El PAN sólo será competitivo si va de la mano del ex gobernador Héctor Ortiz. De lo contrario su derrota será inminente.
El PAN por sí solo es competitivo en Tlaxcala. No, de ahí que pese a los desaciertos de la actual administración estatal que encabeza Mariano González Zarur y que le pegan al PRI, el blanquiazul si quiere ganar algunas posiciones en los comicios de 2012 tendrá que amarrar al ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz.
Si la lógica política existe en el PAN, Héctor Ortiz deberá ser candidato al Senado en la primera fórmula y en la segunda podrán aparecer panistas como Adriana Dávila o cualquier otro militante, pues sólo así el blanquiazul estaría en posibilidades de dar pelea en las próximas elecciones.
La nominación del ex mandatario panista depende de ciertos factores que cada día se registran y que lo apuntalan.
Primero, los constantes ataques y señalamientos de corrupción que hace el gobierno de Mariano González a su antecesor. Aunque Héctor Ortiz valoró la opción de su retiro político al concluir su sexenio, lo cierto es que ante tales cuestionamientos sobre su proceder consideró que necesita fuero y una tribuna para defenderse.
Dos, en el PAN ya quedó demostrado que sólo puede competir si el ex gobernador pone en marcha su estructura y aporta recursos, situación que es conocida por los candidatos presidenciables del blanquiazul, quienes estarían avalando la nominación de Ortiz al Senado.
Josefina Vázquez, Santiago Creel y Alonso Lujambio pugnarían por Héctor Ortiz como primera fórmula a la Cámara Alta. Ernesto Cordero y el gobernador piadoso Emilio González probablemente se inclinarían por otro panista, lo cual implicaría la inoperancia del grupo orticista y por ende la derrota de ese partido.
Tercero, Héctor Ortiz sabe que su participación en los comicios del próximo año dejará en la banca a su hermano Serafín Ortiz, ex rector de la UAT, quien simplemente no logró reunir el consenso de los orticistas para heredar el control del grupo. Además, en un proceso electoral es impensable que haya dos Ortiz como candidatos.
Por tales razones, si bien Adriana Dávila, la ex candidata perdedora al gobierno de Tlaxcala tiene la mira en el Senado, no descarte que su participación en las elecciones de 2012 sea a una diputación por la vía plurinominal.
Y hablando de aspirantes a las diputaciones federales, anote usted a Alejandro Aguilar como un serio candidato al distrito uno. Él es de los pocos panistas que puede presumir haber ganado dos elecciones constitucionales, la alcaldía de Huamantla y una más de diputado.
Muchas palabras y pocos hechos
Al gobernador Mariano González Zarur le sigue faltando consistencia y coherencia en su discurso, porque si bien la semana pasada afirmó que en su administración se terminó con los amigos en el proceso de asignación de obras que prevaleció en el gobierno de Héctor Ortiz, en realidad hoy no se sabe a quiénes pertenecen las 100 empresas que realizan obra en Tlaxcala.
Por más que busca uno información en la página de internet del gobierno, el padrón de proveedores no aparece ni la lista ni los montos que se están ejerciendo, así como tampoco las compras que ha realizado el gobierno estatal.
Debería existir congruencia en el mandatario estatal. El día que el Oficial Mayor, Ubaldo Velasco, se ponga a trabajar en sus labores y deje la grilla política –porque aspira al Senado-, quizá se pueda conocer esa información, porque sino la caja de cristal que prometió González Zarur sólo se quedará en el discurso.
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