Parece que la carga era demasiada para la joven espalda de quien tiene planes, ambiciosos pero que requieren componer su relación con el alto mando del país
Fuentes de confiar nos revelaron que la intervención de Mariano González Aguirre, como director adjunto del Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fonden), cerraría su ciclo los últimos días de septiembre, con la gestión de ayuda a miles de damnificados en Baja California, tras el paso del huracán Odile (por cierto, fue para decir a autoridades y pueblo de aquella maltrecha entidad que la declaratoria de emergencia se retrasaba debido a la tardía reacción de las autoridades locales).
El caso es que en la Segob se halla vacante el espacio creado en febrero de 2013 especialmente para el hijo del gobernador de Tlaxcala. Y aunque su fuerte son más bien las corridas de toros y el acopio de información y relaciones en su papel de consejero nacional de su partido, habría al menos dos líneas de información para explicar su separación del gobierno Federal.
1.- Que el impetuoso Mariano se desentienda de compromisos laborales que lo distraen del proyecto más importante de su vida, es decir, ganar una elección… la de 2015 e integrarse a la bancada tricolor –incluso portando los colores del Partido Verde- para seguir sirviendo a la causa del presidente Enrique Peña Nieto (bueno, planeando ganar indulgencias y dejar atrás aquella escandalosa derrota de la coalición Compromiso por México PRI-Verde, que en Tlaxcala tronó ante la fuerza de Andrés Manuel).
2.- Que el gobierno Federal lo haya dejado fuera de la nómina ante lo que podría ser un papel, entre regular (más bien tirándole a malito) en la alta responsabilidad que significa la dirección general adjunta del Fonden.
En cualquier caso, hoy el tiempo de Junior solo depende de una agenda propia y si, como dice un alcalde muchacho del PAN (pero amigo de Marianito) tiene listos sesenta millones para ganar el primer distrito, hace rato que debe estar operando para mermar la fuerza alcanzada por el morenista su tío, Alfonso Sánchez Anaya, hoy por hoy el enemigo a vencer en ese feudo, al oriente de la entidad.
La otra versión saldría de las expresiones del secretario Napoleón Ordóñez… con un escenario muy verde en el cual el partido del tucán habría puesto precio a una de las pluris para asegurar la llegada del consejero nacional tricolor a San Lázaro.
Además, la ya no tan muchacha, Arzaluz Alonso, jugaría a perder en el tercer distrito, pero con las bolsas bien llenas, ¿acaso con parte de los sesenta millones aquellos de los que el jovenazo alardea, sobre todo cuando anda alegre?
No es por molestar pero, entre la figura de la (no tan) niña verde y el peso de la también morenista y convencida defensora de las variedades locales de maíz, Ana Lilia Rivera, pues es negativo hacer comparaciones… cuando una eventual avecindada en Tlaxcala va a alcanzar los tamaños de toda una activista, reconocida dentro y fuera de México.
Eso sí, en estos escenarios, a quienes menos tomaron en cuenta es a los militantes del PRI quienes, por su lado tampoco se van a quedar de brazos cruzados.
Pintita
Si un día la diputada Guadalupe Sánchez Santiago, se desmarcará de su apá –como apenas lo hizo de su ex cuñado, acudiendo a la protesta del beatricista César Carvajal (y hasta una vez esposo aunque sea de utilería), a lo mejor nos sería menos complejo entender sus razones para tirarle a la grande.
Plenipotenciaria de la casta divina a costa de la abundancia lograda por un (ese sí) estadista con tremendos tamaños como lo fue don Emilio Sánchez Piedras, a la única diputada federal tricolor le han preocupado más las formas y hasta colgarse de la imagen de su progenitor que, mostrarnos un discurso, también que rompa con esa innegable ultraderecha refugiada en un PRI del cual, contradictoriamente usa sus colores pero, pisotea sus principios de Justicia Social.
Ah con esa generación nini del tricolor, que nos lleva de sorpresa en sorpresa con tremendos altares a la opulencia y un consistente proclivismo a hacer fuchi a los pobres…
Y nos dice que quiere llegar, pero omite decirnos cómo.
Y todo lo atribuye a su genuino derecho de sangre. Okey, pero con esas ideas ligadas a los recuerdos ni se combate el hambre, ni el desempleo, ni la inseguridad (y creo que tampoco se ganan elecciones).
Reclamo
Setenta y dos horas es el plazo fatal para que el ex orticista y actual contralor del Ejecutivo, Hugo René Temoltzin Carreto, ratifique las acusaciones contra el ex rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Serafín Ortiz Ortiz, a quien dijo haber hallado inconsistencias en la auditoría practicada a su administración por la Auditoría Superior de la Federación.
El académico-legislador puso en la mesa de la discusión lo que llama, “fina ignorancia del conocimiento de la norma y del derecho”.
Primero, reclamó a Temoltzin Carreto: “el juicio político sólo podría iniciarse en el tiempo que el servidor público se encuentre en funciones y dentro de un año después, de mi actividad como rector y de las acusaciones del que me he hecho objeto de manera difamatoria el contralor datan del 2009 cuyo asunto ha sido transparentado con toda oportunidad y pertinencia”.
Ortiz aludió al maquiavelismo contemporáneo, acaso por la situación de crisis que vive la pequeña república o mejor… porque el principado adolece de un líder que ni piensa como príncipe, y ha confiado en súbditos de tan inexistentes principios la conducción de una batalla que no debió perder de forma tan miserable.
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