Deberíamos dar el primer paso: la aceptación de nuestra crisis de inseguridad, porque eso de cacarearnos como el estado más seguro ya suena a pitorreo.
Si del centro al poniente de la entidad registramos decapitaciones y ordeña de ductos de Pemex; si el tráfico de indocumentados y hasta el descarrilamiento de trenes para robar su carga ocurre también ante los ojos de todos, pues no sé por qué la procuradora Alicia Fragoso Sánchez, se empeña en rechazar las versiones de que el crimen organizado nos está afectando.
No sería malo reconocerlo, y como dicen los grupos de auto ayuda: es el primer paso.
Equivaldría a levantar la mano llamando la atención, para reconocer que el resguardo de nuestro territorio demanda mejores estrategias y más recursos, humanos y económicos, porque solos, aislados del concierto nacional no lo vamos a lograr.
La negación rotunda de esta realidad es tan grave que hasta nos haría pensar en el ocultamiento deliberado de información, dejando el campo libre a los grupos criminales interesados en una plaza de gente pacífica, pero harta de que le pinten un lindo paisaje, en el cual un asesinato más o uno menos, no afecta las estadísticas logradas.
Eso no es eficiencia. Es necedad. Y el gobierno va a terminar dejando pendiente la asignatura de la inseguridad.
A cambio
Nos dan con bombo y platillo la captura de una banda de robacoches.
Felicidades, aunque, es obligación de la autoridad.
Ahora, díganme, ¿se cuenta con alguna pista de los decapitados?, ¿sirvieron de algo las indiscreciones del secretario Ordóñez de Gobierno, respecto a la vida personal del desaparecido Andrés Hernández?, ¿esa es la hipótesis de la Procuraduría?, ¿la puede sustentar?
Nos cruzan tantas carreteras; otras están en proceso. Presumimos de ser el estado mejor comunicado por vía terrestre.
Qué bueno, pero esos cientos de kilómetros carecen de una vigilancia eficaz. Las aduanas instaladas en zonas estratégicas no son suficientes.
¿Dónde quedaría aquél activismo de Alicia Fragoso, cuando su agilidad era valor?, ¿guardado en la caja de cartón que suele usar desde que se convirtió en el instrumento frío, insensible y despiadado?
Por lo pronto hoy, no hay voluntad capaz de convencerla de la ayuda urgente.
¿Podemos solos?
Pues esa es la máxima de un gobierno que piensa como pobre, y arrastra a su desventura a esa familia de un millón de miembros, como coloquialmente desea expresar la… abogada de Tlaxcala.
Ex gobernadores alborotan la gallera
¿Qué nuevo plan traerá entre manos el ex gobernador Héctor Ortiz quien, al inaugurar la nueva sede de su partido, el PAC, abandonó aquél soterramiento a los temas grillosos y, le dio por… obedecer a la gente, porque la gente… manda, cuando abrió la posibilidad de contender por enésima ocasión?
Creo que buscará llegar a la Cámara Baja de la nueva legislatura, ¿por qué vía?… chance y por el PRD, o ¿por el PRI?
Seamos francos, hacer política hasta cura a los ex gobernadores de viejos padecimientos. He ahí a otro ex mandatario, Alfonso Sánchez Anaya, buscando abrir brecha con Morena, en lo que sería estrenarse como parte de las tropas de élite de Andrés Manuel.
Y qué me dicen de Beatriz Paredes y su inminente llegada a la nueva legislatura de Peña Nieto.
Con todo y que no la dejaron llegar a la Noche que Nadie Duerme, la actual embajadora de México en Brasil se cansó de la caipiriña y no duda en apostar su futuro a un enésimo retorno a San Lázaro, y a los riquísimos tequilas que le encantan.
Mientras a estos tres ex gobernadores se les queman las manos por acomodarse entre nuevas fichas para regresar a la mesa del juego, el actual, Mariano González Zarur, sigue empeñado en impulsar a los tres casi priístas, Junior, Anabell y Ricardito, en la aventura con menos gas de su historia.
Se le ve cansado a priori.
Harto de usar el seso para lanzar buenas jugadas; dispuesto a salir del compromiso en el que mezcla afectos, familiaridad y… resignación.
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