Treinta titulares de organismos de agua potable y alcantarillado acudieron a la convocatoria del alcalde tlaxcalteca, quien no quita el dedo del renglón sobre su candidatura
El alcalde de Tlaxcala reunió a 30 directores de organismos operadores de agua potable en el estado. Les dio la clase magistral en su papel de presidente del consejo directivo de la Capam, un organismo público descentralizado, con números negros, afectado laboralmente por uno de sus precursores, Ariel Lima Pineda.
La Capam es manzana de la discordia, incluso disputada con violencia, como en aquella toma con vigilantes del gobierno estatal, encabezados por el hijo del oficial mayor de gobierno, Ubaldo Velasco Hernández… un evento que mostró hasta dónde puede llegar la determinación para apropiarse de un OPD que en realidad es la gallina de los huevos de oro.
Ayer, la Capam le sirvió al alcalde, Adolfo Escobar Jardínez, para seguir levantando la mano, interesado en contender por la gubernatura, en la elección de 2016. Su proyecto es legítimo y cuenta con un currículum para subirse en el tren de la sucesión.
Bueno, ese tema se halló encriptado en la reunión. Allí, Escobar demostró tener amplios conocimientos en operación y administración del agua potable. Y lo compartió con sus convidados, el mensaje del reiterado destape cada quien lo entenderá según le convenga.
Aprovechando la reunión
Ojalá y la presencia de esos funcionarios municipales sirva para analizar el tremendo problema en que se convirtió la laguna de Acuitlapilco, un cuerpo de agua que solo depende del agua pluvial, pero hoy castigada por las descargas de aguas negras y pestilentes de varios municipios, entre otros el gobernado por Adolfo Escobar.
El problema de Acuitlapilco no nada más tiene que ver con el almacenamiento de desechos municipales, pestilentes y riesgosos, sino con la especulación de su lecho, reducido a una apretada y riesgosa coexistencia de asentamientos, adquiridos en procesos irregulares, desde zonas bajo la creencia de haber sido desecadas que se convirtieron en parcelas, y que con el tiempo fueron un jugoso negocio en el que unos han ganado y otros han sido las víctimas de acciones en verdad inconscientes: comprar el cuerpo de la laguna.
Eso equivale a hacer la casa durante la temporada que el río bajó su caudal, o en la barranca rellena de cascajo, por donde algún día el poderoso paso del agua pluvial recuperará el paisaje original, a costa de vidas y bienes, con unos saltando de gusto por haber ganado dinero mal habido y otros lamentando haber hecho el peor negocio de su vida.
He ahí un interesante tema para tratarlo en reuniones como aquella, de directivos de órganos operadores de agua, seguramente dispuestos a aplicarse a fondo y no nada más formar parte del montón.
Otra fiestecita en el ITC
A lo mejor, el director del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC) Willebaldo Herrera Téllez, recibió la orden de volver a hacer una pachanga en la casona que alberga dicha institución, para demostrar a todos que el bodorrio del funcionario de Sedesol, ni siquiera les causó tantita mortificación.
Ustedes podían ver a Willi, en alguno de sus alegres trajes, tirando el rollo a las mamás convocadas, esta vez en una pachanguita con carácter popular, para agasajar a las progenitoras de burócratas estatales.
Así no se enmienda uno. Con tantita vergüenza, el señor Herrera Téllez, habría renunciado.
Claro estamos en el supuesto que es un literato de verdad, perteneciente a grupos avanzados… revolucionarios.
La rebeldía, natural valor de un académico en esa tesitura, cambió por el cinismo del funcionario de medio cuño en que resultó.
Ahí lo tiene, sirviendo banquetes en la sede de las artes de Tlaxcala.
Menos seguidores en redes
Mariano resultó ser el gobernador menos popular en redes sociales, según una auditoría de google que mide el número de seguidores reales y falsos en cuentas de twiter.
No es que el mandatario observe un comportamiento recatado en redes, es que no sabe ni cómo prender una computadora. Pertenece a la generación de los impresos, por cierto, hechos por cuates muy suyos, como Carlos Marín… bueno allá él.
Pero esta impopularidad nos da idea de lo alejado que el también presidente de la Conago se halla de la modernidad.
Hay que ver a los más inquietos: el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, el gober del Edomex, Erubiel, el de Chiapas Manuel Velasco, en fin, ellos están tan metidos en el poder de las redes que dan la vida por aumentar su popularidad, lo cual se hace con un gran número de seguidores.
Pues ya ven, ser poco querido en redes no es tan malo. Claro hay quien lo ve como un acto de honestidad, aunque otros lo vean como el resultado de la malquerencia en Face o Twiter.
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