Hoy, la secretaría de Salud enfrenta su crisis más grave, administrativa y profesionalmente; pero a la titular la engañan con números alegres y falsos testimonios.
El OPD Salud de Tlaxcala, es un laberinto administrativo con una perinola en manos de Alejandro Guarneros Chumacero. Cada que la gira, dicen… muchos pierden; y parece que él gana todo.
Y si es ofensivo ver cómo a los médicos contratados a penas les pagan la sexta parte de lo que por ley les corresponde, es indignante ser llamados a comparsas para atestiguar los números alegres entregados por Chumacero a la secretaria de Salud, Mercedes Juan, en su reciente gira por tierras tlaxcaltecas.
Atestiguó la certificación del laboratorio estatal de Salud Pública, como espacio libre de humo de tabaco.
Vaya acción trascendente…
Habría sido mejor la confirmación de los registros digitales de pacientes y el supuesto listado de enfermos de insuficiencia renal.
Ambos, se han difundido como logros de esta administración.
Sería bueno que Guarneros, hiciera públicos esos datos. Permitirían constatar el seguimiento de la creciente membresía de pacientes, a los cuales utilizan para hacer bulto en giras como la reciente de la señora Juan López. Y nada más, porque al momento de buscar el cacareado banco de datos nada aparece.
Tal vez sea parte de la política marianista para resarcir el tejido social. Pero hay reglas de operación. Los desplantes de esta particular gobernante son como la carabina de Ambrosio.
Sin embargo cuentan con la complicidad del secretario Guarneros Chumacero. Entonces el incumplimiento administrativo se convierte en cifras maquilladas.
Guarneros debe precisar el estado de las áreas neurálgicas del Hospital Infantil de Tlaxcala (HIT): los tratamientos de los niños con cáncer; trasplantes, enfermos renales y demás gama de males que con mucha frecuencia nos hace recurrir a hospitales de la Ciudad de México o de entidades vecinas como si careciéramos de instalaciones propias.
Debe hacer lo propio en el tabulador de sueldos, porque médicos, enfermeras y administrativos, pasan por filtros laborales y prácticamente trabajan bajo chantaje.
Mientras, el oficial mayor de gobierno, Ubaldo Velasco Hernández, se regodea advirtiendo que los dos años restantes de la administración no habrá una sola basificación más.
La Reforma Electoral
Si en agosto de este no quedan claro tiempos, elecciones recurrentes y las nuevas reglas del juego, estaremos violentando la Constitución.
Parece irreal pero hoy martes, es el día en que Tlaxcala ignora si las próximas autoridades tardarán un año ocho meses o cuatro años ocho meses en el encargo. Y hablo del mismo titular del Poder Ejecutivo.
Expuesto por Ángelo Gutiérrez, el diputado presidente de la Junta de Coordinación del Congreso, está claro el desinterés del Ejecutivo y sus aliados para dar certidumbre, tanto a aspirantes a algún cargo, como a los electores.
Este es un escándalo.
Somos la única entidad federativa con semejante retraso.
Así que cuando el actual líder tricolor, el diputado Marco Antonio Mena, condena que se le llame un presidente de la JCyCP incompetente, comete un pecado de omisión, pues no solo su incompetencia sino su falta de voluntad quedó inscrita en tinta indeleble.
¿Quién se animará a ser gobernador de un año ocho meses?
A eso nos llevó la irresponsabilidad de un alto mando y ayudantes, de este singular logro de inconstitucionalidad a la vista.
Distrito uno
Es la demarcación en los ojos de Marianito, el joven consejero nacional de su partido el PRI, a quien poco interesa el destino de los otros dos candidatos, de los distritos dos y tres.
¿Por qué la diferencia?
Se ve que a Rosalinda piensa manejarla a conveniencia.
Fiel a sus acostumbrados errores, no ha tenido la mínima discreción para expresarlo.
Menudo reto para Tomás Munive y su pupilo Napoleón Ordóñez, encargados por el otro Mariano, para coordinar los distritos dos y tres.
Un apá lépero contra un hijo desobediente…
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