Falta de palabra, falta de ganas, o exceso de mala leche, son reflejo de lo urgente que es sacar de la jugada a los servidores públicos cansados de sí mismos, por ser tan ineficientes.
Los cambios en el gabinete no deberían tardar más, sobre todo en el capítulo de la gobernabilidad, dos de cuyos elementos presentan claros signos de agotamiento: Joaquín Flores Nophal y su jefe, el secretario de gobierno, Miguel Moctezuma Domínguez, faltos de interés para dar continuidad a los asuntos que, en consecuencia detonan en verdaderos problemas.
Ellos demandaban la desaparición de aquél mito llamado Mario Armando Mendoza.
Y cuando se dio las cosas complicaron más. No hubo ya quien a nombre del gobernador les picara las costillas, y los pendientes siguieron acumulándose.
La consecuencia más delicada es esta evidente devaluación de la autoridad… esta falta de credibilidad que, confiada en la macana de Orlando May Zaragoza, supone al tejido social vulnerable al miedo, y acaso piensa imponerse a base de amagos, de los cuales también forma parte la Procuraduría.
Moctezuma allanó el límite de lo tolerable en aquella búsqueda de las tablas cuando los medios pidieron la postura de la Segob ante el cura activista del PAN, motivo de nuevas elecciones en Apetatitilán de Antoniio Carvajal.
En aquella ocasión, el señor Moctezuma sorprendió a todos dando la espalda. Esas son las ganas de la autoridad para aplicarse a fondo.
De entonces a la fecha, de los cierres al lanzamiento de huevos; de las sonadas derrotas en la urna a la popularidad del gobernador sacrificada -dice- en aras del crecimiento del estado.
Mariano ha cometido el error de sembrar en su equipo la semilla de la arrogancia. Ha permitido el enfrentamiento interno de intereses que al acercarse su adelantada y necesaria sucesión ha comenzado a demostrar que su lealtad mariana comienza a ser relativa.
Aún no inicia la segunda parte del régimen, y campea el desánimo.
El mandatario tiene que ajustar las tuercas. No puede seguir sintiendo ese miedo que se manifiesta con ofensas y golpes en la mesa.
De su vocero a su encargado de Coracyt, de su secretario de gobierno al encargado de obras, todos ellos han medrado de esa inseguridad como resultado del desgastante proceso de imposición de un estilo rebelde a actualizarse.
El vecino Moreno Valle Rosas, tuvo que recurrir a la OCDE para gritar a Tlaxcala que su atraso no esta inmerso en la dinámica nacional, sino en un enfrentamiento interno que causa parálisis por el miedo al ridículo.
Cómo pensar en que firmas de la talla de Audi se queden aquí, si entre los mismos servidores públicos hay un desconcierto delirante.
Los útiles, tarde pero llegaron
Parece que la autoridad comprendió la trascendencia de aquella frase: «no le quiten lo sencillo».
Es tan valioso cumplir con un mandato constitucional, como el reparto de los útiles escolares que, hasta parece una labor sencilla. Y así debería ser.
Pero como somos campeones en complicar las cosas, nunca es tarde para comenzar.
Enhorabuena a los niños y a sus papás, a quienes no cayó nada mal un par de cuadernos, reglitas y lápices para hacer menos pesado el gasto familiar.
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