En los últimos días la guerra sucia contra candidatos y las descalificaciones han aumentado, lo que sin duda es la antesala para que en una decena de municipios tlaxcaltecas se registren hechos violentos durante la jornada electoral prevista para el 2 de junio.

 

 

La tensión, provocada por la disputa del poder, ya se percibe en varios municipios. La posibilidad de que haya conflictos postelectorales es real, ya que en las elecciones para alcaldes se esperan resultados muy cerrados por el nivel de competencia existente.

 

Hace unos días, el morenista de closet, el presidente del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), Emmanuel Ávila González, declaró que los municipios de Xicohtzinco, Zacatelco y Cuapiaxtla, representan focos rojos para las próximas elecciones, sin embargo es obvio que mintió porque son mucho más poblaciones en las que se han detectado problemas.

 

Ese consejero electoral optó por no hablar de la intensidad que hay en Huamantla, Chiautempan, San Pablo del Monte, Contla, Apetatitlán, Apizaco, Tlaxco, Tlaltelulco, Totolac, Calpulalpan y otros municipios más, donde existe una guerra por los ayuntamientos.

 

En Zacatelco, donde los ánimos estaban encendidos, ahora el ambiente es más hostil y eso se debe a la aprehensión del presidente municipal Hildeberto N., quien enfrenta una acusación ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado por supuestamente desviar recursos del ayuntamiento durante el ejercicio fiscal del 2022.

 

Su caso se interpretó como un asunto de venganza política, sobre todo porque el alcalde ya no se sometió a la influencia del gobierno del estado y porque su hijo Hildeberto Pérez Maldonado quiere suceder en el cargo a su papá con el respaldo del Partido del Trabajo, complicando la elección para la abanderada de Morena, Blanca Estela Cesar Bañuelos, que encabeza las preferencias en Zacatelco.

 

Por cierto, ayer por la noche concluyó la audiencia inicial del proceso penal abierto contra Hildeberto N., en la cual se determinó la prisión preventiva para el presidente municipal, sin embargo será el próximo domingo o el lunes cuando se conozca la decisión final, es decir, si el edil de Zacatelco permanecerá preso o logrará su libertad para enfrentar su litigio sin estar recluido en el Cereso de Tlaxcala.

 

El ambiente electoral en Tlaxcala está enrarecido. Si hay diez candidatos a alcaldes y a diputados locales con protección de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, eso quiere decir que hay diferentes lugares donde los ánimos se encuentran encendidos.

 

Seguramente el cierre de las campañas será intenso y empezarán a surgir las denuncias de compra de votos a través de la entrega de despensas, calentadores solares, televisiones, materiales de construcción y de dinero en efectivo, algo que se ha puesto en marcha desde hace algunas semanas pero que nadie ha querido ver ni señalar.

 

La autoridad electoral sigue sin tener una presencia clara y fuerte en los actuales comicios locales. Si no hizo ninguna campaña de promoción al voto durante los últimos meses y semanas, usted cree que estará en condiciones de hacer un llamado a la civilidad y al desarrollo de unas elecciones en paz.

 

Hasta ahora nadie sabe si el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones logró capacitar a todos los funcionarios de casilla y si la entidad cumple con el porcentaje requerido para la jornada electoral del 2 de junio.

 

Los comicios en Tlaxcala se prevén convulsionados y con posibilidades de que se registren conflictos postelectorales en varios municipios, lo cual es un escenario que nadie quiere, pero que por desgracia se podría presentar.

 

Veremos qué medidas aplica el gobierno estatal y el ITE en los próximos días para evitar unas elecciones ríspidas que, si no se manejan adecuadamente, seguramente derivarán en conflictos que pondrán en riesgo la gobernabilidad, tal y como pasó hace casi tres años en el municipio de Xicohtzinco.

 

El fantasma de la violencia sigue rondando a Tlaxcala.

 

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