Ay de quienes tengan que ir y venir por los caminos de Tlaxcala, porque hoy el estado ha sido sitiado por esos que cuidan a una bola de influyentes en cuyas manos está el poder
Todavía hoy, el aparatoso arribo de Presidente y gobernadores, lo mantienen entretenido. Pero los reflectores se apagan y la agenda se encoge.
De hoy en adelante podrán llenar su día con giras que suplantan obra, con discursos necios y homenajes de pasarela. Mas la estrecha comunicación con el Presidente –bueno así lo presumían sus boletines- va a la baja, y sus decisiones y desde luego, quien presida al partido, hasta agosto en manos de Marco Mena Rodríguez.
Mariano fue un extraordinario presidente de la Conago. Nadie había tenido tanta voluntad para pronunciar discursos con un contenido que en realidad detestaba. En los cinco meses de presidente de ese sindicato de mandatarios, se la pasó enalteciendo el nuevo federalismo. Qué chistoso, verdad, antes de llegar a la Conago se la pasó mostrando los colmillos a los delegados federales.
Pero en los primeros años de su gestión, de plano rompió lanzas con los representantes del gobierno federal… no le servían más que para exhibir cómo puede un gobernador ser tan vulgar, por ejemplo con la directora del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Nunca acudió a sus eventos, salvo cuando los altos mandos le activaban esa convenenciera actitud con la cual rige muchos de sus actos.
Así, sin la regia presencia del jeque, se inauguraron tramos del libramiento Tlaxcala. Ah, pero qué tal cuando vino Peña Nieto. Entonces sí, Mariano se levantó temprano, lavó sus dientes y ordenó que le dieran brillo a su calzado. Había que estar en forma para recibir a alguien de su nivel… pero los delegados federales, obvios representantes de ese nuevo federalismo no estaban en su agenda. Hasta que los incluyó en el discurso de su paso por la Conago.
Rostro ¿nuevo?
A ver, quién es un protagonista en la asamblea esta, donde mariano entrega la estafeta a Eruviel. ¡Pues Marianito!
Ni Ernesto, ni Ubaldo, ni Marco Mena, ni los diputados. Los reflectores son ahora para la criatura. Si es buen o mal operador del PRI, los resultados sostienen que la elección del siete de junio hubo carro completo. Y como el mini torero mantuvo la nariz metida en el manejo de la centaviza, pues nadie le puede negar que fue el gran mapache.
Ya veremos como su apá lo presenta a los altos mandos y a los gobernadores, como el heredero de la corona. No les resulte un sobresalto que junior acabe en las listas de pluris, bueno, de los pocos pluris resultantes de la reforma prianista (la ley adrimanchis) a la caza de los de representación proporcional.
¿Lo imaginan como alcalde de Apizaco?
Este puede ser su destape. Okey, su oportunidad de aparecer en la foto como uno de los más probables candidatos a algún puesto de elección popular, o una pluri. Se lo ganó –así lo piensa esta élite de bárbaros- y ello significará, González por más tiempo. ¿Será conveniente tal desgaste?, y qué tal si el voto de castigo lo activan esos otros bárbaros de la Presidencia, como lo han hecho con los abucheos en las giras de Peña.
Cautela o miedo
Salvo el actual delegado de Gobernación en Puebla, Noé Rodríguez Roldán, los demás aspirantes tricolores a suceder a Mariano se han conducido con una la discreción propia de quienes saben que moverse en estos momentos puede desatar la ira del libanés. Y ya ven que de que se enoja…
Pero ninguno de ellos ha expuesto los cómos, a través de los cuales piensan recuperar la confianza de una población atemorizada por la inseguridad y muy convencida que las propias autoridades juegan un sucio papel en los delitos de alto nivel. Recuerden cómo, secuestradores con una cola así de grande fueron contratados para dirigir a la policía… ¡eso es no tener madre!
Estados como el vecino gobernado por Rafita Moreno Valle, tendrán gubernatura de un año ocho meses.Y la bola de aspirantes ya levanó la mano: el ex rector Enrique Doger Guerrero, la paisana Blanca Alcalá Ruiz, el hijo de tigre Alberto Jiménez Merino, Juan Manuel Vega Rayet, Javier López Zavala, Ricardo Urzúa.
Todos ya con los remedios para levantar a Puebla tras el torbellino morenovallista, de los atropellos, las persecuciones y las obras faraónicas.
Aquí tenemos a: Noé Rodríguez Roldán, delegado de la Secretaría de Gobernación en Puebla, ex secretario de gobierno de un marianismo que le ha tenido tanto miedo que lo echó de fea forma.
Anabell Ávalos Zempoalteca, delegada de la Sedesol y también ex secretaria de Gobierno, que sufrió una asquerosa exclusión permitida por Mariano y ejecutada por el hoy diputado electo Ricardo García Portilla.
Marco Antonio Mena Rodríguez, un despistado tapado que ni él mismo se daba cuenta de tal hasta que lo leyó en un medio digital. Actual presidente del PRI estatal y diputado local, con la figura de mariano tatuada en el pecho.
Guadalupe Sánchez Santiago, diputada federal tricolor heredera de la línea sanchezpiedrista, mujer disciplinada y con una mini campaña demasiado discreta.
Insisto, ninguno de los cuatro priístas ha expuesto los cómos.
Seguro aguardan que Mariano tenga menos influencia, porque si la elección estuviese a la vuelta de la esquina, la furia del bigotón ya los habría pejudicado, así sea lo último que haga en su agonizante turno al bat, con ponches uno tras otro, pero eso sí con varios pases por bola.
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