Con un pésimo expediente personal, el hoy ex delegado de Profepa en Tlaxcala, Jesús Emanuel Romero, dejó la plaza y evidenció la vulnerabilidad del equipo de Peña Nieto
No es que el consejero jurídico del gobierno sea un cínico, pidiendo la conmutación de los 2.6 millones de pesos tras los destrozos al medio ambiente, por los arrebatados inicios de las ciudades Judicial y de la Salud… nos dicen: es tal la escasez de dinero en la administración que hasta las piscachas, como esta multa, se defienden con los dientes.
A lo mejor también gastaron el dinero, bueno… lo invirtieron en la gustosa expulsión del delegado de la Profepa, quien renunció hace unos días y marchó –con todo y su pésimo expediente- a hacer labores de partido a su natal Morelos.
Total, si el dinero puede quedar en manos de los amigos, ¿para qué lo iban a ingresar en las arcas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)?
Sobre todo hoy que, el procurador Guillermo Haro Bélchez, se vio envuelto en el pago de vuelos comerciales para atender asuntos personales… yo digo que les urge dinerito para poder borrar esos pecadillos de los estados financieros, ¡de la Procuraduría del Medio Ambiente!
Miren, si Jesús Emanuel Romero recogió sus chivas de la delegación Tlaxcala, Haro Bélchez compró el escándalo que les platico y el consejero Héctor Maldonado Bonilla, anuncia estar a la espera de la conmutación, pues hay importantes probabilidades que estemos ante el “profepagate”, que ha levantado las naguas a una más de las áreas vulnerables del gobierno de Peña Nieto.
¿Quién gana aquí?
1.- Para empezar, el gobernador Mariano González Zarur, cuyo laberintoso proceder en la adquisición de los terrenos para erigir Ciudad Judicial y Ciudad de la Salud, lo mismo destruyó bosques que, convenientemente quedó a lado de una propiedad que resultó ser suya. (falta conocer el monto de esa adquisición, y si lo gastado coincide con lo recibido por los originales propietarios). Hoy, tras esta bochornosa muestra de corrupción, no habrá poder alguno que impida la reanudación de las obras, por ahí del 15 de este mes, según lo reveló Maldonado Bonilla.
2.- El hoy ex delegado de Profepa en Tlaxcala, Jesús Emanuel Romero, quien a la voz de: “mi compromiso es y será siempre en favor de la sociedad, mi respaldo es y será con el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y mi partido”, bien que nos doró la píldora. Pero su partida tenía que acompañarse de algún detalle, para hacerla un poco creíble… entonces, como Jolopo casi nos hace llorar con esta reflexión: “me fue imposible promover la cultura de protección ambiental, así como el fortalecimiento de la relación entre los tres niveles de gobierno para combatir la tala clandestina en el parque nacional “La Malinche”.
Pero de los asuntos de Ciudad Judicial y de la Salud, ni pío dijo. (pues cómo si a esas alturas probablemente ya andaba bien forrado…)
3.- El procurador del Medio Ambiente, Memo Haro Bélchez, quien juraría por esta, ¡no seguir obstaculizando el progreso de la Revolución!, siempre y cuando sus amigochos de Tlaxcala le ayudasen a subsanar los vuelos esos de placer que seguramente se liquidaron con el producto de las multas por contaminar (no, no, no, qué vergüenza), no es por fastidiar, pero esa es la causa por la que a este funcionario de Peña Nieto, cobró notoriedad como el procurador V.I.P.
Tomasito se encolerizó
Muy molesto porque investigaciones hechas desde el Centro de la República ya nos llaman: “A volar joven”, el muy deteriorado secretario de Educación Pública, Tomás Munive Osorno, se negó a volver a tocar el tema, porque es muy fácil lanzar desde México acusaciones a Tlaxcala… pero así –como dicen ellos- no es… es como dice el titular de la USET.
Tampoco es por fastidiar, pero hay quien ha visto al secretario chapis, chaparrro o Napolión, también conocido como Ernesto Ordóñez Carrera (así lo llaman en su casa, él mismo lo dijo) recibiendo su paga por la labor de maestro de escuela (creo que imparte Ética) (jeje).
Y como él a un chorro.
Pero como nos encontramos en estado de regresión por voluntad del curioso caso de Benjamin Tomasito Button-Munive, nadie tiene derecho a contradecir lo expuesto por tan singular personaje que, dicho sea de paso, cada día está más chiquito…
De acuerdo con el Censo Educativo, Radiografía del dispendio presupuestal, elaborado por México Evalúa, en el subsistema de enseñanza básica de Tlaxcala existen 161 comisionados, 433 aviadores, 771 jubilados, renunciados y fallecidos, y 3 mil 158 que trabajan en un centro distinto a la plaza asignada por la autoridad, según lo consigna una nota de la Jornada de Oriente.
La versión del secretario más antiguo es distinta: tenemos aproximadamente entre 600 y 700 maestros desempeñando funciones administrativas, de ellos vamos el 80 por ciento que ya regresó a sus áreas correspondientes de acuerdo con su nombramiento.
¡Dificil de creer!
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