Si hay algo o alguien que ha dejado mucho que desear sobre el desarrollo y organización de los actuales comicios locales por su desempeño, ineficiencia y su dudosa imparcialidad, es la autoridad electoral en Tlaxcala que está inclinada descaradamente hacia Morena y sus aliados.

 

 

La oposición, especialmente el PRI, el PAN y el PT lo han comprobado, pues para ellos existen otros criterios y la ley se les aplica rigurosamente, como si el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) tuviera la instrucción de obstaculizar su participación para facilitar el triunfo de los abanderados de Morena y de sus aliados el PVEM, Nueva Alianza, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México.

 

La ineficiencia con que opera el ITE a cargo del ladino y sumiso consejero presidente Emmanuel Ávila González, ya encendió los focos de alarma entre la oposición, sobre todo porque se tardó 22 días para aprobar los registros de los candidatos y las candidatas a diputados locales, proceso que se encuentra impugnado por el PRI y otros partidos que fueron dañados con las resoluciones y acuerdos de la autoridad electoral que impuso sus criterios para cumplir con las acciones afirmativas y garantizar la paridad de género.

 

Inicialmente, el ITE había previsto avalar los registros del 26 de marzo al 2 de abril, sin embargo eso no fue así porque ese proceso apenas concluyó el pasado martes 16 de abril.

 

Y la preocupación de la oposición radica en que si las ineficientes autoridades electorales de Tlaxcala tardaron 22 días para avalar las candidaturas a diputados, entonces qué pasará con los registros de los aspirantes a alcaldes y a las presidencias de comunidad que, una vez cerrado el proceso de inscripción (vence este fin de semana), el ITE tendrá nueve días para validar la participación de cientos de aspirantes que deberán iniciar sus campañas el próximo 30 de abril.

 

Para que se dé una idea de la cantidad de expedientes que se tendrán que revisar y validar, Morena no sólo registrará 60 candidatos a alcaldes junto con sus planillas compuestas de síndico y regidores, sino que además deberá inscribir a 298 aspirantes a igual número de presidencias de comunidad, proceso que también deberán llevar a cabo el resto de los 10 partidos que están en busca del voto de los tlaxcaltecas rumbo a los comicios del próximo 2 de junio.

 

La oposición no descarta que el ITE ponga trabas y retrase la aprobación de planillas a los ayuntamientos donde los candidatos opositores son competitivos, tal y como se supone que lo habría hecho con los abanderados a diputados locales, con el propósito de ayudar a Morena y a sus aliados a ganar las elecciones a la mala.

 

El entreguismo de los consejeros electorales es evidente, así como la permisividad que han tenido para que los aspirantes a un cargo de elección popular mantengan una indebida promoción y un excesivo gasto que la autoridad se niega a ver y a sancionar. Además, su pasividad para promover el voto y alentar la participación de los ciudadanos es tan obvia que no existe ninguna campaña al respecto.

 

Quizá los consejeros electorales quieren verse dóciles y sumisos al actual gobierno, pues ya comprobaron que si se portan bien, es probable que se les abra las puertas para que ocupen cargos relevantes en la administración estatal.

 

En la actualidad varios ex consejeros electorales están acomodados en el gobierno lorenista, pese a que muchos en su momento respondían a los intereses del PRI. Por ejemplo, está el caso del torpe y rupestre Mario Cervantes Hernández que empezó como Director de Gobierno en la Segob para terminar con un cargo menor en la Secretaría de Educación Pública de Tlaxcala.

 

También está el ejemplo de Óscar Lobatón Corona que se acomodó como director Jurídico del Cobat, posición de la cual fue removido por sus sonadas transas y ahora presume ser el candidato suplente a diputado federal del abanderado de la coalición de Morena, el PT y el PVEM por el segundo distrito electoral federal, Raymundo Vázquez Conchas.

 

Otros casos son el del ex consejero electoral Raymundo Amador García, quien fue premiado al ser designado magistrado presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado y el de Norberto Sánchez Briones que mal atiende la Dirección de Gobierno de la Segob.

 

Y por si eso no fuera suficiente, está también el asunto de Germán Mendoza Papalitzi, quien ingresó al gobierno lorenista como funcionario de la Procuraduría General de Justicia para después brincar al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial como representante de las y los Magistrados.

 

Pero tampoco crea que los actuales ex consejeros electorales fueron los únicos que han tenido la fortuna de entrar al gobierno estatal, pues hay otros que también brincaron de ser autoridad electoral a destacados funcionarios como es el caso de la actual magistrada Mary Cruz Cortés Ornelas que fue premiada por el gobierno de Mariano González Zarur.

 

Usted cree en la independencia e imparcialidad de los consejeros electorales.

 

Por esa razón, hoy existen muchas dudas sobre el actuar del ITE.

 

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