Pese a la orden expresa del gober, para que así de rápido le fuese tomada la protesta al diputado suplente de Lorena Cuéllar, resulta que la indisciplina y falta de voluntad de la bancada tricolor fue la responsable de que dicha curul aguarde el retorno de la sobrina de don Joaquín Cisneros.
El diputado priísta Silvestre Velázquez Guevara, cada día manda más. Sí, porque manda y manda, y nadie lo obedece…
Y eso le ha costado el más doloroso distanciamiento con aquél a quien rinde cuentas, o sea el gobernador Mariano González Zarur.
Hace poco sonó el teléfono en la oficina del ex orticista Silvestre.
– Me comunica con el diputado, indicó una garbosa voz femenina
– ¿De parte de quién?, respondió la muy actualizada auxiliar.
– ¡Del señor gobernador! (bueno ahora también dicen, del licenciado Mariano y ha quedado prohibido llamarlo contador… eso no es cool)
Y la auxiliar de Silvestre –como ocurre con la gran mayoría en el Palacio Legislativo- tuvo que justificar la ausencia de su jefe, quien en ese momento atendía a una importante comisión (80 por ciento de los casos, andan en etílica convivencia, el resto lo ocupan para aliviar las crudas).
-¿Cómo que no está el diputado?, el lic. Mariano desea preguntarle si ya cumplió con tomarle la protesta al suplente de… cómo se llama… ah sí… Lorena Cuéllar (el tono despectivo era lógico).
Siendo la auxiliar de Silvestre de las ejecutivas acostumbradas a trabajar bajo presión, así de rápido se le prendió el foco y se puso a responder a los cuestionamientos de la importantísima voz al otro lado del teléfono.
El caso es que un poco gracias a la comunicativa secretaria y otro, al desesperado Silvestre, quedó claro que los priístas hacen en el Congreso lo que se les viene en gana, y aun con el tremendo compromiso de obedecer ciegamente a su patrocinador -¿se acuerda del millón para obra?
O sea, la división priva en los cubículos tricolores de Allende 31, donde se ha comprobado que los manotazos y gritos marianistas no pueden disminuir ni un día porque a esos bárbaros de los diputados ya no los espanta.
El terror merma
En el subconsciente de subordinados (vasallos pues) crece la ilusión de que un día, ojalá no muy lejano, tendrán los suficientes arrestos como para renegar de ese marianismo dominante y puedan entonces gritar como si fueran Lupita Dalessio: ¡hoy voy a cambiar!
En el inter, así en montón y ocultos en el manto de la caótica bancada donde despacha Silvestre, los legisladores tricolores dan muestra de haber tomado la medida a quien suponía tenerlos comiendo de su mano.
No sabemos qué provoque esa reacción, pero cada vez son más los grupos o sectores determinados a romper las ataduras de aquél régimen de terror tan insistente en repartir zapes, cachetear mesas y mentar madres en pleno diez de mayo.
Ahí tiene usted a los diputados del PRI, cuya falta de voluntad para tomar la protesta al suplente de Cuéllar Cisneros, ni siquiera es un gesto solidario con la hoy dandidata progresista al senado, sino una forma de no sentirse autómatas, como lo cantaba Dulce al interpretar “tu muñeca” (la que usas y ya está jeje).
En otras palabras, cunde el desorden ante la obsolescencia de un régimen totalitario donde la razón nada más asiste al líder.
¿Un botón más de muestra?
El magisterio. Nada más se habló de recortarles sus bonos y ándale, se desbordó la ira elbista.
Claro, hay otros a los que nada más se les puede entender como viles oportunistas. ¿Ejemplo?, un tal Rubén Darío que, ignorado por su majestad, decidió desandar el camino al orticismo, como si fuese el hijo pródigo (con cara de chofer de ATAH).
Los jubilados y pensionados, a quienes les solucionaron el problema de sus pagos pese a los cuentos chinos de la quiebra y la incapacidad para cubrir la próxima nómina.
Pero el día en que se rebelen las máquinas que tiene trabajando en la Segob, en Finanzas, en las campañas… ese día va arder Roma.
No imagino, por ejemplo al subsecretario ese michoacano, ah sí a Mario Armando (sí hombre, el que se da el lujo de poner a Joaquín Cisneros como lazo de cochino por no hacer campaña) mordiendo la mano que generosamente lo ha más que alimentado. Aunque no está tan lejos.
O a los aparentemente leales secres, malos malos para los encargos del gober, pero buenos para hacerle la barba y, cuales eunucos, asegurar su permanencia en la corte haciendo lo que todo saltimbanqui.
El candidato acosador
Ha de faltar poco para que los enemigos del simpático Enrique Padilla, hagan efectiva la exhibición de presuntas denuncias por… dicen que por acoso.
Recordemos que al orticista-marianista se la tienen sentenciada los integrantes del poderoso grupo al que pertenecía y al cual, dio la espalda para hacerse el aparecido en el marianismo.
Y el Colegio de Bachilleres, punto de encuentro de personalidades como esta que le comento, vive momentos de intensa grilla, como era de esperarse.
Resulta que la nueva administración, encabezada por mister Lumbreras cortó cabezas, como ni siquiera su amo puede hacerlo. Todo para colocar a sus íntimos.
Las remociones llegaron a los oídos de quiquepadilla, quien pidió apoyo a Mario Armando y, ¡para afuera todos los lumbreristas!
En este desorden tan rico en grilla y tan alejado de la ética, quien más pierde es el tipo este que suplica el voto de confianza de los ciudadanos del segundo distrito.
Si recordásemos que el tal Padilla iba para senador, pero por hablador Beatriz lo bajó a diputado, no quiero ni pensar lo que pasará el día en que todos sus enemigos se las cobren juntas.
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