De una cosa estamos seguros, es tan amplio el resentimiento generado al interior del partido, que el gobernador Mariano González Zarur, debe apostar a un solo candidato… su vástago, al que hizo consejero nacional y procura todos los cursos intensivos de liderazgo.
Hay múltiples expresiones de PRI con el ánimo exacerbado de reclamar la porción de instituto a la que se sienten con derecho y, por el momento mantienen la esperanza de que las aguas no lleguen más allá de los límites de riesgo, aunque dicha empresa les demanda un tremendo nivel de simulación. Hablan insistentemente de unidad, ¿pero qué concepto de unidad?
No hay quien dude que la hegemonía en ese partido la detenta –como botín de guerra- el marianismo. Ni que el líder de esa corriente aplastará a quien dentro del partido se oponga a sus planes.
¿Quiénes son los candidatos de esa corriente?
Creo que nada más habría uno. Se llama Marianito y a juzgar por el caprichoso actuar de su señor papá, ha de llegar a la Cámara de Diputados, cueste lo que cueste. Digo, esto no sale del terreno de la especulación, pero a ver dígame, ¿para qué meterlo con calzador al Consejo Político Nacional (CPN)?, ¿Para qué tantos cursos intensivos de liderazgo?, ¿acaso no estamos ante un acto de solidaridad paternal con un vástago con más ganas que capacidad?
Seamos realistas. La actuación del marianismo en estos primeros diez meses sembró un profundo resentimiento dentro del partido. Y este activará –se lo juro por esta- el voto diferenciado como una reacción del colectivo tricolor ya fuera del control del gobernador y líder de ese instituto político.
Los hechos anticipan que el mandatario se halla más que consciente de ese riesgo (por eso el blindaje a la llegada de su descendiente) y como en el palenque de la Feria (por cierto en manos del ex diputadazo-jugador César Carvajal González) se la juega por el partido colorado, aun a sabiendas este dispone de gallos, unos muy viejos, otros fuera de condición y los demás, sin ánimo de competencia.
No se necesita ser adivino para notar el coraje del líder en contra de su propio partido. Y los deseos incontrolables de ver su emblema rodar por el suelo. Y luego gritar a la cara a los posibles perdedores lo despreciables que son, sobre todo si los compara con él y su triunfo electoral con el concurso de muchos, pero con la creencia personal de una gracia divina.
Está claro que el primero de los abanderados al senado sería Noé Rodríguez Roldán, quien parece seguir al frente de la Segob por unos días más, luego de la reunión de petit comité encabezada el viernes anterior por el gobernador Mariano González Zarur.
Sus nexos con Enrique Peña Nieto, sirvieron para poner quieto a quien lo mismo lo coloca en las nubes nombrándolo coordinador de Planeación o titular de la Segob, que lo hunde en el pozo, haciendo de su vida en este último encargo un verdadero infierno de humillaciones, falta de recursos y falta de autoridad.
Dejar al marianismo es para Noé una esperanza de vida en la política, mediante un equilibrado impulso al interior del PRI, con la voluntad de Peña Nieto, y con el obligado respaldo del mandatario estatal.
Joaquín Cisneros Fernández ha sido un celoso guardián del negocio marianista en la Feria y no la ha desaprovechado para organizar comidas –cualquiera responde con sí automático a la invitación del ex senador- reuniones, invitaciones a espectáculos, en fin todo cuanto la seducción de quien detenta el poder en este evento puede funcionar para su causa.
Es un político de setenta que se siente de cincuenta. Creo pertinente colocar sobre ese legítimo ímpetu, lo conseguido en su paso por la legislatura pasada, cuando fue un deseo ver despuntar a nuestros entonces senadores tricolores. Y no peco al confesar mi frustración.
De la secretaria general del PRI, Anabel Ávalos Zempoalteca, habría que anotar la reiterada disculpa a las majaderías de Mariano, quien la habría convencido de hacer equipo con el gris Arnulfo Arévalo, prometiéndole la candidatura al senado. La cosa es que le cumpla.
Insistimos en ello, porque de unas semanas hacia acá, trascendió el coqueteo de Mariano con un antecesor suyo en el gobierno, con marcadas diferencias ideológicas, pero con una fobia en común. Hablo de José Antonio Álvarez Lima y la antipatía a flor de piel por Beatriz Paredes Rangel.
Mire lo que son las cosas, en este mar turbulento del marianismo en el PRI, dos víctimas del desencuentro (por cierto a causa de la abyección personificada en un vocero) pudieran hasta conformar la mancuerna de su partido para contender en julio de 2012: Joaquín Cisneros y José Antonio Álvarez Lima. Los dos haciendo causa común, en contra de Beatriz.
Con estos nombres pueden hacerse las combinaciones que guste. Joaquín-JAAL, Noé-Joaquín, Joaquín-Anabel.
Una cosa le digo, cualquiera que sea la fórmula, su eventual triunfo electoral dependerá de sus propios recursos y de su estrategia, pues con Mariano poco contarán.
Vale mencionar la opinión de una aspirante más del PRI al senado, pero muy a distancia de González Zarur.
Lorena Cuéllar Cisneros, insiste en el renuevo generacional como una necesidad de sobrevivencia para su partido. Porta la bandera de ganadora, la única en una elección histórica para el PRI, cuando perdió todo –bajo la dirigencia de Linda Marina Munive Temoltzin- pero carece de las simpatías de Mariano.
Y Mariano genera la división en el terreno familiar de los Cisneros, alentando a Joaquín como su candidato, seguro, para aplastar a su sobrina –pues se trata del anticipado juego sucesorio en 2016- pero no se da cuenta que su maniobra también promueve una nueva corriente dentro del PRI, la que apoya a Lorena, pero en realidad se identifica por un creciente antimarianismo.
Según Lorena, el PRI deberá echar mano de sus candidatos mejor posicionados.
Juzgue usted si este grupo de priístas cuenta con un posicionamiento a la altura de la urgente necesidad del tricolor para salir bien armado a la tremenda batalla en las urnas en 2012.
Enfrenta a un enemigo de cuidado: el orticismo. Con un líder –el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz- dispuesto a dar la batalla y con seguidores con muchas causas para malquerer a Mariano González Zarur.
Sin embargo no haga apuestas adelantadas. Tome en cuenta la fuerza que pueden adquirir AMLO o Marcelo Ebrard, tras la encuesta, sobre todo porque no importa quién gane pues están unidos.
Así que la mesa de 2012 no será exclusiva de dos. La Izquierda recupera fuerza y se coloca como una alternativa necesaria para impedir el caos tras el priato y el ágil paso errático del PAN en la Presidencia.
Nada más falta que la izquierda en Tlaxcala sea capaz de organizarse.
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