Enero será un mes clave para el futuro político de varios tlaxcaltecas y para la actual administración estatal, pues se definirán las designaciones de los candidatos a senadores y diputados federales, se conocerá cuántas coaliciones se registrarán para el proceso estatal y seguramente se revelarán los ajustes y cambios en el gabinete de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

 

 

Aunque la dirigencia nacional de Morena que encabeza Mario Delgado Carrillo lo niegue una y otra vez, es un hecho que los procesos internos de ese partido se han complicado y por esa razón se han pospuesto los nombramientos de sus candidatos al Congreso de la Unión.

 

Los aspirantes al Senado por Tlaxcala se debieron conocer antes del 24 de diciembre, sin embargo sólo se optó por confirmar que sería varón el que encabezará la fórmula. Se espera que en los primeros días de este año se conozcan los nombres de los candidatos y las candidatas a la Cámara Alta y a la Cámara de Diputados.

 

Seguramente la designación provocará división y hasta molestia en algunos grupos morenistas que se sentían con la candidatura en la bolsa y que, quizás, confiaron de más en la fuerza política e influencia de la mandataria Cuéllar.

 

De las cinco candidaturas federales, es decir, dos senadores y tres diputados, habrá que ver cuántas son asignadas a lorenistas y cuántas son entregadas al grupo de la virtual aspirante presidencial Claudia Sheinbaum Pardo y al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

La percepción que existe es que tanto Sheinbaum como López Obrador buscan acotar el poder e influencia de la gobernadora tlaxcalteca para poner a senadores y diputados federales que le sean leales a su proyecto político más que a la mandataria.

 

Y aunque usted no lo crea, también se busca limitar la influencia de la gobernadora Lorena Cuéllar en la integración de la próxima legislatura local, pues la semana pasada en una reunión que encabezó la senadora Citlalli Hernández Mora, la poderosa Secretaria General de Morena, se confirmó que ese partido busca contender en los comicios del próximo 2 de junio con candidaturas comunes en 10 de los 15 distritos del estado, los cuales se repartirán entre Morena, PT, PVEM, Nueva Alianza, Fuerza por México Tlaxcala y Redes Sociales Progresistas.

 

Lo anterior lo avaló Luis Antonio Ramírez Hernández, secretario de Gobierno, quien se dice asistió con la representación de la mandataria tlaxcalteca, de ahí que si se concreta ese número de candidaturas comunes, lo más seguro es que ni el PT ni el PVEM acepten propuestas de la gobernadora Lorena Cuéllar, toda vez que no sólo ha maltratado a ambas fuerza políticas, sino que las excluyó de su administración al no darles alguna posición de relevancia como sí lo hizo con ex panistas, ex priistas y ex perredistas.

 

Si las negociaciones para designar a los candidatos a diputados locales se llevan a cabo en el CEN de Morena, seguramente el PT y el PVEM lograrán distritos fáciles de ganar y en donde esté casi garantizado el triunfo.

 

La definición de candidatos en Morena también obligará a la mandataria a realizar ajustes y cambios en su gabinete, lo cual no necesariamente implicará un golpe de timón, de ahí que habrá que ver si hay una corrección de rumbo o estrategia que le ayuden a proyectar mejor su gobierno que está pasando desapercibido.

 

Si la gobernadora Lorena Cuéllar está dispuesta a dar un golpe de timón y recuperar el tiempo perdido, tendrá que reorganizar su gabinete en lo técnico y en lo político, pero también debería revisar su Plan Estatal de Gobierno para establecer prioridades y compromisos serios, porque hasta ahora no le ha salido nada bien dejarse arrastrar por la corriente de la transformación del gobierno federal y de sus amigos empresarios.

 

Cuéllar Cisneros quiere ser reconocida como la gobernadora de la salud, pero es un hecho que ese sector ya está en manos del gobierno federal que controla y decide en qué invertir el presupuesto, por lo que no le resultará muy efectivo colgarse de esa medalla.

 

Veremos cómo inicia el quinto mes de su tercer año de gobierno. Por lo pronto deberá atender el conflicto del sindicato 7 de Mayo, pues es obvio que a un grupo importante de ese gremio no le cayó nada bien que la dirigencia haya sido entregada a la ahijada de la mandataria, Karina Erazo Rodríguez.

 

El Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA) en manos de Miguel Ángel Tlapale Hernández se cagó fuera de la bacinica con su fallo que se convertirá en un nuevo detonante de protestas de los burócratas afiliados al 7 de Mayo.

 

Enero será un mes movido que traerá alegrías, tristezas, decepciones y mucha información.

 

Arrancamos.

 

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