La primera es la señora su cónyuge, para quien pedía el Colegio de Tlaxcala… no se le hizo, entonces se fueron sobre el Colegio de Bachilleres, aunque el proceso comienza por el plantel de Apizaco y tiene como tarjet la dirección general del Cobat.

¿Qué tan profundas son las raíces de personajes como Alfonso Sánchez Anaya, en el actual régimen?

Dirijamos la mirada al ámbito educativo. La persona más cercana al ex gobernador, su esposa, Maricarmen Ramírez, encabeza la dirección de uno de los planteles más importantes del Colegio de Bachilleres, en Apizaco.

De su talento y constancia no hay duda. Estoy seguro que en el mediano plazo, la ex senadora habrá de encabezar la dirección general del Cobat. Su vigencia en Apizaco es un ejercicio de calistenia. Alcanzar dicha meta solo es cuestión de un marianismo persistente y, de que llega, llega.

El proyecto original iba dirigido al Colegio de Tlaxcala, bajo la dirección de Raúl Jiménez Guillén, uno de los escasos asesores con derecho de picaporte al quehacer del gobernador.

Quitarlo del Coltlax para instalar ahí a Maricarmen, era un desafío apoyado en el parentezco del ex con el actual. Pero en la maniobra tenían que desplazar a un académico a cuyo innegable nivel no le hacía sombra el de la propuesta.

Así que sobrevino algo como una sesión de té en los verdísimos jardines de Toltecapa y, el resultado usted ya lo conoce.

La reaparición del güerito Juan Olmedo

Sólo «Dios» y Mariano saben a quien debe Tlaxcala el honor de contar con un secretario de Seguridad Pública con la pésima imagen del actual (claro, precedido por serios antecedentes en Veracruz y Durango).

Quiero pensar que ahí está la factura enviada por el negro Fidel. Lo cierto es que Juanito Olmedo, charro de profesión, temperamental, mandón, pero eso sí, fiel a la causa a la que sirve, llegó a apagar el fuego en la Dirección de Centros de Readaptación Social, luego que trascendió el relajamiento en el reclusorio de la Loma.

Su duranguización se debe a la voluntad de hierro del secretario. Y ya sabe, comenzó la línea (así le llaman por esos rumbos) consistente en poner precio a todo… que si quieres tele te cuesta tanto, que si quieres visita conyugal, ya sabrás… vamos no dudo que hasta en la lista de servicios se encontrase una sesión de votox, para algún recluso o reclusa con las patas de gallo demasiado pronunciadas.

Ni qué decir de la droga, verdad. Existe la presunción de un tráfico importante en el interior de ese penal, por lo que su duranguización era un riesgo innecesario para el teórico nivel de privilegio tlaxcalteca, respecto a la seguridad… insisto, teórico, porque ese sistema de la línea en el reclusorio es una vil manifestación del crimen organizado.

Retrata el involucramiento de autoridades en actividades ilícitas pero muy controladas, pues nada sale de los tremendos muros e infalibles rejas, a no ser que se trate de un grito desesperado de familiares de internos, a quienes esta novedad marianista les haya golpeado su economía.

Imagínese: la vida entera ahorrando y suplicando al dios de su devoción para que su ser querido deje ese infierno y de buenas a primeras encontrarse con que todo tiene un precio y bien alto…

Así que enhorabuena por la llegada del charro Juanito Olmedo, cuya llegada -espero- significa mucho más que el sanchezanayismo en este régimen… Y si es el cobro de factura entre parientes, pues qué bueno que así sea para parar en seco a los autores de la tan llevada y traída duranguización del Cereso de la Loma.

Nada más nos falta un levantamiento, ¿no? y, que los mandos superiores se hagan los sorprendidos por tal situación… Eso, al amo gobernador de veras debería quitarle el sueño, y yo creo que aconsejado por su tío, el güerito de rancho, es que decidió equilibrar el asunto en los penales.

Esperamos la salida de los malos elementos. Tenerlos ahí a toda costa habla del nulo valor de un gobierno insensible a un riesgo que ni en sueños debería correr, digo si deveras se trata de conservarnos a salvo del crimen organizado.

El activismo de don Pancho Moreno Barrón

Estoy seguro de la muy elevada calidad de gente del Obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón. Cuando de él escucho mensajes con jiribilla, no me queda más que comentarlo aquí entre nos, porque no se me hace justo que se vaya liso en ese contexto.

Su homilía de ayer involucró temas como el patrimonio, la justicia y los valores.

Al mezclar las fichas de su dominó atribuyó a la voluntad de Dios el que tengamos una justicia bien vista por su iglesia.

Añadió que sólo quienes fundan su patrimonio con base en los valores católicos, los verán durar toda la vida.

Yo creo que el llamamiento del ministro debería investirse en ropajes menos deformados que los expuestos este domingo, pues si accede a separar cuestiones espirituales de las patrimoniales, más admiración y feligresía admirada por su humildad habrá de observar en las redes de su fé.

Mas si aquella consta de condiciones, amañadas -por utilizar una palabra suave- para aumentar la feligresía con un determinado nivel socioeconómico, el gusto por escuchar la palabra de tan respetado personaje se habrá de convertir en la distancia de quienes ya no se dejan lavar el coco.

Peor aún, ese, el amañado razonamiento con sesgos patrimoniales, es una de las causas por las cuales muchos prefieren el comportamiento pragmático ante tales barbaridades.

Eso a lo que los prelados temen y, llaman Relativismo Moral.

Qué bueno que nuestros queridos sacerdotes lo tomen muy en cuenta. Su inteligencia no encontrará limitación alguna para comprenderlo y ponerlo en práctica.

Dios se los permita!

Coches vendidos por chatarra

A finales del sexenio orticista, el director de recursos materiales recibiría la orden de sacar cuanto carro viejo o no tanto, se hallara en los corralones del gobierno. Casi casi los vendieron por kilo, pese a las buenas condiciones de muchos de ellos.

En ese negocio millonario, se vio involucrado el llamado cuñado incómodo de aquél gobierno, de apellido Lozano Tovar.

Muchos vieron pasivos el negociazo.

Otros lo denunciaron y exigieron cuentas. Pero como se dio en un momento en que todo se vino encima… la derrota de Adriana… el triunfo de manchis… la descalabrada con maña… pues todo se quedó como que nadie sabe, nadie supo.

Meses después tuvo que llegar el pelochas vengador, un super héroe sui géneris del marianismo (que chambea de jefe en la secretaría de la Función Pública). El único, escúchelo usted, capaz de hacer un escándalo con dos meses de retraso.

Digo, eso no le pasa a cualquiera… tiene que ser alguien demasiado especial -algunos lo atribuyen a un problema hormonal.

Lo cierto es que pelochas vengador organiza unas ruedas de prensa escurriendo de pasión… y ahí lo tienes dándose chicos besotes antes de entrar en acción que me acuerdo de Zobec, el gran profesor al que una de sus chavas pasaba buenas vibras así, con un intercambio de fluídos (con el riesgo que se chispe la amalgama)…

Ah, por cierto, al profe Zobec, ni las buenas vibras le sirvieron para librarlo de un tremendo changazo que lo dejó ahí todo embarrado en el piso, una vez que andaba de visionudo en un helicóptero.

A ver si nuestro pelochas vengador no queda igual, luego de intercambiar saliva, previo a alguna de sus apariciones en el estrellato del marianismo.

Es el funcionario cachondo del sexenio. (en eso coincide la Academia).

El retro en comunicación

Tierno como de peluche aunque no tan lindo, el vocero del marianismo optó por suspender el internet inalámbrico en la oficina bajo su mando, pues teme que algún desalmado robe sus elevadas estrategias comunicacionales.

Pues sus asesores en asuntos virtuales han de ser medio tarugos, pues para eso hay sistemas de sobrada seguridad. A mí se me hace que al venir de la prehistoria, supuso que, eliminando la señal en su oficina, chance y el estado entero de Tlaxcala dejaría de leer tanta visión (así decía mi suegra) en esas inches computadoras.

Por cierto, en otro momento comentaremos el regreso a la política del ex gobernador Héctor Ortiz, el cual dará mucho de qué hablar.

Para concluir le recomiendo la columna que cada lunes escribe Roberto Carlos Hernández. La de hoy no tiene pierde.