He ahí a Mariano, mezclado entre académicos y líderes inventando nuevas formas de culto a quien juró por esta, no más impuestos… crecimiento inmediato… nada de corrupción…
Ni siquiera es exquisito el oportunismo de Mariano, al asirse de eventos como el mensaje presidencial de Peña Nieto; y no lo es porque sus drásticos cambios de rumbo anulan de plano su escasa credibilidad.
Nada más hay que citar los malos deseos del hacendado a las delegaciones federales; el cómo ha podido desmantelar a la Profepa; sus grotescos desplantes a la delegada de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), cuando sola y su alma ha inaugurado tramos carreteros de los cuales el hoy, repentino seguidor de Peña, no limita los elogios.
Cómo no había de concurrir al mensaje, a Palacio Nacional (y montar, como lo hicieron centenas de pelafustanes, su coche en la plancha del zócalo, convertido en vergonzoso estacionamiento).
Y ahí, según las crónicas oficialoides, confundirse entre académicos y líderes, con el propósito de acopiar razones y emociones para, después boletinar algo así como: “el presidente Peña Nieto vino a dejar huella, a que este país sea otro y se distinga por generar nuevas oportunidades para la gente”.
La frase del momento: “estamos moviendo a México”
La propuesta mariana: ¡sí… lo estamos moviendo!
¿Estamos?
Con las cifras que traemos… discreción sería lo recomendable para el único ejecutivo del país que no ha sido capaz de repartir útiles escolares al inicio del nuevo ciclo lectivo.
Mover a México o, mover a Tlaxcala rumbo al decrecimiento… heredar a un hijo una curul usando recursos del pueblo (al menos lo va a intentar), hacer mutis ante el crimen organizado que entre otras cosas ordeñaba un ducto en Domingo Arenas, Zacatelco, y provocó un incendio (ello paralizó a la planta VW, al no recibir a tiempo arneses de un proveedor suyo instalado de este lado); gastar millones para, “recuperar” la Central de Abasto y la Plaza Bicentenario, y concluir: no tengo dinero para acabarlas…
¿Eso es mover a Tlaxcala?, ¿mover a México?
Autómata
Mas el apoyo a las once reformas de Peña, es hasta con los ojos cerrados, sin advertir las consecuencias, por ejemplo de la Energética que, sin más rubor dio luz verde a los monstruos globales para chupar el subsuelo del país y en el corto plazo dejarlo seco, con el riesgo de parecernos a los inocentes argentinos, endeudados de porvida y sin cosa alguna para responder a esos mismos monstruos que ya se frotan las manos para despojarlos del poco dinero que les queda.
¿Consciente de la aceptación social cuando Peña nos anunció no más impuestos en lo que resta de su administración?
¿Más?
Con razón el concepto mariano de tejido social es de plano tan particular. Aún peor su idea de compromiso social, cuando lo interpreta como la obligación de la perrada para hacer faena sin cobrar peso alguno debido a la obligación como gente que tiene ante un gobierno como el de él, de gente bien…
¿Méritos por apoyar ciegamente la reforma en telecomunicaciones como parte del patrimonio de Televisa para dar más poder a la bestia?
¿Acaso sus paisanos tlaxcaltecas carecen del derecho a disentir?
Pues ayer y anteayer, como Presidencia no se lo proponía, fue el día del Presidente.
Y remedos de político, dicho sea con respeto para el que sin pedir permiso llevó nuestro nombre, dedicaron la jornada a inventar nuevas formas de besar la mano a quien no quiso emular a Abelardo L. Rodríguez y sus informes de ocho horas… a Echeverría y su histrionismo atiborrado de dobleces… a Jolopo, hecho un perro para defender el peso tras vacilarnos con aquello de administrar la abundancia… no los quiso evocar, pero bien que se dejó querer.
Un país cuya autoridad anuncia crecimiento y luego dedica su tiempo a explicar porqué no lo hemos conseguido es el faraónico peñanietismo, al cual dicho sea de paso, no le hacen falta porristas apolillados y afectados por la artrosis de la acción (pero eso sí, bueno pa’l toro).
Han sido días frustrantes.
Quisiera tener un poco de luz respecto a la Procu y su brújula extraviada, dedicada a pepenar ex dirigentes que incumplen con la pensión pero ajenos a los ordeñadores de ductos… a los infames que han degollado por lo menos a tres personas.
A la negación cachetona de aviadores en la USET; al intento de burlar la multa a la Profepa pese a ser consciente del daño causado. No era más que el chantaje de los funcionarios de Peña, para sacar tajada de un estado caótico, desordenado… de un fracaso anticipado y un necesario fin adelantado de sexenio.
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