¿De qué sirvió mandarse a fotografiar acariciando la mano de Elba Esther? De nada, la convocatoria de maestros fue magnánima.

Entre los errores tácticos marianos, postrarse anteayer ante Elba Esther, en el informe del vecino Moreno Valle, pues fue caravanear a la declarada enemiga del presidente Enrique Peña Nieto.

Una raya más al tigre. Ese tigre que actúa por instinto, o según se lo mandate una especie de medicación irregular que, entre la gente del gabinete significa repentinos zapes, súbitas ofensas y, pasados unos minutos… hasta exabruptos afectivos.

Pero no todos los que tratan con el mandatario tlaxcalteca lo ven con ojos como los de sus subalternos. La prueba más reciente fue la oportunista foto con la maestra… qué todo México se entere que mi relación con ella me permite tomar su mano derecha con las dos mías, afectivas y cariñosas.

En un arranque de esos, en el informe que le platico se diría a sí mismo: mi manchis… ataca, Y ahí lo tienes, seductor, afable, encantador, sumiso.

¿Sirvió de algo?

Nel.

Miles de maestros coparon las calles de Tlaxcala. ¿Cantidades?… de diez mil en adelante. Algunos hablan de casi 20 mil. Numerosos miembros de la chiquillada sindical (como el Justo Sierra) aprovecharon la ocasion para negar a su vendido líder, y adherirse a la 55.

Ello significa la devolución, no negociable, de la casa y los 500 mil, entregados a cambio del apoyo a la manchiley.

¿Sirve la coyuntura como herramienta electoral a los profes? Por supuesto. Con la ayudadota mariana, hasta el más ingenuo personaje de la política aprovecha la charola de plata puesta para servirse.

El instinto bajo el efecto irregular de la farmacia ha dibujado en estos dos años el sube y baja ideal para los adversarios politicos. ¿Cree usted que no pesa para el peñismo, el multitudinario coro magisterial alternando consignas contra la reforma educativa y contra la manchiley?

Al priísta local educado a la antigüita la falló la máxima del hoy extinto Don Fidel: «el que se mueve, no sale»; y él se ha movido a destiempo cada que puede.

¿Le parece inteligente desafiar al magisterio, pisotear sus derechos en materia pensionaria, y luego hacerse fotografiar como tierno cordero. lamiendo las garras a la astuta zorra de esta fábula?

Para nada.

En cambio, reafirmó el rechazo de los ciudadanos que, sin vela en el entierro, vieron su casa copada de personas no invitadas, dejando un mensaje muy claro: «ni un voto al PRI». Y eso se pega. Lo debió advertir don González. Pero no lo hizo.

Y el asunto del interinato, superado el plazo constitucional para impedir una nueva elección, sigue siendo el tema que mañana, con otra marcha -esta vez del poderoso Siete de Mayo- vuelva a cimbrar calles y bulevares de la capital de Tlaxcala.

Recuerdo hasta dónde es capaz el magisterio de sacudir a gobernantes tlaxcaltecas.

A José Antonio Álvarez Lima, un movimiento liderado por Manuel Campos Bárcenas, lo hizo tambalearse. Y no padecía como el actual, del desamor del CEN y Presidencia. Al contrario.

A Sánchez Anaya, el Magisterio le hizo ver su suerte. Y lo doblegó. Recuerdo al entonces secretario de Gobierno, el perredista Fabián Pérez Flores, sin zapatos, con la camisa abierta, cual singular trofeo del magisterio a la inflexibilidad de ASA. Acabó por hacer más de las concesiones que le pedía.

Pero hoy, me desconcierta la ambivalencia de don Mariano. Llevémoslo al terreno taurino. Sale de los corrales y se muestra bravo, astifino, caribello y con un morrillo tan alto, superior incluso a los de Rancho Seco. Primer tercio: hace contacto con el de a caballo. Y al primer puyazo busca aparatosamente la querencia. «Es un toro manso». Su lidiador lo persigue con el capote. Aquél rasca, recula. Y nuevamente busca las tablas.

Y la gente, que atiborra la plaza, grita sin concesión al juez: ¡fuera. fuera, fuera! No quieren a ese toro manso que aparentaba nobleza. Este ordena banderillas negras. ¡Qué humillación! Yen lugar de lidia, esto se convierte en una vil caza y acaba con una muerte humillante.

Josfina, aprovecha la distracción superior

La señora directora del Colegio de Bachilleres, Josefina Cuéllar, ni tarda ni perezosa aprovechó la crisis de su superioridad para despacharse con la cuchara grande en la estructura de la institución. Colocó a incondicionales suyos, tal vez bajo la premisa: si es chicle y el patrón se va, los nombramientos quedan. Ó, qué se va al jefe a estar fijando en estas míseras flechas, si ahorita lo que está en juego es su mismo cuello.

Como subdirector académico… el al ahijado de su hermana, Pedrito Ramos, quien sustituye a Mao Rivera Sánchez, quien ahora se desempeñará  como nuevo subdirector de Paraescolares.

Pancho Juárez Muñoz, es el nuevo subdirector de Planeación. y en la sub-dirección Administrativa llegó también un tal Memo, muy ligado a la seño Chepina.

También rotó a algunos directores de los planteles, pues el que estaba en el plantel tres se fue al catorce, sólo por mencionar un ejemplo. Y en el caso de los coordinadores regionales, estos fueron cambiados a otras zonas de supervisión, pues el uno paso a la coordinación dos, el dos a la cinco, el tres a la uno, el cuarto a la tres y el quinto a la cuatro.

Todo ello sin el consentimiento de Tomasito Munive, el secretario más ruquito del sexenio, y mucho menos del ciudadano gobernador, por cierto muy ocupado en hacer fiestas a la maestra.