La alegría y felicidad que mostraron por dos años y medios los ex funcionarios del gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez desapareció la semana pasada y se transformó en preocupación e incertidumbre cuando empezaron a recibir los expedientes para que aclaren observaciones millonarias ante la Auditoría Superior de la Federación.
Uno a uno de los ex colaboradores del ex mandatario priista fue visitado en sus domicilios por personal del Órgano de Fiscalización Superior, con el objeto de notificarles y hacerles saber los plazos que tenían para contestar el requerimiento, el cual era acompañado con varios expedientes que documentan no sólo fallas administrativas sino presuntos daños patrimoniales.
Algunos de inmediato se dieron a la tarea de solventar las observaciones con ayuda de sus abogados y contadores, mientras que otros perdieron tiempo en tratar de localizar al hoy funcionario de cuarta del gobierno federal, Marco Antonio Mena, director de la Lotería Nacional, con el propósito de obtener su ayuda o consuelo, pero para su mala suerte el ex priista se hizo ojo de hormiga y no atendió a ninguno de sus ex secretarios.
De acuerdo con algunas versiones, las observaciones corresponden al periodo del 2020 y otras más a los primeros ocho meses del 2021.
Se habla que de este proceso uno que otro ex funcionario menista no saldrá bien librado, pues aparte de que podría ser sancionado, podría ser obligado a resarcir o restituir los montos económicos considerados como daño patrimonial.
El caso dará de qué hablar y seguramente en las próximas semanas habrá noticias de quiénes fueron los ex colaboradores que pudieron justificar las observaciones y quiénes enfrentarán el peso de la ley.
Desatada la delincuencia en Tlaxcala
Después de ver que en Tlaxcala existe un castrado secretario de Seguridad Ciudadana como el capitán de la Marina, Alberto Perea Marrufo, quien ya demostró que es extremadamente permisivo al grado que para no complicarse la vida y asegurar su cargo dejó que el pasado viernes las mujeres y un grupo de varones destruyeran edificios públicos y monumentos que implican un gasto de más de un millón de pesos, es obvio que nunca le entrará al combate de los delincuentes que operan con total impunidad.
Si la entidad es considerada como una de las más seguras del país, entonces no quiero imaginar cómo estarán los otros estados. Por lo pronto Perea Marrufo debería estar preocupado y ocupado por el incremento que en las últimas semanas han tenido los reportes registrados en el 911 sobre hechos delictivos como robos violentos, los cuales se cometen en carreteras y en domicilios particulares.
Ayer se supo del atraco que sufrió en su casa el presidente municipal de San Francisco de Tetlanohcan, Francisco N., quien estaba acompañado de sus hermanas y del secretario del ayuntamiento. Se trató de un comando armado que supuestamente se llevó 200 mil pesos y otros objetos de valor.
Los maleantes dejaron entrever que es un grupo organizado que sabía a qué iba y cómo intimidar a sus víctimas, pues el voraz alcalde que goza de mala fama pública por haber ejercido violencia laboral, política y de género contra la ex secretaria del ayuntamiento, Nidia Brisa Arroyo Rodríguez, fue advertido que le cortarían los dedos de la mano sino revelaba donde guardaba el dinero.
Y aunque parezca increíble, los maleantes que portaban armas largas y cortas actuaron a plena luz del día y cómo suele suceder, el comando que al parecer llegó en una camioneta Ford tipo Lobo pudo escapar en la misma unidad sin ningún problema o contratiempo.
Se habla que los delincuentes se llevaron más dinero en efectivo de lo que se declaró.
Lo malo es que no se trata del primer caso, sino que ya son varios los que se llevan a cabo con ese modus operandi sin que la policía estatal o la PGJE hayan podido detener a esa banda que ya generó temor entre los tlaxcaltecas.
Si Perea Marrufo es incapaz de hacer valer el Estado de Derecho en una protesta feminista y si tampoco puede detener a delincuentes organizados que se pasean en la entidad con armas largas, entonces que mejor renuncie y se regrese a su estado a jugar al Marín, porque aquí no sirve de nada.
O usted qué opina.
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