Aparecen los nombres de constructoras de reciente creación pero elevadísima facturación, en manos de familiares del titular.
Pese a que los constructores agremiados de Tlaxcala han llegado a reconocer que hay voluntad en el ejecutivo para proveerlos de información, vía la presión ejercida por la Caiptlax, algunos detalles como asignaciones a una tal empresa creo que llamada Trejo, o algo parecido… y creo que de un sobrino del alarife del régimen, les han mostrado el camino para no aflojar pues, se advierte que lo tienen pescado de donde más le ha dolido.
En el terreno legal, por cierto, dicha cofradía de empresarios ha puesto el grito en el cielo ante la ausencia de los mecanismos básicos de funcionamiento, como principio del caótico desempeño en el cual se halla inmersa la Secretaría de Obras de Tlaxcala.
A menos de dos años de vigencia del agresivo marianismo (digo en el tercero y ya con candidato esto será puras cenizas) lo mismo el capítulo de las obras que otros temas, como el apoyo al campo, inflamaron el talón de Aquiles mariano y acabaron por hacer efectiva el dicho aquél en el sentido de la estrepitosa y apurada caída que suele darse en los habladores, más que en personas carentes de algún miembro inferior (más rápido cae un hablador que un cojo).
La caja de cristal, usada a inicios de sexenio como la tarjeta de presentación del sistema pseudo priísta, con alto contenido orticista y con un pan-perredismo tan gacho como el rendimiento de sus baluartes en acción, lo que prometía ser una administración modelo devino en lo que ya estamos viendo.
Ni siquiera la comunidad de constructores puede presumir de haber asestado el marrazo al de por sí cuarteado muro mariano de la obra pública, pues ha sido su propia ineficiencia, vía una burocracia torpe pero engreída, la responsable abrir tantos frentes, animada por su temperamental patrón que, al final de cuentas lo llevó al matadero.
Investigaciones de legisladores interesados en el inacabable hilo conductor de Secoduvi, facilitaron la clausura de dos obras emblemáticas, las ciudades judicial y de la salud.
Fue tal la modorra de la burocracia mariana que no fue capaz de cubrirse a sí misma. Y ocasionó el cisma.
Entonces, al gobierno federal comenzó a llamar la atención el festín del gobierno tlaxcaltecas por cuanto obra pública. Y aquellos delegados, a quienes el anfitrión del estado vilipendió cuanto pudo, se encargaron de cobrar las afrentas… y hasta el delegado de Semarnat disfrutaría esas medidas luego del maltrato del ejecutivo, a quien como de costumbre no le tomó ni medio minuto ofenderlo, humillarlo y correrlo de su despacho.
Romano acabó por darse cuenta que tanto desafío a la irresponsabilidad tenía un límite.
Ronda una guadaña. Y los barrotes de la cárcel son pulidos porque según se aprecia, no habrá voluntad superior para proteger a los culpables de esta vergüenza.
Zacatelco, Velázquez a poner orden
El ex candidato verde a alcalde de Tlaxcala, Antonio Velázquez Nava, ha llegado a la tesorería de Zacatelco, a revisar el desorden que dejó una vieja conocida suya… la lideresa del sector Salud, Blanca Águila, con quien ha tenido más de una escaramuza.
Y se encontró con un panorama al que no se le veía fin. Pero nunca es tarde para comenzar a poner la las finanzas de ese municipio en orden, sobre todo hoy que apenas once de los sesenta munícipes han obligado a sus tesoreros a presentar la cuenta pública de enero.
Algo tienen que hacer
El alcalde de Tlaxcala, Adolfo Escobar Jardínez, reconoció la gravedad de la descarga de agua negra de cientos de viviendas en la zona del Cuarto Señorío y Las Ánimas, a un predio particular a cuyo dueño los responsables de esta tragedia ecológica, añosa por cierto, tienen que pagar sesenta millones de pesos por orden de un juez federal.
No es por alarmar, pero las lluvias están comenzando y la inmundicia amenaza con hacerse infinita desde el predio afectado, hasta la laguna de Acuitlapilco… así de grave está este asunto, complicado aún más con la construcción del libramiento, cuyos proyectistas pasaron por alto que meter mano a los niveles de tierra da como resultado el rompimiento de un importante sistema hidrológico.
Aunque hay una fuerte multa a los responsables –todo indica que se trata de Pensiones Civiles de Tlaxcala- tendrán que explicar a miles de habitantes el porqué de su indolencia al ser enterados una y otra vez que por su inacción se ha formado un inconcebible foco de infección en plena capital de Tlaxcala.