Con la exclusión de Ricardo García Portilla, decenas de jóvenes priístas-marianistas se reunieron para celebrar el arranque del proselitismo del junior.

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Nueva Generación es el grupo recién desempacado de Marianito, acaso con el concepto renuevo generacional implícito. Tuvo este fin de semana su primera reunión en una finca localizada en Santa Anita Huiloac, propiedad de la familia Tobón.

Dos cosas me llamaron la atención. Que llegó Marco Antonio Mena, y que por lo menos del encuentro este dejaron fuera a Ricardo García Portilla. Bueno es que se trataba de puro chavo alivianado (a excepción del muy mayor Marquito Mena). Entre ellos habría disonado el estilo, digamos anticuado del calpulalpense… a lo mejor por ser tan inteligente no encaja con ellos.

¿Quiénes estaban?

Miguel Moreno, Eloy Palafox, Néstor Flores, Yuyo Herrera, Peter Weber, Uriel Vela, Rosita Bretón, Mariano González Aguirre, Josafat Contreras, Jorge Max, Marco A. Mena, Vivs Barbosa Bonola, Liliana Ramírez y Gaby Carvajal Rubilar.

Le juro que entre ellos están los candidatos a los tres distritos electorales federales.

Bueno, ya saben, el junior por el primero, Marquito por el segundo y ¿quién de estos jóvenes le late para el tercero? Conste que Richie brilló por su ausencia… chance y lo excluyeron.

¿Excluído? Pero si es ni más ni menos el líder estatal del tricolor.

Qué raro verdad. A lo mejor lo invitaron y no tuvo tiempo… a saber. Lo cierto es que estos chavos rompieron sus votos de silencio, confirmaron la renuncia de Marianito a la dirección adjunta del Fondem, y la concentración de su tiempo a convencer a la raza de ser la mejor opción para representar al norte de la entidad en San Lázaro.

Y logrado esto, quién lo para en su plan de sustituir a su apá el gobernador.

Interesante el grupo. Nada improvisado, pues del tejido fino que es capaz de hacer Viviana Barbosa (hija de tigre…) a la lealtad de Nestor Flores a toda prueba, hubo una bola de colados también con la gracia de ser funcionarios públicos, del Colegio de Bachilleres, del C-4 y hasta del Instituto Tlaxcalteca de la Juventud (ITJ).

Se puso bueno.

Ahora nada más tienen que aplicarse a fondo para no tronar como ejotes.

Marianito no la tiene fácil. Contenderá con su tío Poncho (Sánchez Anaya) a quien su tercera edad no lo dobla, y al contrario, lo anima a olvidar que la rodilla le duele en temporada de lluvias. Y ahora con el bodrio de PRD en que devino la otrora fuerza amarilla, más se enfunda en la camiseta de Morena.

A este relevo generacional lo que le hace falta es una obligada actualización, para no seguir siendo parte de un instituto político al margen de la imagen del Presidente.

Es tanta la emoción de ir solos en la versión marianista del carro ganador que olvidaron su pertenencia a una bola de engranes que datan de la Revolución Industrial porque en ellos sigue vigente la máxima aquella expresada por don Fidel: el que se mueve no sale.

El difícil encargo de renovar la dirigencia panista

Le hemos dado vueltas al asunto. No hay duda, los panistas deben pensar en una tercera vía. Alberto Cano Cortesano ya levantó la mano. Tiene el respaldo de Jesús Treviño, un militante fundador del PAN en Tlaxcala.

Insistir en que Aurora o Adriana se queden con el paquete es caer en el riesgo del odio perenne. Tiene que ser alguien con la suficiente capacidad de seducción para convencer a estas dos lideresas de que su calidad de hembras alfa las obliga a dar una tregua. Si las dos salen al escenario es probable que se agredan.

Actualizadas, pero sin quitar el dedo del renglón de los principios panistas. No le veo otro camino. Y hoy, que Aurora y Adriana, forman parte de la Comisión Permanente (órgano de dirección nacional que, según los nuevos estatutos, asumirá las facultades que antes eran atributo del Comité Ejecutivo Nacional).

El Congreso, lo que viene

¿Cuánto tiempo demorará tener una respuesta de la Corte en el caso de la Comisión Permanente, apócrifa por incumplir con la votación legal de 22 sufragios?

Seguro más de lo que tardará en funciones. Pero sentará el precedente. Temas de trascendencia requieren ese número de votos, así que hoy podría reformarse la Constitución en uno de estos agandalles del PRI y sus aliados. Y no se vale.

Pero si en la Corte dilata este asunto, lo que ya camina es la solicitud de juicio político en contra de la diputada perredista Eréndira Jiménez, cuya provocación para tirar a la Permanente ha sido el peor error de su carrera, hasta entonces ascendente.