Varios o, muchos, ya estarían tras las rejas, si aplicaran la Ley a cientos de maestros obligados a promover la causa tricolor, so pena de ser sancionados en sus quincenas
Está en chino quitar responsabilidad al director de la USET, Tomás Munive Osorno, el viejo tirano del jurásico tricolor, revivido por el manchi sistema para dar el último apretón electoral, ¿cómo?, haciendo efectiva la presión sobre el magisterio para promover a sus abanderados.
Testimonios de esos profes describen la conformación de grupos, supervisados por elementos rastreros, convertidos en capataces que fielmente interpretan la orden del senil operador, de frágil memoria para sus obligaciones, pero con una de elefante cuando se trata de desenterrar estas prácticas indignas y vergonzosas.
Hay que sumar estos infames estilos a los descuentos directos a nómina, al clima de terror laboral y a la manera miserable de hacer añicos los derechos de los burócratas, a quienes les toca conformarse con el papel de abnegadas víctimas, atemorizadas y amenazadas con dejar a sus familias al desamparo de no acceder al proselitismo, incluso en horas de trabajo.
Lo simpático del asunto es que la oposición se achica ante estas demostraciones… desde ASA hasta los amarillos, y desde el orticismo a los panistas, hacen como que la virgen les habla al enterarse de estas infames maniobras.
Y aún peor es el autismo del Instituto Nacional de Elecciones (INE), cuyo dandy, Marquitos Rodríguez del Castillo, se ha quedado como estatua de sal, inerte o culpando a otros de lo que desde hoy ya puede verse como el asqueroso cochinero que dará oportunidad a sus cuates, de hacer chanchullo si el voto popular los castiga.
Es grave que las redes sociales y otros medios de difusión hagan el trabajo que correspondería a los partidos.
Lo chistoso es que la información sale del mismo sistema nauseabundo… qué cosas, verdad, es tan vasta la fauna nociva al modo del director este viejito que hace buylling a los profes, que entre ellos mismos pican los ojos.
Los caballitos de troya
Dígame si le es simpático que el retoño del flamante secretario de Organización del PRD (a nivel nacional), Gelacio Montiel, tenga perdón de Dios (y de sus compañeros de partido) cuando se ha descubierto en intensas labores de proselitismo, pero de la candidata tricolor en el primero distrito.
No repuesto del susto, me voy enterando que un tal Ubaldo Lander, hace lo propio, pero con una académica candidata por el segundo distrito.
Y aun peor, que el mal encarado Cristóbal Luna, dedique parte de su día laborable a representar los intereses del morenovallista Miguel Ángel Polvo Rea.
Se fijan que desde la conformación del Pacto por México, a la causa amarilla la devoraron las fauces de su propia hambre. Hoy, no es raro ver a quienes se presentan como pilares del perredismo, concentrados en hacer la chamba a otros, y desde luego a perder terreno conquistado.
Nada más hay que voltear tantito a la Ciudad de México, donde el otrora invencible perredismo va en caída franca, incapaz de refrenar el avance de Morena y el Partido Verde.
La denuncia contra Willi
Rosario Sergio Cahuantzi y José Manuel Arzoz, ratificaron la denuncia por peculado, en contra del director del Instituto Tlaxcaleca de la Cultura, Willebaldo Herrera Téllez, por disponer ilegalmente del patrimonio público, como lo es el Palacio de la Cultura, y haber cobrado 15 mil al camionero José Luis Tamayo, quien casó a su hija con el tristemente célebre empleado federal, tan amigo de marianito y tan distanciado de la ética.
Tal vez al… galardonado escritor le habría convenido la cautela y la discreción ante las evidencias recabadas y luego difundidas, para vergüenza de las familias que ni imaginaron sumirse en el escándalo precisamente el día que emparentaron.
Pero no, con un cinismo de su tamaño, encaró a los medios –y sobre todo a su conciencia- y grito a los cuatro vientos haber recibido 15 de a mil por dicha renta. Lo que no explica es en qué los invirtió.
El señor Willebaldo Herrera, es una humillación a los intelectuales de Tlaxcala. Nadie, con un poco de dignidad habría llegado a semejante nivel de sumisión y degradación.
Le aguardan tiempos más difíciles. Hoy le toca ser el cantinero de sus pesadillas. Hoy le hacen lo mismo que él tantas veces hizo.
Ofrecen recompensa
A quien detecte la distribución de fertilizante con fines electorales.
Son once mil toneladas que se perdieron y acabaron con un ingenuo empleado huamantleco y su familia.
Grupos de campesinos se organizaron y comenzaron a difundir que premiarán con atractiva bolsa a quien dé información fidedigna sobre el paradero de los miles esos de toneladas de urea, que podrían ser utilizados a manera de regalitos, como los que indignamente andan repartiendo grupos de maestros, supervisados por un rastrero y presionados –dicen- por Tomasito Munive Osorno.
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