Dio el primer paso, lo aceptó. Tiene varias deudas, morales y económicas que liquidar, pero, nunca es tarde para comenzar.
Es probable que al autor de las palabras, “concurrentemente” y otras que sembraron la discordia entre ejecutivo y la universidad pública, le den vacaciones permanentes, porque alguien tenía que cargar con la responsabilidad. Y no va a ser el alto mando… ¿cómo podría aceptarlo?
Lo bueno del asunto es que los marianistas y su líder se dieron color que, como cualquier ser humano son falibles y también pueden, como cualquier mortal, reconocer sus metidas de pata, tratando de enmendarse con el respetable.
Si fueron capaces de corregir el contenido del artículo siete de la nueva Ley de Educación, y resultado de ello, lograron la unanimidad, también lo han de ser con otros temas, como el de la centaviza que regresó a las arcas federales, por culpa de algún distraído, incapaz de ver la bola de ceros que suelen ir cuando se habla de tres mil millones de pesos.
Esa cantidad, dispuesta por el gobierno federal para recuperar y sanear el Río Zahuapan, se nos fue de las manos.
¡La tuvimos que regresar!
Alguien, como en el tema de las palabritas esas que nos referimos al inicio de la presente, tiene que reconocer su responsabilidad.
Es uno de esos daños irreparables, porque, a ver díganme, quién nos podría resarcir 3 mmdp, si ya los destinaron a otras necesidades, seguramente tomadas más en serio que esto del capítulo ecológico en el estado más pobre del país.
Ya que hablamos de reconocer metidas de pata, hablemos de los mecanismos mediante los cuales regresaremos más de 300 millones de pesos, detectados en irregularidades por la Auditoría Superior de la Federación. ¿Cómo le vamos a hacer para juntar esa cifra y depositarla en la cuenta que nos ordene la ASF?
Pues empobreciendo más al estado, ¿de qué otra manera?
Ustedes conocen los talones de Aquiles: Salud, Educación, Obra Pública.
¿Con qué cara explicarán al pueblo de Tlaxcala el surgimiento de dos o tres nuevas constructoras, cuyo influyente y temporal propietario, dejó los números rojos –de los negocios en los que invariablemente quebró- y se dedicó a (mal) administrar la abundancia, la brutal abundancia, esa que pone en riesgo la salud y la misma vida de cualquiera a quien le llega así la riqueza.
El caso es que el marianismo se ha declarado falible en este tiempo de consolidación.
Pues nunca es tarde para reconocer errores de impopularidad como haber impuesto al ex encargado de la cartera del estado en el PRI.
El partido sigue en las mismas. Él mismo busca las maneras de hacerse candidato a diputado federal –y aplica los números alegres- sin darse cuenta que hoy va a enfrentar enemigos de la talla de Noé Rodríguez Roldán, dispuesto a cualquier cosa para que esos personajes que lo aniquilaron ni sueñen con un triunfo electoral.
Claro, la perversión del grupo empoderado no podía sino cosechar problemas tras haber sembrado semejante cantidad de odio, venganza y corrupción.
Así que hoy, cuando debiera insistir en temas como el de la palabrita “concurrentemente”, involucrando a una USET con solvencia moral y poderío incuestionable, tiene que recular ante la burla de encargarle meter mano en los planes de estudios de la UAT.
El primer paso es la aceptación.
Y creo que la administración lo dio. Por su salud.
De ahí… al cuarto paso ¿no?, para encontrar alivio a sus desvaríos y esperanza a sus depresiones.
Pero nunca es tarde para comenzar.
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