Los priistas se están reagrupando y por sus acciones en Tlaxcala, pareciera que no están dispuestos a heredar el poder a alguien ajeno de su estirpe y descendencia.

 

 

Beatriz Paredes Rangel, la ex gobernadora de Tlaxcala quizá con mayor influencia entre la clase política de la entidad, sabe que el PRI, su aún partido político, está moribundo y sin ninguna posibilidad de disputar la gubernatura en el 2027, por lo que su coqueteo con Morena, el gobierno lorenista y con las familias Sánchez Anaya y Ortiz Ortiz no pasa desapercibido.

 

La ex senadora se resiste a su retiro político y sus últimos movimientos delatan su interés de influir en la sucesión de la actual mandataria Lorena Cuéllar Cisneros, por eso se dejó consentir el pasado viernes por el alcalde de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, uno de los aspirantes lorenistas a la candidatura de Morena al gobierno, quien logró convocar también a los ex gobernadores ex priistas Héctor Ortiz Ortiz y Marco Antonio Mena Rodríguez.

 

Si bien Tlaxcala ha tenido gobiernos emanados del PRD, el PAN y de Morena, en realidad se ha tratado de ex priistas que optaron por abandonar el ex partidazo para conseguir el poder con otro instituto político, pero nunca se han olvidado que su carrera e impulso político se los dio el PRI.

 

Ahí están los casos de Alfonso Sánchez Anaya, Héctor Ortiz Ortiz, Lorena Cuéllar Cisneros y los ex gobernadores del PRI que aún viven como Beatriz Paredes Rangel, José Antonio Álvarez Lima, Mariano González Zarur y Marco Antonio Mena Rodríguez.

 

De todos ellos, sólo el longevo político de Álvarez Lima está convencido en que el próximo gobernador o gobernadora sea un personaje sin lazos y antecedentes priistas, como es la actual senadora Ana Lilia Rivera Rivera.

 

Sin embargo, pareciera que los demás se están uniendo, por ejemplo hay quienes dicen que es cuestión de tiempo para que Beatriz Paredes se sume a Morena, como en su momento ya lo hizo Marco Mena, director de la Lotería Nacional que está más que agradecido con el partido guinda que no sólo le otorgó impunidad, sino que lo arropó con un puesto y un buen salario (177 mil pesos) para él y sus cercanos colaboradores como María Alejandra Nande Islas, subdirectora de Administración y Finanzas y Manuel Camacho Higareda, gerente de la Coordinación de Asesores, quienes se embolsan cada mes 150 mil y 96 mil pesos, respectivamente.

 

Sobra decir que el ex mandatario priista también logró que su sumiso hermano, el ex diputado local del PRI Fabricio Mena Rodríguez, cuñado de la gobernadora Cuéllar, brincara a las filas de Morena, donde no descartan armar un grupo político para buscar la gubernatura.

 

Mariano González Zarur dejó de tener fuerza e influencia en Tlaxcala y en su grupo. Su hijo Mariano González Aguirre renunció al PRI para seguir a su esposa la ex priísta Alejandra del Moral Vela, quien el pasado viernes fue designada por Juan Ramón de la Fuente, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en el gobierno de la morenista Claudia Sheinbaum Pardo, como titular de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).

 

Los priistas están en pleno proceso de abordaje a Morena y es probable que los militantes y fundadores de ese partido sean marginados como ha sucedido en el gobierno lorenista y en los actuales ayuntamientos de Tlaxcala y Apizaco, así como en el Congreso del Estado.

 

Por lo que se puede observar, Beatriz Paredes no descarta la idea de arropar e impulsar al hijo del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, ya que si algo sabe hacer muy bien la ex gobernadora es leer las sucesiones porque siempre termina negociando y sacando provecho.

 

No es casual que la aún priista presuma sus dotes de operadora y de buena política, pues un día se deja ver y querer por los priistas, mientras que otro aparece con los lorenistas y morenistas y otro más con los orticistas, como si su intención fuera enviar el mensaje que ella puede juntarlos y formar un grupo fuerte para el 2027.

 

El reeleccionista senador José Antonio Álvarez tampoco ha dejado de moverse y de respaldar las aspiraciones de su compañera de fórmula, Ana Lilia Rivera, quien tiene muy claro que la tradicional clase política de Tlaxcala se está organizando para impedir que llegue al gobierno del estado.

 

La sucesión en Tlaxcala sigue avanzando y las fichas se siguen moviendo. Las estrategias poco a poco se están conociendo y lo que se puede observar es que habrá un encontronazo entre morenistas puros y los neo morenistas con aroma de priistas que buscan el poder y desplazar a los verdaderos militantes y fundadores del partido que creó el ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Veremos quién gana.

 

************************************************************************