Chamba segura dentro del estado o en el ámbito de la justicia federal, a cambio de la ratificación de la que todos hablan; por lo pronto Ortega despachó a su segundo enemigo cortándole el rabo en la corrida del mestizaje en la hermosa plaza de Huamantla.

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Quedó revoloteando como mariposa la duda, sobre las causas para que Pedro Molina, el magistrado presidente de la Sala Electoral Unitaria (SEU), recibiese en días pasados al formidable matador de toros, Rafael Ortega, pero impugnado alcalde electo de Apizaco.

Nos dicen nuestras fuentes que, más o menos lo medular sería: …ratificas mi triunfo, dice la superioridad que tienes chamba asegurada en el Poder Judicial Federal.

A lo mejor el indiscutible triunfador de la corrida del mestizaje en Huamantla (cortó rabo Rafael, felicidades) supuso que su ingenua sinceridad con el magistrado ex orticista no trascendería y que, nadie iba a deducir, mejor dicho a confirmar, que en el proceso electoral apizaquense estuvo metida la manota del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Ingenuidades por varias causas:

1.- Ganar en automático en la instancia local no es garantía de su toma de protesta. Entre más rápido se diese ese visto bueno, estaría agilizando la impugnación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

2.- Ofrecer chamba en el ámbito federal a nombre de su patrocinador, pero en una forma tan falta de tacto pondría en riesgo su misma relación con el ex mandatario hidalguense, a quien este favor se le está convirtiendo en una molesta piedra en los zapatos de sus arqueados miembros inferiores.

3.- Estamos claros en los dos momentos vividos en la jornada. El que mostró la fuerza de Rafa, el que hizo al marianismo tomar la iniciativa y meterse a ensuciar el proceso. Según lo apreciamos, hay un tercer momento, incipiente pero que muestra una nueva actitud de Osorio Chong… dejando hacer… dejando pasar… a ver qué dicen sus socios del proyecto este de monopolio político llamado Pacto por México.

El rabo cortado el sábado en Huamantla muestra el auténtico y natural oficio de Rafa Ortega. Una cosa es triunfar (por cierto con juez al que algunos podrían tildar de espléndido) en los ruedos y, otra muy distinta, despachar los asuntos propios de la administración del municipio más rico de Tlaxcala.

Les «rompieron las narices»…

Ver a la Arrolladora tocando a todo pulmón es gratificante, más si ocurre en la Feria de Chiautempan y todavía más, si se ocupan lugares de privilegio.

Así se encontraban el regidor de Contla, Beto Carreto Guarneros y, Chava Temoltzin, sí hombres, esos que han dado lata como ellos mismos en el juego de la extorsión legal al PRI (yo creo que bajo la premisa: ladrón que roba a lad…)

Fuentes que no fallan nos aseguran que esos dos alegres personajes, seguro se dejaron llevar por las canciones de la Arrolladora, y comenzaron a chulear a guapísimas vecinas de mesa.

Cuando ese cortejo se hizo acoso, van apareciendo los compañeros de aquellas, fornidos, altotes y pegalones (seguro eran judiciales federales) y les van arrimando una paliza que, «se dejaron largado» (jeje) pero quedó un hilito de sangre que manaba de sus oficicios nasales (o sea, les partieron su mandarina en gajos)

Varias de don Peter

El viernes pasado la PGJE entregó cerca de las 11:10 horas al ex candidato del PVEM un citatorio para que se presentara ese mismo día a las 11 horas a la dependencia para desahogar una audiencia conciliatoria, pues resulta que enfrenta una acusación penal por difamación por parte del alcalde priista Pedro Pérez Lira.

El motivo: las bardas que el PVEM y Antonio Velázquez mandaron a pintar antes al inicio de las campañas oficiales para las presidencia municipales. En una de ellas apareció la frase Pedro Pérez a la cárcel, situación que generó la molestia del sensible edil capitalino, quien de inmediato dio la orden para que fueran borradas.

El priista no contento con eso acudió a la PGJE y presentó una denuncia que quedó registrada bajó el número 574/2013/Tlax-4.

El motivo que genera tal acusación es ridículo, pero aún más la celeridad con que la PGJE trata de desahogar el caso.

Sería increíble que tal denuncia prosperara, pero conociendo el trabajo de la Procuraduría no descarte que en unas semanas nos enteremos que según la evaluación de los psicólogos de esa dependencia determinen que Pedro Pérez sevio seriamente afectado y que Velázquez Nava dañó los sentimientos e imagen del edil y que por tal razón el priista dejó de gobernar bien el municipio.

La exclusión de Adolfo

Tomada en la terraza del Palacio del Ayuntamiento de Puebla (con la hermosa Catedral al fondo), integrantes del Consejo Nacional de Alcaldes de México, encabezados por su presidente, el alcalde poblano Eudardo Rivera Pérez, posaron para la foto oficial.

Tres alcaldes tlaxcaltecas destacaron ahí. Pedro Pérez Lira, del municipio de Tlaxcala; Orlando Santacruz Carreño, de Apizaco, y Adolfo Escobar Jardínez, electo del municipio de Tlaxcala.

Oh sorpresa, esa foto fue difundida por el Ayuntamieto tlaxcalteca, ¡sin Adolfo Escobar!

Un pésimo trabajo de photoshop deja ver pantones azules de tonos distintos al fondo del cual fue excluido el presidente electo de Tlaxcala.

Y todos voltearon a ver a Pedro Pérez Lira, quien hasta este momento, ni ha aclarado si fue él quien dio la orden, o si se trató de la iniciativa del vocero suyo, con la creencia de que nadie lo iba a notar.

El silencio de Pedro es cómplice de su ridícula acción.

Sefoa, reaviva el escándalo

Lo peor de las 25 mil toneladas de fertilizante cuya sustracción  de las bodegas de Sefoa sigue alimentando la duda, es que ni así permitió el triunfo del tricolor en municipios como Altzayanca, considerado el centro de operaciones para el supuesto teje y maneje de ese químico.

Y ante la dilación de las instancias que conocen el otro cochinero, el de Sefoa, el diputado Fortunato Macías, reúne más elementos para compulsarlos en la tribuna con la escasa información soltada por dicho ente, reprobado en su cuenta pública, pero sobre todo a niveles infernales por cuanto a la moral con la cual debiera conducirse el ala oficial de apoyo a los campesinos del estado.