La historia se repite, Joaquín Cisneros y Ariel Lima no pueden ponerse de acuerdo cuando hay centavos de por medio…  ¡sí pero hoy son millones!

No ha de ser tanta la pena para Joaquín Cisneros Fernández, el papel de  afanoso buscador de un empleo, de lo que sea y, conseguir muy fuerzas, una delegación federal, la menos importante, sino las cuentas que no le cuadran tras su aparatoso paso por la presidencia de la Feria de Tlaxcala.

¿Cómo va a justificar una ominosa millonada ante el Órgano de Fiscalización Superior (OFS)?, ¿Cómo justificar que una vez más volvió a caer en la trampa, tendida por ejemplo por, ¿colaboradores suyos? con los antecedentes de Ariel Lima Pineda?

Aquí está muy clara la situación… el gobernador Mariano González Zarur, confió en su estimado amigo, decente, entusiasta y solvente. Y parece que su amigo le falló. No le hace que esté participando en el reparto del botín, digo de las delegaciones federales y, hasta de las diputaciones locales, impulsando la delicada y frágil figura de Marquitos Mena, el ex de Turismo que también quebró al gobierno cuando se animó a traer a Plácido Domingo, con la pretensión de ganar harta lana, pero con la novedad que perdió, y en fea forma (no recuperó ni una partecita de los 18 millones destinados para pagar al tenor hispano-mexicano).

Pues qué caray, verdad… las cuenas no salen. Y en una administración de naturaleza gerencial, son esas, las cuentas lo que más le preocupa al gerente-mandatario estatal, quien por cierto a su modo ha adelgazado a la burocracia, denigrado puestos como los de directores a jefes de departamento (como ocurre en la Procuaduría) que ganan considerablemente menosy, acostumbrados a cierto nivel de vida, pues les han quedado libres las manos para hacer de las suyas.

Una de las primeras chambas de Cisneros lo llevó a protagonizar, en los tiempos de la hegemonía tricolor, su papel de repartidor de tierras, en el programa agrario que respondió a la legítima inquietud de luchadoras como Natalia Teniza y Rosalía Peredo.

Decenios y decenios después vuelve al mismo ámbito. ¿Acaso es el fin de su carrera?. Pues creo que a sus años, hace tiempo debió haber tenido una retirada digna y aplaudida, mas el ansia de participar en acciones que no dejan piedra sobre piedra cuando se trata del patrimonio del gobierno, lo han llevado a incómodas crisis, como aquella disputa con su sobrina Lorena Cuéllar Cisneros, por una senaduría.

Acabó por combatir a su propia parienta, en un papel entre misógino y geriátrico, que acabó por devaluarlo a los niveles de delegado de quinta, con fuertes pendientes económicos ante las autoridades fiscalizadoras.

Las alianzas parecen no concretarse

Entre panistas y perredistas, todo indica que las pragmáticas medidas para ganar a cualquier costo la próxima elección se está quedando en una frustrada iniciativa.

Y eso ha de generar pingüés ganancias al pescador Héctor Ortiz, frente a quien el río revuelto de los partidos y las mencionadas alianzas malogradas, lo colocan en una situación  privilegiada, y le permiten colocar en su red a decenas de operadores, algunos simpatizantes suyos y otros no, pero eso sí, todos con la consigna de oponerse a Mariano a como dé lugar.

Teniendo al Partido Alianza Ciudadana (PAC) como cuartel general, Ortiz se ha dedicado a acrecentar su membrsía, a unos cuantos días de concluir el plazo para conseguir esas famosas alianzas entre la Derecha y la Izquierda… bueno, entre los grupos que detentan a esas franquicias, al alcance de quien pueda pagar el precio de sus voraces militantes.

Los fiesta brava, un patrimonio que comienza a producir

Con carteles estupendos con figuras como Pablo Hermoso de Mendoza y David Silveti, la fiesta brava en Tlaxcala se convierte en atractiva alternativa para un público exigente de todos los confines del país, capaz de trasladarse como sea, con tal de ver a sus artistas preferidos en el ruedo.

Otros matadores locales, como el Pana, reconocido en todo el mundo por el estilo que le ha merecido el sobrenombre de «El último de los toreros  románticos», da también lucimiento a al ambientazo taurino que crece en serio porque igual tomaron las autoridades a esta celebración.

Acaba de comenzar en Apizaco una semana de actividades culturales taurinas. Enhorabuena porque no puede haber sino éxito, ya que mediante páneles y otra suerte de conferencias, se dan cita otro tipo de luminarias del ámbito taurino: cronistas, artistas plásticos y otros.

Ojalá Tlaxcala dé ejemplo de organización, por ejemplo obligando a los vendedores a mantenerse quietos durante las corridas, a los ganaderos a surtir realmente buenos encierros y a los jueces, para que ni sean vendidos como tampoco insensibles.

Con tantas ganaderías bravas, comenzando por las del gobernador, Mariano González Zarur: La Soledad, Rancho Seco, y siguiendo con las icónicas Piedras Negras, Atlanga, Coaxamalucan, esta es la gran oportunidad para que Tlaxcala destaque, incluso por encima de plazas como Aguascalientes, donde el gusto por el toro y la organización de ferias, seguramente con transparencia, son una constante que les permite contar con una excelente industria sin chimeneas.

Hablar del toro sin considerar a sus opositores antitaurinos dejaría incompleto el equilibrio en el cual la fiesta puede considerarse en un entorno pleno.

Los argumentos antitaurinos deben ser respetados, creemos que en un marco de coexistencia con su contraparte, donde todos tengan derecho a expresarse.

El beneficio económico a un estado pobre, sin embargo, puede ser el detonante que dé sustento a la hace poco declarada Patrimonio Cultural de Tlaxcala… la más hermosa de las fiestas.