Bueno, esas fueron las órdenes precisas y contundentes del ciudadano gobernador, al distraerse tantito de sus importantes ocupaciones para enterarse de ese reiterado fracaso
Intuyo las causas por las cuales el contralor del Ejecutivo de Tlaxcala, no ha inhabilitado al oficial mayor y al titular de la USET, ante el grotesco retraso en la entrega de útiles escolares.
Claro que sobran razones para poner a ambos en manos de la procuradora Alicia Fragoso, pero ya ven ustedes que la ineficiencia –y otros vicios ocultos- no se castiga utilizando el mismo rasero.
¿Hay acaso intereses económicos de por medio que, llevaron a dichos subordinados a perjudicar la imagen de su amo, quien por su lado tiene que recurrir a salidas tan balines como aquella de: el gobernador tiene ocupaciones más importantes que la entrega de los útiles escolares?
Si atamos cabos y relacionamos estos desafortunados eventos con la insana imagen de una entidad donde los diezmos alcanzan 14.5 por ciento (la palabra correcta sería complicada pero, dejémoslo en comisión) podríamos explicarnos esa rara actitud, entre desafiante y ladina, como la asumida por el más añoso de los marianistas en el servicio público (o sea Tomás Munive).
“Es muy valorativo lo de tarde, yo no considero que sea tarde, los útiles se ocupan en cualquier época del año”, respondió al reclamo de los medios respecto al enésimo retraso en una acción, esa sí, encaminada a recomponer el tejido social.
Para los papás, contar con libretas y lápices que completen la lista requerida, además de un beneficio económico es un gesto solidario que se agradece.
Pero como dice Munive Osorno: puede ser valorativo…
¿Por qué no consideramos valorativas las comisiones que en el caso de los 260 mil kits de útiles superan los veinte millones de pesos?
Ese porcentaje, que seguro va a dar a las cuentas bancarias de alguien, podría usarse para comprar más libretas… estamos hablando de 2.8 millones de pesos, resultantes de la merma al monto completo.
Entonces, ¿a quién asiste la razón?
¿A la empresa que, haciendo valer el tremendo regalo que ha de pagar a quienes sin mover un dedo obtienen pingües beneficios?
¿Al gobernador que, ha ordenado cambiar de firma, así el año entrante no habrá más demoras?
¿Al contralor del Ejecutivo que, dicho sea con todo respeto, se hace tarugo ante este flagrante delito?
¿Al oficial mayor que, tomó la decisión de dar la venta a DUMA, pese al antecedente de impuntualidad registrado en dos ocasiones anteriores? (recordemos que una más, Tonchis fue el encargado de negociar el asunto de las espantosas chamarritas verdes, caras, tardías y rechazadas por muchos?
¿Al señor secretario de Educación que, con semejante desparpajo nos invita a hacer valorativa la impuntualidad de la peor firma hoy por hoy para comercializar tal pedido?
Bueno, y los señores diputados qué estarán esperando para desmenuzar los paquetes de útiles, como quién dice, cuánto estamos pagando por un lápiz Mirado del 2, pedido 260 mil veces… y lo mismo hay que hacer con las libretas, las mochilas (si es que hay) las reglas y demás cosas, por cierto, todas afectadas con la desagradable manchigreca.
Marco Mena, ¿congruente?
¿No sentirá pena al platicar que estudió en la primaria Luis G. Salamanca?, digo, pudo haberse sumado a las generaciones de ex alumnos indignados por el vil robo del terreno cuando, así, así de rápido, llegó la maquinaria pesada a no dejar piedra sobre piedra, o sea, pruebas de que el edificio no aguantaba repararse.
Como ahora está de moda regresar a la Patria tras sobrevivir en otros confines (aunque nos venden cada leyenda…), no es difícil asignarse virtudes como la congruencia, cuando el principal papel haya sido, el reparto de lana entre una horda pseudo parlamentaria (no todos, claro), cuyo voto, no crean, vale un chorro de lana, porque, verán, de qué otra forma van esos fulanos a financiar sus sueños de seguir en la grilla… okey, en su ascendente (je) carrera política.
En entrevista con La Jornada de Oriente, el presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso, no se ha limitado para aplicarse la de buen hijo y mejor prospecto para ser gobernador… no lo dice, y ni falta que hace.
Lo gracioso de esta generación son las agendas atiborradas de retos como el llegar a Palacio.
No nos dicen cómo van a convencer a la gente, pero de que llegan, llegan. Ese es su plan.
Responsable del rotundo fracaso que encolerizó al tenor Plácido Domingo, al presentarse en el peor escenario (un estadio Tlahuicole mal sonorizado, sucio, lleno de vendedores de frituras y cerveza y con taquillas que primero cobraron para entrar y luego suplicaron para hacerlo), Marco Mena prefiere la senda del auto elogio a la de una sana autocrítica, acompañada por una sentida disculpa a los tlaxcaltecas.
Forma parte de las apuestas marianistas.
Sólo le pediría un favor. Que por una ocasión, por lo menos, plantee sus proyectos, pero sin ofender la inteligencia de quienes han conocido su efímera carrera en Tlaxcala, luego de lo que él narra como la conquista de los Estados Unidos, y del Gobierno Federal.
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