Y Meade lo llama su asesor en materia de pobreza. La imagen lograda en dicha gira del nuevo titular de Sedesol ocurre cuando Peña Nieto padece los índices más bajos de imagen.

(etlaxcala) Mariano Gonzalez Zarur, Misoginia Anabell Avalos Gente de Pena Nieto Caricatura, Tlaxcala Online

Dudo que un estadista diera rienda suelta a su profunda misoginia como Mariano lo hizo con la delegada de Sedesol, Anabell Ávalos Zempoalteca, durante la visita del nuevo titular de esa secretaría, José Antonio Meade.

El mandatario tuvo un comportamiento tan profundamente aldeano y previsible que, consiguió victimizar a la política que el pasado fin de semana expresó su deseo de contender  en el proceso sucesorio del hacendado.

Mariano reclamó que le hayan fallado aquellos personajes a quienes tanto apoyó. Lo hizo aludiendo a Ávalos. No midió el rechazo que despierta en el PRI, saqueado y manipulado por él –sostienen los militantes- al extremo que, en la pasada elección de junio hubo de hacer presencia la avanzada del CEN y Los Pinos, encabezada por Carlos Rojas Gutiérrez, para mantenerlo con las manos fuera del proceso.

Si no lo hacen, pierden.

Y casualmente fue el concurso de elementos como Anabell lo que al fin de la jornada consiguió el carro completo.

Pero la soberbia hunde a Mariano. Quiere seguir gobernando vía sus extensiones híbridas, incondicionales y sometidos a cada capricho suyo… ¿qué horas son?, las que usted diga, amo…

En consecuencia, en su limitado espectro no caben proyectos con el pecado de haber roto con él… por osco, por abusivo, por ignorante.

Desbordado

Consciente de la cercanía de su juicio final, sus espasmos ocurren con más frecuencia. Cuidado con contradecirlo. Equivale a perder la chamba.

Así que sus allegados, los más viejos y mañosos, fingen temerle pero bien que lo burlan. ¿Quiénes? Bueno ustedes saben que esto puede comenzar en Finanzas, y acabar en la Secretaría de Naponeto, pasando por oficialía mayor. Ahí se reparten el pastel, mientras el temperamental supura bilis conforme avanza a diario el reloj de lo inevitable.

En su ceguera no alcanzó a darse cuenta que su aberrante acto de misoginia contra Anabell Ávalos, es una falta de respeto al presidente Enrique Peña Nieto.

Ha declarado la guerra a la gente del Ejecutivo Federal.

Es otro de los síntomas de su desesperación.

Para nadie son ajenas las rechiflas a Mariano en las giras del Presidente. ¿Organizadas?, ¿Ustedes qué creén?, yo creo que sí, por un Estado Mayor al que no impresionan los guaruras borrachos del gobernador o las amenazas de fuete de su minúsculo clon.

Ayer, el temperamental decidió romper lanzas con ese poder superior. Y todavía se queja de la deslealtad de aquellos a quienes tanto ayudó… sí chucha…

Meade, ¿cortedad o perversidad?

Es la primera vez que un secretario de Estado se pone de tapete ante un gobernador de las hechuras del señor manchis. ¿Qué le pasó?

  1. El acto de recepción estuvo cargado de… valores $$, al grado que todo un hombre de confianza de Peña Nieto, se prestó a, “bajar” a un elemento de su equipo.
  2. Mariano se lanza a la aventura de pegar a lo que se mueva, enceguecido por la angustia de ir a parar a la cárcel, como hoy es el proceso contra Guillermo Padrés, de Sonora, quien cayó en las manos de Manlio Fabio Beltrones, a través de la flamante gobernadora Claudia Pavlovich.
  3. Mariano perdió la razón y sin reparar en el daño de su grotesco proceder misógino, la emprende contra alguien que pudo cuidarle la espalda… por lealtad o por lástima.

Parece que el mandatario tlaxcalteca mordió el anzuelo lanzado en su proceso sucesorio y ya mostró varios de sus defectos, para ser obligadamente guardados.

Pactaría con la panista Adriana Dávila, el desmantelamiento del Congreso, porque es aquella su plan B, urdido en aquella cumbre moreliana entre los peredores Maria Luisa Cocoa Calderón y Chon Orihuela, de fama tan siniestra como su imagen.

Es la guerra sucia en todo su esplendor, alentada por un mandatario en cuya administración resuenan los casos de embolsados, decapitados, atracados, secuestrados y extorsionados.

No la tiene fácil. Esta fue su primera equivocación. Y las que le faltan.

Por cierto, fue Maricela Cuapio la encargada de operar los detalles en la gira de Meade.

SESA, truenan al carnal de Naponeto

Cansado de las quejas contra la administración del OPD Salud de Tlaxcala, el gobernador hizo así, y de un chasquido de dedos mandó a Joel Ordóñez al infierno y colocó a su sobrina política, Luz María Portillo García, esposa ni más ni menos de Juan Antonio González Necoechea, quien va a contender por la alcaldía de Apizaco o por una diputación en esa demarcación.

Según el gober, no habría ni amigos ni familiares en su gobierno.

Vemos que no solo incumple su palabra. Sino que lo hace ante la crítica creciente y en pleno proceso electoral.

Falta que corra al secretario rabo verde… sí el que pasa demasiado tiempo elaborando los boletines de una dependencia que debería cuidarse con esmero, pero a la cual se le mueren los bebés por crisis de limpieza.