Como los organizadores de los viajes a Nueva York y Japón, no han sido capaces de informar de manera formal las causas de los mismos, los montos utilizados y el beneficio que traerían a la entidad, el OFS prepara una detallada incursión en estos graves casos de opacidad.
Como podemos ver, el yen japonés tuvo un ligero incremento entre el 11 de enero de este año, al siete de febrero del mismo, al pasar de 5.63 yenes por peso, a 6.06 yenes por peso. Esa es la información que tanto se ha complicado en la Secretaría de Finanzas (Sefin) para entregar un informe decente al Órgano de Fiscalización Superior (OFS) y que ahora detona la intervención del mismo para pedir cuentas claras al funcionario.
(código del tipo de cambio del yen japonés a pesos mexicanos, desde el diez de enero de 2011 hasta el 7 de febrero de 2011) Fuente: http://www.indexmundi.com/xrates/graph.aspx?c1=JPY&c2=MXN&lang=es
Es decir, si el gobierno erogó 160,587 pesos en la jornada del gobernador Mariano González Zarur a Japón, el gasto ascendió a más de 973 mil yenes (a un tipo de cambio promedio de seis yenes por peso).
Mas lo importante, para el OFS y para el Congreso del Estado no es enfrascarse en el ámbito de las cotizaciones, sino conocer las causas reales para los famosos viajes, tanto a Japón como a Nueva York, porque al día de hoy brilla por su ausencia cualquier tipo de inversión o, al menos no se ha difundido con formalidad y precisión en qué benefició a la entidad el haber realizado ambos destinos.
Si la causa obedeció –como se filtró en la Secretaría de Desarrollo Económico- que los traslados serían para buscar la mejoría en la salud del mandatario, me parece que el pueblo de Tlaxcala sabrá asumir una actitud humana y solidaria con su autoridad, cuyo bienestar físico vale cualquier gasto partiendo de la idea que, estando el mando en óptimas condiciones, el estado completo recibirá los beneficios de un comandante apto para encarar cualquier reto, por elevado que este sea.
Pero la opacidad se impuso.
A tal grado que el calificado secretario de Finanzas, Ricardo García Portilla, dejó esa información fuera de la cuenta pública entregada al OFS.
Al igual que ocurrió al entonces presidente del Patronato de la Feria, Joaquín Cisneros Fernández, el funcionario a cargo de la correcta administración de las arcas tlaxcaltecas, fue rebasado por acciones que mezclan el autoritarismo y el desgano.
De manera muy básica podremos darnos cuenta que al haber gastos de semejante calado, habrá alguien que gane y otra parte que resulte perjudicada.
Claro, nos referimos a los viajes internacionales y a la presentación de Plácido Domingo, esta última, en calidad de un esfuerzo muy mediocre por traer un espectáculo cuya naturaleza es sobresaliente pero, las condiciones en que se ofreció dejaron mucho que desear.
Ambas acciones carecieron de planeación. Caen en el molesto concepto de las ocurrencias sin reparar en las consecuencias.
El anuncio hecho por el titular del OFS, Crispín Corona Gutiérrez, para ahondar en dichos temas, es el resultado de la improvisación en el quehacer oficial. Y ello deriva en un potencial problema de carácter autoritario: “si el auditor quiere cuentas claras, es porque obedece a una actitud lesiva al gobierno”.
Oiga, ¿qué papel desempeña aquí el secretario de la Función Pública, Hugo René Temoltzin Carreto?
Hasta ahora, un silencio chicho. El funcionario, incapaz de golpear al pesebre demuestra en consecuencia la aplicación selectiva de la Ley, pues lo mínimo que se esperaría es una severa sanción al secretario de Finanzas, a la secretaria de Desarrollo Económico y al titular de Turismo, responsables todos de este par de acciones vergonzantes acciones que, por cierto tienen un autor intelectual, a quien sus subordinados carecen de alternativa que no sea actuar en calidad de cómplices.
Machetazo a caballo de espadas
Quedó confirmada la vulnerabilidad del área de inteligencia marianista, en manos del michoacano Mario Armando Mendoza, de quien hay evidencia de un uso convenenciero de datos delicados para manejarlos a interés, claro pasando sobre la autoridad del responsable de la política interna del estado.
El bunker en cuestión comenzó a padecer filtraciones. Crece la versión en el sentido que, sería un tal Arturo Sánchez, el encargado de sustraer fechas, lugares, cifras y demás elementos de inteligencia a los cuales tiene acceso, para proporcionarlos a una funcionaria (Gladys Flores Sánchez), quien se desempeña como directora académica del Colegio de Bachilleres (Cobat).
El parentesco entre ambos demostró su eficacia para hacer lo impensable: espiar al espía; demostrarle que puede ser contraproducente el ser receptáculo de semejante flujo para cuya obtención se utilizan los sistemas más avanzados de intervención telefónica y hasta seguimientos personales, muy al estilo de la KGB o de la CIA.
La información es poder. Enterada anticipadamente de decisiones cupulares que afectarían el empleo de otro pariente suyo, la funcionaria de marras acudió –según consta en el registro de visitas- en noviembre del año anterior ante Miguel Ángel Moreno Mitre, secretario particular del gobernador, a implorar piedad para que su hermano, Octavio Flores Sánchez, de probada lealtad orticista, no quedase fuera de una dirección de Informática, en la cual seguiría laborando.
Atribuyen a un ex colaborador marianista, resentido por quedar fuera del proceso electoral, el cuatro puesto al michoacano y a su amiga, Paola Flores, también empleada del Cobat.
Así se las gastan en las entrañas del marianismo y así, se trafica con información oportuna para impedir la pérdida de chambas y, ¿usted metería las manos al fuego si en lugar de empleo se tratara de un jugoso negocio?.
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