En esencia se trata de la defensa de las cuotas de magistrados, pero fue un tema inmejorable para dar oxígeno a los desvíos de Orlando Santacruz

Pugna Diputados por Magistrado, Angelo Gutierrez, Serafin Ortiz, Angelica Zarate, Marco Antonio Mena, Florentino Dominguez, Tlaxcala Online

Fue casi un reclamo patrimonial lo que la diputada tricolor Angélica Zárate, hizo a sus homólogos del PAN, para quienes el artículo 79 de la Constitución local y los nueve magistrados formando el Pleno del Poder Judicial, implica no elegir a uno más, ahora que Tito Cervantes se retire por edad.

Pero de ese llamado, las cosas pasaron a las alusiones personales, de un Marco Mena que en más de un momento perdió la requerida malicia tricolor para abordar una tribuna con todo el peso que representa, y la consecuente respuesta del aliancista Serafín Ortiz Ortiz.

Y así como el agotamiento de los materiales en una bomba de la pipa de Gas Nieto causó la fuga de gas en el hospital de Chimalhuacán, el marianismo acusa los efectos del cansancio de sus componentes, faltos de rumbo y obligados por las circunstancias a convertirse en fajadores de ocasión.

De no ser por la bravura de la diputada Zárate y las protestas de Florentino Domínguez –que también afectaban a los propios- el combate se habría perdido por el coraje de un Mena, vulnerable a la bilis, sabedor que en este negocio, el que se enoja… pierde.

La esencia tiene que ver con el reparto de cuotas en el Poder Judicial, mas no es a base de descontones como aquellas se conservan.

Los laberintos del Revolucionario Institucional cuentan casi con un manual de perversiones donde, de plano condenan el extravío de las formas. Un priísta podría estar profiriendo las peores denostaciones… pero siempre de manera elegante.

Al final, la sesión se dejó para mejores momentos tras registrarse la graciosa el éxodo de un par de comparsas tricolores, Tomás Orea  y Méndez Acametitla, limitados a simples espectadores en este nuevo contexto, donde los que se llaman opositores realmente lo son.

Distractor

Y fue un áureo distractor el tema del artículo 79, porque dio aire al desplome de un Orlando Santacruz, cuyos asideros también se agotan, en ese entorno de buenas relaciones con su sucesor en el ayuntamiento de Apizaco, ¿comprometido a ser cómplice de quien caro le cobra haberlo impulsado al despacho donde hoy opera?

Lo fue tanto que hasta el coordinador panista, Julio Cesar Álvarez, desestimó haberse equivocado junto con el Pleno del Congreso al aprobar unas cuentas públicas que entre otras linduras contienen obras pagadas pero no ejecutadas.

Por eso la Conade comenzó a ver a Apizaco como municipio no confiable para seguirle mandando la papeliza.

En el extremo

Carlitos Carreón, el presidente de utilería del PAN, seguramente recibió la instrucción de defender a Orlando. Y pese a los procesos incluso seguidos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sencillamente se empleó a fondo, y así lo hizo, lo arropó, “mientras no se demuestre su culpabilidad”

Así que quien debería por ética, demandar claridad en las cuentas del ex edil, de pronto descendió a los avernos de la doble moral, donde uno de sus precandidatos tiene severos pendientes administrativos, el otro, la carga de su mecenas Rafael Moreno Valle, orillándolo a lo que es, y un tercero en discordia, apizaquense de origen y adolfista de hueso colorado, al parecer beneficiario de esta aburrida novela, atascada de simulación y de pésimos actores.

Por nada del mundo

Y parece que la máxima es: de ninguna manera permitan que se ahonde en el tema de los 56 millones, porque media docena de tipos, entre ex colaboradores, diputados en funciones y otros simpáticos actores secundarios, van a salir bailando.