Una bomba de tiempo se ha convertido el proceso interno de Morena, porque carece de transparencia, legalidad y de certeza.

 

 

 

Es cuestión de días para que estalle la bomba. Conforme pasan las horas existen más dudas, enojos y decepciones, pues no se percibe ningún liderazgo tlaxcalteca que tenga el control del proceso y que garantice que el cumplimiento de la convocatoria y de las instrucciones que se dieron a la militancia.

 

Por ejemplo, en julio del 2022 cuando se llevó a cabo la elección de los consejeros estatales de Morena se estableció claramente que los militantes que resultaran electos no podrían aspirar a ningún cargo en los siguientes comicios, es decir, los del 2024.

 

Sin embargo, esa instrucción nadie la acató porque por lo menos la mitad de los integrantes del Consejo de Morena en Tlaxcala está buscando un cargo federal, una diputación local o alguna presidencia municipal, lo cual rompe la equidad porque no han renunciado a ese órgano y porque aprovechan la estructura del partido para promoverse, lo que deja en desventaja a otros militantes.

 

El desorden lo alentó Alfonso Sánchez García, ex secretario de Infraestructura y aún Oficial Mayor de Gobierno, el poblano Ramiro Vivanco Chedraui, a quienes curiosamente se les autorizó su renuncia como consejeros, sin que hasta ahora se haya llamado a sus suplentes a asumir esos dos espacios que quedaron acéfalos.

 

La dirigencia laxa de Morena en Tlaxcala que encabeza Carlos Augusto Pérez Hernández no tiene control de nada, tan es así que fue incapaz de hacer cumplir la instrucción dada para que los consejeros estatales se abstuvieran de participar como aspirantes a un cargo de elección popular.

 

Entre la militancia tlaxcalteca del partido que fundó el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, existe un gran malestar porque en la lista de aspirantes a las candidaturas a presidentes municipales o diputados locales predominan ex priistas, ex panistas y ex miembros de otras fuerza políticas que en el 2021 hablaban pestes de la Cuarta Transformación y que operaron en contra.

 

Además de que hay funcionarios estatales y municipales que aprovechando sus cargos se promueven, situación que representa otra irregularidad en el proceso interno de ese partido porque el piso no está parejo, es decir, a algunos aspirantes como Alfonso Sánchez García, Sergio González Hernández, Madaí Pérez Carrillo, quienes buscan convertirse en candidatos al Senado se les pidió que dejarán el cargo en la administración estatal, pero no a otros como el poblano Ramiro Vivanco, la engreída secretaria de la Función Pública, Eréndira Cova Brindis, la ex priista Nydia Cano Rodríguez, titular del Instituto Estatal de la Mujer y otros servidores públicos más de la Secretaría de Educación Pública y de otras dependencias.

 

También se sabe que hubo funcionarios y funcionarias lorenistas que se inscribieron en el proceso interno del partido sin la autorización correspondiente, de ahí que su indisciplina les podría salir muy cara.

 

Por más que los morenistas hablan de democracia y de que su proceso para elegir candidatos es ejemplar porque acatan los resultados de las encuestas, en realidad se trata de imposiciones y de negociaciones, de ahí que no se descarta que los recomendados de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros terminen siendo los beneficiados.

 

De los 60 municipios que hay en Tlaxcala, sólo en el de Apizaco los aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal han logrado firmar un pacto de unidad que desde hace días era promovido por el ex coordinador de la campaña de Adán Augusto López Hernández, el regidor capitalino Raymundo Vázquez Conchas, quien al parecer tiene la complicada tarea de ganar para Morena la ciudad rielera que por casi 20 años ha estado en manos del PAN.

 

Hay 15 aspirantes y por tal razón no fue fácil lograr el consenso de todos para firmar el pacto de unidad en Apizaco, sobre todo cuando entre los tiradores se encuentra el aguerrido Reyes Ruiz Peña, quien poco a poco ha ganado terreno en las preferencias, al grado que hoy es considerado como una de las mejores opciones de Morena para vencer al PAN en los comicios del próximo 2 de junio.

 

Para terminar le cuento que anoche la dirigencia de Morena reveló el segundo paquete de los candidatos al Senado que se conformó con siete entidades que fueron Campeche, Guanajuato, Quintana Roo, Sonora Tabasco, Tamaulipas y Yucatán. Lo curioso es que en este paquete la primera fórmula la encabezan seis mujeres y sólo una por un varón.

 

El ex titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, quien no pudo conseguir la candidatura de Morena al gobierno de Guanajuato, es el que encabeza la fórmula para el Senado en aquella entidad.

 

Esos siete estados sumados a las once del primer paquete (Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Querétaro) confirman que Morena ya tiene definido más del 50 por ciento de sus aspirantes al Senado.

 

Se espera que pronto se dé a conocer un tercer paquete en el que es probable que ya aparezca Tlaxcala.

 

Por lo pronto no queda más que esperar.

 

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