Entre políticos-primos lo que llegan a usar los priístas disfrazados de perredistas para reclamarse por ejemplo, que a la fecha la esposa de uno no ocupe la dirección del Cobat. * Destino: Miami, ¿cómo quiere su nueva cabellera, señor candidato a senador?

¿Será una constante el incumplimiento de compromisos por parte del gobernador Mariano González Zarur?

Bueno, al menos personajes como su primo, el senador perredista Alfonso Sánchez Anaya, rompió el silencio y le reclamó –ya sabe, mediante claves que nada más ellos decodifican- (eso creen): “lo importante para el actual gobernador priista de Tlaxcala debe ser el hecho de poder cumplir con el pueblo sus compromisos que hizo durante su campaña política”.

Aquí lo importante es darnos cuenta que la crítica a Mariano parte de otro hacendado (ya sabe verdad… Mariano cría toros y ASA comerciaba con mulas). De poder a poder… si uno usa su cornamenta para horadar al tejido social, el otro activa la potencia de sus cuartos traseros.

La cosa es que Tlaxcala, bajo diversas siglas, tuvo un grave retroceso que dio al traste con la democracia. Curiosamente la usó para lograr el voto del pueblo, pero una vez en el poder, ya sea el güero de rancho o el gobernador hacendado, nos han visto como minúsculos mortales cuya obligación básica es adorarlos sin hacerla de tos.

Y no crea  que la incursión de Héctor Ortiz haya sido tan afortunada. Al final de su mandato logró almacenar tantos odios que… ni a cuál ir.

1.- El primer error de Mariano González Zarur, es afirmar que la alternancia no ha servido para nada, pues él mismo es parte de esa condición a la que maldice. Su idea es que el PRI jamás debió dejar el poder, pero los votos del pueblo así lo decidieron.

Habría que precisar, verdad… se trataba de priístas con piel de perredistas (ASA) o panistas (HIOO), mientras la verdadera militancia de esos institutos políticos, por primera vez se dio el lujo de ser gobierno. Entonces el poder en los mandos medios cambió de destinatarios, pero los altos mandos han seguido siendo los mismos.

2.- ¿Cuál sería el compromiso non, incumplido por González a su primo el güero ojiazul? Digo, si nos llegara a fallar la memoria, recordemos que fue un compromiso hacer titular del Cobat a Maricarmen Ramírez García, la talentosa e inseparable compañera de ASA. A la fecha ahí la ve usted dirigiendo un plantel de ese sistema, el de Apizaco, pero el ofrecimiento de convertirla en la mera-mera no se ha hecho realidad.

3.- Ya suman decenas o tal vez cientos los casos de promesas incumplidas o convenios desconocidos una vez pactados por el mandatario estatal y, yo creo que el caso más escandaloso es sin duda el de Marianito, metido con calzador al Consejo Político del PRI y luego enjaretado en la campaña de Enrique Peña Nieto, cuando el compromiso al inicio del gobierno se estableció con claridad: “ni familiares ni amigos”.

4.- ¿Le parece que entre dos viejos amigos, como Mariano González Zarur y Joaquín Cisneros Fernández, quepan los claroscuros consistentes en: “te hago candidato a senador, pero luego te achico, te nulifico mandando a mi cuñado como tu suplente, bajo la condición de renunciar a la titularidad de la senaduría cuando a mí se me pegue la gana”.

El arte del engaño no se da a don Mariano. Debe ser el exceso de años o una especie de maldad genética la que suple con violencia a las verdades a medias.

Y en eso consiste el incumplimiento de compromisos. Los hombres y mujeres del poder suelen salirse siempre con la suya, nunca cumplen, pero su facilidad para engañar a sus gobernados es tal que hasta las mismas víctimas llegan a adularlos.

Pero eso no se da en Tlaxcala. Aquí, tras el engaño viene el coscorrón, no sin antes haber dado mil manotazos en las pobres mesas de palacio… hombre qué culpa tienen los muebles de ese mal carácter.

Destino: Miami

La pregunta hecha por los cirujanos al candidato más viejo de Tlaxcala tuvo que ver con la estética: ¿cómo quiere su nueva cabellera?… puede ser al estilo José Luis Rodríguez “el puma”… de honguito como Paul Maccartney, o tal vez la prefiera con un unos pocos de chinos elásticos, al estilo del Angel del Rock, Laureano Brisuela.

Sea como sea, qué mala onda de dejar a sus gentes de la campaña colgados de la brocha, nada más para solucionar un problema que tiene que ver con impedir lo inevitable: la vejez.

Un injerto capilar tendría que acompañarse por el necesario estiramiento de cara, con el riesgo de acabar como Lin-may o como Silvia Pinal.

Y tampoco se diría que el trabajo quedó a satisfacción sin aplicar generosas dosis de bálsamo de la eterna juventud, nada más para hacer realidad aquello del septuagenario que se siente tostón.

El que a dos amos (no) sirve

Ya entendemos las causas por las cuales el vocero de Tlaxcala, cuando llega, nada más es por las tardes a su oficina… pues tiene el compromiso de asesorar a Blanquita Alcalá, la ex alcaldesa poblana que quiere ser senadora.

O sea, cobra aquí y cobra allá.

Nada más a un gobernador como Mariano González Zarur, le puede ocurrir esto… un subordinado al que le canta, “el tiempo que te quede libre/si te es posible dedícalo a mí”.

¿Pero qué pasa con la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y con la de obligaciones de los servidores públicos?

Más claro ni el agua.

En Tlaxcala y en Puebla, hay quien las pasa por el arco del triunfo.

En abierto desafío a los tres o cuatro regaños feos-feos en público de la gente. Qué digo regaños… verdaderas despedidas.

Mira nada más… mientras la imagen del gobernador de Tlaxcala anda por el número 32 a nivel nacional, el responsable ya no sabe qué hacer con sus talegas rebosantes.

Eso señores, es habilidad… qué trabajen los que no saben.

Al fin que el gobernador lo permite.