El lorenismo se ha desmarcado de Morena y sus candidatos al Senado y a las diputaciones federales.

 

 

Su apuesta, es demostrar que en Tlaxcala representa una corriente con fuerza y estructura que puede ganar posiciones sin la ayuda y el arrastre de Morena, lo cual implica una decisión muy arriesgada que de no lograr su objetivo en los próximos comicios del 2 de junio le podrá generar no sólo grandes enemigos y adversarios políticos, sino que puede terminar aislada del gobierno federal y del Congreso de la Unión.

 

Tras el primer mes de campaña, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, confirmó que su apuesta es por la candidatura al Senado de su marchito ex secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, quien busca esa posición a través del Partido Verde Ecologista de México y con el respaldo del decaído lorenismo y de la estructura gubernamental.

 

La ruptura entre la mandataria tlaxcalteca y Morena es real. El ex gobernador José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera Rivera, candidatos de ese partido al Senado y que buscan la reelección lo pueden confirmar, pues durante sus actividades de proselitismo han sido dejados a su suerte y sin ningún respaldo gubernamental, lo que no pasa con el inoperante Sergio González que tiene a su disposición recursos, personal y el respaldo de la gobernadora.

 

Por ejemplo, una vez que Morena y sus aliados definieron sus candidatos y candidatas a diputados locales, la instrucción que el coordinador de la campaña, Luis Antonio Ramírez Hernández, quien además se desempeña como secretario de Gobierno, fue que esos abanderados trabajen sumar votos a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, pero que para el Senado lo hagan por el impopular Sergio González para que el ex panista asegure su llegada a la Cámara Alta del Congreso de la Unión como la primera minoría, posición que la tiene asegurada la priista Anabell Ávalos Zempoalteca.

 

Y no crea que es la única instrucción, ya que en casos específicos también se pide direccionar el voto a otros candidatos a diputados locales que optaron por otro partido, como Lenin Calva Pérez, quien busca su reelección como legislador local por el distrito 05 de Panotla con el cobijo del PT y ya no a través de Nueva Alianza.

 

Ese distrito fue asignado a la “supuesta aliada” Aurora Villeda Temoltzin que fue registrada como una candidatura común luego que a su partido local Redes Sociales Progresistas le entregaran dos posiciones.

 

En pocas palabras, el lorenismo prefiere trabajar y entenderse con Lenin Calva que con Aurora Villeda.

 

Lo malo de la estrategia del lorenismo y sus operadores es que no está dando resultado. Sergio González sigue en el sótano de las preferencias electorales y los ciudadanos y las ciudadanas tlaxcaltecas no han perdido oportunidad para mostrarle su rechazo y ubicarlo en su triste realidad, más cuando en su desesperación decidió contratar los servicios de la empresa Creación y Difusión de Contenidos Web S.A. de C.V., Badabun, la cual recurre a influencers para apuntalar el posicionamiento de ciertos personajes.

 

No faltará quien diga que fue una decisión acertada porque al menos hizo que se hablará más mal que bien del ex secretario de Gobierno, sin embargo es evidente que esa estrategia le implicará al ex panista más puntos negativos y más rechazo de los tlaxcaltecas.

 

El problema de Sergio González es él mismo. Nunca entendió que siempre ha sido y será un político de cuarta división que ha vivido engañado. Cuando aparece en la escena pública en el gobierno panista de Héctor Ortiz Ortiz, para nadie era un secreto que como secretario de Gobierno no decidía nada ni operaba nada, porque el entonces mandatario encargaba los asuntos relevantes a personajes cercanos a él.

 

El hoy abanderado al Senado por el PVEM siempre fue una figura decorativa en la administración de Héctor Ortiz y aunque en el 2015 renunció al PAN para sumarse a Morena, su llegada al equipo de Lorena Cuéllar pasó inadvertida, lo cual cambió con el paso de los meses cuando su comportamiento servil y de sumisión empezó a ser valorado por su nueva jefa política.

 

Para el 2021 Sergio González se asumió como el gran estratega y operador electoral. Ya con poder en el primer círculo lorenista, vetaba y premiaba, asumiendo una actitud arrogante y soberbia.

 

Sergio González cree que él fue el que logró los más de 300 mil votos con lo que Lorena Cuéllar ganó la gubernatura en el 2021, de ahí que piensa que puede ganar el Senado en los actuales comicios, sin embargo está equivocado y no acepta que es un fracaso como político y operador.

 

Tan es así que su paso por la Secretaría de Gobierno fue un total desastre y decepción, al grado que nadie le reconoce ningún logro o resultado.

 

Por eso resulta increíble que el lorenismo le apueste a Sergio González y no a Morena.

 

Lo anterior traerá consecuencias para Tlaxcala. Al tiempo.

 

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