Según el seretario técnico del Consejo de Seguridad, Benito Hernández, aquí en el estado vivimos tranquilisisísimos… su humor es intolerante.
La negación reiterada del agobio padecido por ricos y pobres en Tlaxcala, ubica a las autoridades en un mundo paralelo, donde los criminales no existen, y en los remotos casos en los cuales negarlos sería ofensivo, entonces nos enfrentamos -dicen los jefes de la seguridad- a fuereños que, «circunstancialmente vinieron aquí a cometer sus fechorías».
Su problema es presupuestal.
Y por no alzar la voz, temerosos que los corran, entonces inventan historias inverosímiles… cuentos chinos que contrastan con las versiones de las víctimas, a quienes la cultura de la denuncia va en caída libre porque a resumidas cuentas da lo mismo enterar o no hacerlo, de su sufrimiento a los responsables de cuidar la integridad y el patrimonio de los tlaxcaltecas.
Atribuir los males del estado a gentes de fuera, dilapida en voz de los funcionarios el acentuado amor que sentimos por la patria chica.
Se trata de exacerbar una especie de chauvinismo aislante -¿se acuerda de la isla beatricista de la fantasía?- y de culpar a los medios de comunicación de infundir miedo a las masas, pues si muchos no supieran de la desgracia de otros, realmente viviríamos bajo el manto de esa, «altísima tranquilidad» a la que alude el secretario técnico del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Benito Hernández Fernández.
Sabemos de la pésima condición de los equipos con los que se apoya la inteligencia del gobierno. De las preferencias de Hernández por privilegiar asuntos de carácter partidista, pero asumiendo actuaciones que nos harían pensar en un preocupado y aplicado funcionario. Y eso no es cierto.
A la procuradora Alicia Fragoso Sánchez, también la agobia la falta de presupuesto. Lo pudimos ver con el titubeante y errático operativo de ministeriales para rescatar a una mujer de la turba en El Carmen Aztama.
Si el equipo humano de esa institución tuviese capacitación constante y los recursos necesarios para actuar en casos como el descrito, no se habría dado la tremenda y escandalosa golpiza a uno de ellos, en imágenes que le han dado la vuelta al mundo, exhibiendo la barbarie de esta provincia mexicana, donde a las autoridades, o les falta compromiso o les sobra ineficiencia.
El secretario de Seguridad Pública, Orlando May Zaragoza, oscila entre el ideal castrense para formar a sus batallones de policías preventivos y la pobreza desbordada de ellos, en su mayoría empleados en otros trabajos que les permitan sortear el hambre y los inacabables gastos para sostener a su familia.
Los valores infundidos por May Zaragoza, no quitan el hambre a sus elementos.
Entonces, hace lo que puede con lo que le dieron.
Igual que Fragoso Sánchez, igual que Benito Hernández y su señorial flema, igual que el secretario de gobierno Noé Rodríguez Roldán y el conformismo que lo copa, como le ocurre a sus sienes y zonas aledañas, con ese encanecimiento que debiera demostrar sapiencia… debiera.
Así que en este sistema no se hace lo que se debe, sino lo que se puede.
Pero al hablarlo con el tejido social -roto- los funcionarios intentan jugar sus índices en las encías de aquél.
Y, ¿sabe?, ese tejido social roto ya está harto de semejantes demostraciones.
Por eso, el trato duro de la abuela -matriarca de la comunidad española hacia el coordinador de los esfuerzos de todos.
Gobernar no es vociferar.
Ni justificar.
Menos simular que las cosas van viento en popa, sabiendo de los huecos a través de los cuales nos hundimos.
Hay crimen organizado en Tlaxcala.
Las autoridades lo tienen que asumir.
Y no disponen de más opción que enfrentarlo, encarcelar a los criminales y sentenciarlos.
Pero, si se pasan la vida platicando que la criminalidad es circunstancial en la isla que habitamos, lo mejor sería que cambiasen su trabajo.
¿Qué tal montando una obra del teatro del absurdo?… o de humor negro.
Ah, ya sé, nuestra sugerencia podría ser la venta de pensamientos positivos a través de hot line, así como lo hacen los bodrios de Televisa, dedicados a adivinar el futuro.
Happy birthday
Para finalizar, le cuento que el miércoles de esta semana un grupo de priistas invitó a Mariano González Aguirre a una comida de agradecimiento por el trabajo realizado en los pasados comicios, sin embargo la reunión era una fiesta sorpresa por el cumpleaños del hijo del gobernador.
La reunión que se llevó a cabo por el rumbo de la PGJE no sólo fue aprovechada para celebrar el cumpleaños número 28 de Mariano González, sino que además para pedirle su intervención para que en las elecciones locales del próximo año no se cometan los errores que se tuvieron en los pasados comicios respecto a la designación de candidatos y la falta de apoyo económico para movilizar a sus seguidores.
Fue entonces que los priistas animados por el festejo del cumpleañero lanzaron el grito de guerra. En 2013 viene la revancha y ganaremos todo. Salud.
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