Salvo una que otra excepción, los presidentes y las presidentas municipales han iniciado su despedida, porque prácticamente les quedan ocho meses en el cargo y casi ninguna administración será recordada o se le extrañará por parte de los ciudadanos que están conscientes que la escasez de obra pública fue la constante.

 

 

Después de que la mandataria rindió su segundo informe de gobierno el pasado 8 de diciembre, la mayoría de los alcaldes tlaxcaltecas están haciendo lo propio, actos que están pasando desapercibidos porque, salvo uno que otro caso, los ediles quedaron a deber y a marcar una diferencia.

 

Por ejemplo, el único presidente municipal que su administración ha tenido impacto en obras y en el ánimo de sus gobernados es el de Huamantla, Salvador Santos Cedillo, quien al parecer ya se prepara para alzar la mano en busca de la reelección.

 

Otro edil que se esforzó para dar resultados en materia de obra pública y seguridad es el panista Ángelo Gutiérrez Hernández que gobierna el municipio de Apetatitlán. Es el único alcalde que ha criticado a la administración estatal de Lorena Cuéllar Cisneros por la forma selectiva en que asigna las obras, los presupuestos y los apoyos a los ayuntamientos, excluyendo obviamente a los que muestran independencia como fue su caso.

 

Ángelo Gutiérrez se alista para competir por una diputación local. Es un panista que sabe operar y ganar elecciones, por lo que no se le debe descartar.

 

Pero así como existen presidentes municipales que tiene futuro, hay otros que pese al respaldo que recibieron del gobierno de estado están siendo señalados de corruptos e ineficientes, mismos que serán un factor para que en esos ayuntamientos se registre una alternancia porque los que están actualmente desempeñando el cargo decepcionaron a los ciudadanos y a las ciudadanas.

 

Un claro ejemplo es Chiautempan donde el morenista Gustavo Jiménez Romero no logró mantener el respaldo social. Su administración, pese a las obras ejecutadas y a los cambios realizados para destinar más recursos a las necesidades del municipio, cargan un estigma de corrupción porque el que realmente gobierna y decide es el hijo Juan Carlos Jiménez.

 

Imagínese cómo estarán las cosas en ese municipio que Juan Carlos Jiménez ha reconocido en varias ocasiones que Morena difícilmente retendrá el ayuntamiento y que Nicolás Gutiérrez Decasa, mejor conocido como “Nico”, virtual aspirante del PRI y el PAN a la alcaldía, ganará los comicios del próximo 2 de junio.

 

Otro caso es el de Hildeberto Pérez Álvarez en Zacatelco, quien llegó al poder a través del Partido Nueva Alianza. Desde que comenzó su administración desconoció acuerdos con los grupos que le ayudaron a ganar y se dedicó a gobernar para sus intereses, al grado que se dice que habría pactado hasta con presuntos criminales.

 

Para nadie es desconocido que en los últimos dos años el narcomenudeo creció en ese municipio, al igual que la presencia de “colombianos” que se dedican a realizar préstamos con elevadas tasas de interés y a llevar cabo presuntas extorsiones y cobro de piso, mismos que son tolerados por la policía municipal y que son usados para golpear a manifestantes cuando así se requiere.

 

El malestar ciudadano hacia Hildeberto Pérez es evidente y es obvio que fracasará en su intento de convertir a su hijo en candidato a diputado local, quien si bien podría lograr la nominación, difícilmente obtendrá el respaldo social porque cargará el descontento que existe hacia su padre.

 

Los actuales presidentes y presidentas municipales se despedirán en los siguientes meses y para diciembre del año que viene ya nadie se acordará de ellos y de ellas. Bueno quizá sólo el Órgano de Fiscalización Superior que los estará llamando para que aclaren el destino y el manejo de los recursos públicos.

 

Han sido utilizados y ya han dejado de servir, por lo que los ocho meses que les restan serán de trámite. Por cierto estos alcaldes y alcaldesas no dejan de lamentar que los actuales diputados locales hayan cancelado lo que se conocía como “el fondo moches” que manejaba alrededor de 500 millones de pesos al año, porque esos recursos les permitía ejecutar obras y otras acciones que hacia lucir a sus administraciones, algo que hoy sencillamente no se ha dado porque el gobierno lorenista concentra la obra pública en Tlaxcala.

 

Morena ya empezó a soltar nombres de candidatos al Senado

 

Si no es hoy, probablemente será el viernes cuando se conozcan los nombres de los dos candidatos al Senado que contenderán en los comicios del próximo año.

 

Ayer la dirigencia nacional reveló los nombres de los aspirantes de las entidades de Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Querétaro.

 

En Tlaxcala corrió el rumor de que los candidatos al Senado serían José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera Rivera, quienes habrían recibido el aval para buscar la reelección, sin embargo habrá que esperar la lista oficial para confirmar lo anterior o comprobar si existió algún cambio.

 

Pronto lo sabremos.

 

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