Funciona como orden para apoyar a Marco Mena, como herramienta de los mandos medios para salirse con la suya, pero también como voz que la militancia comienza a rechazar.
La nueva frase clave del régimen es: “porque Mariano dice”. Y por esa causa persiste una de las necedades ya mal vistas por cada vez más gente, involucrada en el proceso sucesorio: imponer a Marco Antonio Mena.
Por ejemplo, dicen que al delegado del CEN tricolor, no le ha quedado de otra que apoyar, “lo que Mariano dice”, respecto a quien lo ha de suceder, en términos de la sumisión e incondicionalidad ya tan mencionada.
“Porque Mariano dice”, también es argumento de Fidel el Negro Herrera, para apoyar a Mena. Bueno en realidad ni lo conoce pero usando las palabritas estas que les platico, hasta el costeño más poderoso del PRI se suma a los designios del criador de toros.
Ahora, en la militancia esa frase ya no es bien vista.
“Porque Mariano dice” se fue convirtiendo en una propuesta simple. No la ley, pese a los actos simultarios con los que intentan remachar al personaje aparecido por generación espontánea para suceder a quien algo ha de tener en su inconsciente, que no suelta prenda a los priístas, verdaderos encargados de elegir a quien habrá de contender con sus colores por la gubernatura.
Los damnificados del marianismo
Para muchos fue altísimo el costo de tender la mano a su amigo Mariano. No nada más porque su inversión fue pérdida total, sino por el daño emocional que causa una decepción tan profunda.
Dicen, por ejemplo que el ex gobernador poblano Mario Marín Torres, quedó petrificado por la pena ante él mismo, tras la llamada a su estimado amigo, el señor Manchis, una vez que había asumido el poder.
El comportamiento del libanés cuando pedía y pedía y pedía, no denotaba cambios como para generar las peores opiniones de gente de altura. Manlio Fabio Beltrones es uno de ellos. Habría que sumar calificativos nada enorgullecedores para el criador de reses bravas, a la limitación expresada aquí en su primera gira ya como líder nacional del tricolor: “los árbitros no participan”.
Haber pedido apoyo al ex rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibañez, es otra de las manchigracias, acaso comparables con la descortesía a su mismísimo compadre, el médico Jorge Luis Vázquez Soto, cuya aportación constante y sonante recibiría luego como respuesta aquella célebre afirmación del temperamental: “no tengo padre, ni madre, ni partido” (aquí cabe aumentar la palabra vergüenza).
Sería un buen ejercicio pintar con gis una raya y colocar a los damnificados de este lado y a los beneficiados del otro… bueno, unos hasta se sorprendieron con la generosidad del auto llamado lobo estepario.
Por ejemplo, a su tocayo Mariano Palacios Alcocer, le han caído de perlas las ayudas no pedidas, pero en serio, para aplicar a su despacho a hacer lo mismo que Diego Fernández de Ceballos.
Chon Orihuela y su emisario Mario Armando Mendoza, son otros formados en la cola ignominiosa de los apoyos no devengados. Uno, autor de la cumbre Morelia, mediante la cual pacta con Cocoa Calderón, la otra perdedora de la elección michoacana, la conformación de la alianza entre Adriana Dávila y Mariano González.
Justo es colocar de aquel lado de la raya a la legisladora panista, cuyo juego a perder, pero conservando la mayor parte de las prerrogativas recibidas para efectuar una campaña ganadora, las conserva junto con la frustración de haber sido alguien de veras importante en la política.
Volvamos al terreno de los afectados.
Aquí dos de los ejemplos más notorios. Anabell Ávalos fue una leal colaboradora del marianismo. A esa causa entregó tiempo y recursos. En cuanto pudo, Mariano la tildó de desleal y la exhibió en Palacio de Gobierno, impidiendo su acceso a la mesa principal, donde estaba aplastado el nuevo secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade.
Claro que la Ávalos es una damnificada de Mariano.
Y qué les parece el tema de Lorena Cuéllar Cisneros, la ex alcaldesa y ex diputada local, orillada a renunciar al PRI porque Mariano se opuso a cumplirle con el turno para contender por una senaduría como pago al gesto de la hoy perredista para que aquél subiese al coche para buscar la gubernatura.
Eso le costó ser perseguida de este pseudo sistema. Y por supuesto, la coloca en el lugar de los damnificados.
Uno a uno aparecen con rotundas cuentas por cobrar a un temeroso y angustiado gobernante que ha preferido las constantes fugas geográficas, pero con cargo al erario.
Los que no se le dejan
Tal vez el senador Carlos Romero Deschamps, ha sido uno de los personajes con los cuales la voluntad mariana nomás no puede. El ex líder del sindicato petrolero, sostiene a su parienta, Adriana Moreno Durán, en la poderosa secretaria de Turismo y Desarrollo Económico.
No ha de ser mucho lo que hace, pero sí lo que gasta. Bueno ahí van desde el pago de los viajes internacionales con magros resultados, hasta las mesadas al poderoso senador. Manchis sabe con quién se mete, a quien hace desplantes. A Romero Deschamps procura tratarlo con denuedo.
Otro cuya amistad le cuesta es el doctor Rafael Herrerías. Otro muy parecido en desplantes y léxico. Con esos no puede y mejor procura ser amigo.
Ahora, en el ámbito taurino, ahí tienen ustedes al matador apizaquense Rafael Ortega. Ha renunciado al PRI y se pasó con Lorena. Algo debe haberle hecho Mariano como para tomar semejante decisión.
Onerosa la alberca semiolímpica
Responde al nombre de Francisco Armendariz, el representate legal de Matufra, la empresa encargada de rascar el agujero donde algún día habrá aguas azules y calientitas, como nos las ofreció don Adolfo Escobar.
Legalmente Matufra entró en el nivel de recisión de contrato, por grave retraso en la entrega de la obra. Más recursos llegaron y volvió a concursarse lo que será la alberca del ensueño de muchos que acá vivimos.
Para sorpresa de todos, la misma empresa, Matufra volverá a encargarse de la obra, pese al antecedente de recisión por incumplimiento.
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