Hasta el mismo mandatario habla de no tener comprada su salud… los odios que despierta llegaron al nivel en que por salud (del estado) esta pesadilla tiene que acabar.
Pasó el tiempo y se acortó la mecha. Y a los universitarios ya no les cuadró el caballo legal de Troya que el gobernador Mariano González Zarur, les quiso mandar vía la aprobación de otras partes secundarias de la Ley de Educación.
Pero los huevos que llovieron en el Salón de Plenos no son sólo el colesterol regado en las curules, sino el fulminante por medio del cual se formalizó la confrontación entre marianismo y un orticismo con el plus de encabezar a un creciente número de grupos, incluidos priístas, decididos a castigar de alguna forma los desvaríos del hacendado.
De la Plaza Bicentenario se despojaron muy a tiempo. El rector Víctor Job Paredes Cuahquentzi, se encargó de desairar a una administración estatal dispuesta a aplicarse a fondo con tal de obstaculizar la conclusión de esa magna obra.
Como ustedes verán, no era el tiempo ideal para responder hostilidades.
Pero al paso de las semanas ambos bandos tuvieron algo que consolidar. Mariano lo llamó así, el año de la consolidación, acaso el nivel donde rompe la recta con algún ángulo hacia arriba y, comienza el franco descenso.
Los otros consolidaron los rencores de panistas, priístas, perredistas, petistas, ciudadanos sin partido, todos con una constante: el desempleo… el maltrato.
No es aventurado sumar a esta situación aquellos anuncios no pedidos, de la salud no comprada de un Mariano a quien sus majaderías salieron de control. Y hoy nada más hay que verlas como repetidos aludes… lodazales que ya no pueden parar.
Hay que ir pensando en un relevo adelantado. Por salud, sobre todo del afectado por sus propias raíces libanesas, asunto que a propios y extraños les es irrelevante.
Ser víctima de sus caprichos es miserable, sobre todo cuando de aquella posibilidad, aunque sea así de pequeñita de acariciar la calidad de estadista, ha quedado esto que ustedes y nosotros vemos: una tina de hiel y un retroceso que difícilmente podrá ser superado.
A toro pasado en el Judicial
Al magistrado Jerónimo Popocatl, de plano se le olvidaron los buenos tiempos, cuando pudo hacer equipo con el entonces presidente Justino Hernández, y sacar raja de aquella relación.
Hoy, en medio de un silencio cómplice y una ingratitud lógica, pretende hacer escarnio de un Justino que aquí entre nos no está manco, y seguramente usará artimañas semejantes para refrenar las embestidas de un Popocatl de mala memoria y nula casta.
Alerta, fraude a la vista con, ¡chatarra!
Resulta que los camiones de limpia, con tantos kilómetros como millas tiene la funcionaria esta… hay cómo se llama… ajá, sí… esa… que durante años dieron servicio en el municipio de San Pedro Cholula, serán comprados, ¡como nuevos!, por algún municipio tlaxcalteca, al que el asunto de la limpia se le ha salido de control.
El mecanismo fraudulento no es nuevo. Administraciones panistas se han pasado de listas, haciendo el negociazo con la chatarra a la que pintan bonito, medio reparan, y a las pocas semanas… ¡se rompen!
Y como también ya cobró notoriedad entre munícipes entrantes y salientes, la Auditoría Superior de la Federación, trae una lupa de este tamaño para ver quién es el o la alcaldesa ratera de algún municipio tlaxcalteca que se quiere exponer a dicho acto fraudulento.
Oigan pues qué chuecos. Hay que estar muy atentos a los banderazos de flotillas de limpia para cerciorarnos que no se trate de simpáticos remedos de camiones recolectores y al rato, ahí estemos lamentando las consecuencias.
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