en sus manos y ahora se ubica en el CEN de su partido que preside Ricardo Anaya y en la Comisión Permanente que encabeza el gobernador poblano Rafael Moreno Valle.
El PAN que tanto critica al PRI decidió emularlo y optó por recurrir a la designación de candidatos a gobernador, diputados, alcaldes y presidentes de comunidad, por lo que lejos de vivir un proceso interno democrático recurrirá al reparto de posiciones entre los grupos a fin de no alentar más la división interna que vive y que ha sido patrocinada por Dávila Fernández.
El futuro electoral del PAN está en riesgo y la posibilidad de que surjan candidatos competitivos para las elecciones del próximo 5 de junio se desvanece, tal y como paso en los pasados comicios federales donde los abanderados panistas prácticamente fueron borrados. Y no hay que olvidar que sus nominaciones también estuvieron sujetas a un reparto de cuotas.
Basta con preguntarles a Miguel Ángel Polvo –posición de Rafael Moreno Valle, a Orlando Santacruz –representaba los intereses de Adriana Dávila- y a Lilia Caritina Olvera –ligada a los ortices-.
La decisión del consejo político estatal del PAN de avalar la designación de candidatos colocó al filo de la navaja a Adriana Dávila, pues la palabra final sobre quién deberá ser su abanderado o abanderada para la gubernatura la tendrá la Comisión Permanente donde tiene enemigos de peso como Rafael Moreno Valle y algunos otros ligados al hoy diputado federal y ex líder del blanquiazul Gustavo Madero.
No hay que olvidar que Adriana Dávila los denunció ante la PGR porque según ella fue víctima de espionaje telefónico.
Además, una vez que la Comisión Permanente logró el respaldo de los panistas tlaxcaltecas para llevar la designación del candidato al gobierno, lo más seguro es que el CEN del PAN se concentre en la negociación para establecer la alianza electoral con el PRD y terminen usando a Tlaxcala para lograr el apoyo del sol azteca en otros estados a cambio de cederles la nominación en la figura de Lorena Cuéllar.
Si se formaliza el anterior escenario cuál será la postura de Adriana Dávila. Renunciará al PAN y buscará la candidatura independiente. Cuántos panistas de los más de cinco mil que están empadronados el blanquiazul en Tlaxcala la seguirán en su aventura. Son preguntas cuyas respuestas se pueden conocer en los próximos días.
Pero también hay que decir que la alianza podría venirse abajo, situación que sólo beneficiaría a la senadora panista quien no tiene a ningún rival de peso dentro del PAN que le pueda competir en posicionamiento y preferencias electorales, de ahí que si alguien le dice que Adolfo Escobar puede ser elegido no le crea porque es una vil mentira.
Los hechos hablan
Ayer le comentaba que la Coeprist que controla Ignacio Ramírez, amigo personal de Mariano González Aguirre, aplica diferentes criterios para llevar a cabo su trabajo.
A los antros de la feria les permite y les tolera todo, pero aquellos negocios que mantienen abiertas sus puertas todo el año y que generan empleos son víctimas de su acoso.
Una prueba de lo anterior es el caso que enfrenta el empresario Marco Tulio Macías propietario del restaurante “Con Sabor a Tequila”, quien pese a cumplir con las normas la Coeprist busca cerrarle su lugar con puros pretextos.
Vaya, la dependencia estatal dice que el negocio debe cerrar por estar cerca de dependencias federales como la Sedatu y la Secretaría de Economía, y lo que es peor, estar a 300 metros de la Iglesia católica de San José. Válgame Dios que osadía la del empresario.
Y tanto es el odio que tiene Ignacio Ramírez que a través de uno de sus subordinados casi le ordena al edil capitalino Adolfo Escobar cancelar la licencia de funcionamiento. Hasta el momento no ha habido respuesta de las autoridades municipales, por lo que ahora falta ver si el panista acata la indicación o muestra tamaños e ignora esa locura.
La sumisión no se puede ocultar
Hablando de sumisión, el papel mostrado por el PAN en el Congreso del estado y sus principales figuras como Ángelo Gutiérrez y Julio Álvarez en la aprobación de las cuentas públicas correspondientes al 2014 es lamentable.
Simplemente cedieron y sus ímpetus opositores se fueron a la basura y junto con su credibilidad. No sólo avalaron todas las cuentas públicas de los entes fiscalizables –sólo reprobaron la del ayuntamiento de Panotla-, sino que hoy dejaron atrás sus discursos señalando presuntos desvíos en las dependencias estatales y sus exigencias para lograr la comparecencias de funcionarios.
El PAN y sus diputados optaron por la sumisión al PRI y al mandatario estatal Mariano González Zarur, quien puede presumir que controla al Congreso del estado sin siquiera tener la mayoría a través de su partido.
Sin embargo, la arrogancia del PAN en el Poder Legislativo es tan grande que no se da cuenta que cayó en la trampa y que pronto empezará a pagar sus errores.
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