Si hay un organismo gris, pasivo y permisivo, es el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones bajo el mando del castrado consejero Emmanuel Ávila González, quien no sólo permite que el recreo de los aspirantes a diputados locales, alcaldes y presidentes de comunidad, sino que es incapaz de sostener decisiones para garantizar la llegada de mujeres al poder.

 

 

Hace unos días le comentaba que el organismo electoral pretendía imponer en 26 municipios la obligación de registrar candidatas mujeres a todos los partidos que participen en los comicios del próximo 2 de junio, sin embargo el timorato Emmanuel Ávila no aguantó la presión de los representantes de las diferentes fuerzas políticas y terminó por cambiar su propuesta inicial.

 

La lista original de municipios donde se había considerado imponer mujer estaba conformada por Apizaco, Huamantla, Ixtacuixtla, Contla, San Pablo de Monte, Papalotla, Cuapiaxtla, Tepetitla, Nativitas, Tepeyanco, Xaltocan, Xicohtzinco, Tlaltelulco, Tetlanohcan, Atlangatepec, Cuaxomulco, Ziltlaltepec, Lázaro Cárdenas, Zacualpan, San José Teacalco, San Juan Huactzinco, Tecopilco, Nopalucan, Santa Apolonia Teacalco, Quilehtla y Xiloxoxtla.

 

Ahora, según el acuerdo pactado anoche, es que en los comicios tlaxcaltecas del 2024 sólo se obligará a los once partidos políticos que participarán en la futura jornada a registrar mujeres en 10 municipios. Hasta ahora ya existe consenso y una mayoría en siete y sólo faltan tres por definir.

 

Los siete municipios donde se logró un acuerdo son Xaltocan, Xicohtzinco, Atlangatepec, Ziltlaltépec, Zacualpan, Tecopilco y Quilehtla.

 

Aunque usted no lo crea, el presidente de los consejeros electorales Emmanuel Ávila pactó con los partidos imponer esa obligación sólo en diez municipios para el 2024, para seguir con ese criterio en los comicios del 2027 donde se incorporarán otras diez demarcaciones y finalizar con ese proceso en las elecciones del 2030 donde se impondrá las seis poblaciones restantes.

 

Los partidos políticos lograron imponerse ante un órgano electoral que luce débil, sin liderazgo y sin capacidad para garantizar unos comicios con credibilidad y apegados a la legalidad.

 

Aunque aún no arranca legalmente el proceso electoral en la entidad, pues eso sucederá el próximo 2 de diciembre, en los hechos existe un desorden en Tlaxcala porque el activismo y la promoción adelantada de los que aspiran a una diputación local, a una alcaldía o una presidencia de comunidad está a todo lo que da sin que haya alguna autoridad que ponga orden o llame a respetar la ley.

 

Por lo pronto es un hecho que los partidos políticos se impusieron y lograron doblar a los grises consejeros electorales tlaxcaltecas.

 

Recortan la lista de aspirantes a la IAIP

 

Con la novedad de que ayer los diputados locales decidieron recortar la lista de los 21 aspirantes a ocupar el cargo de comisionado o comisionada del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (IAIP).

 

Los que ya no avanzaron a la siguiente etapa son Joan Karlo Chavarría Hernández, Mayra Cuahutle Saldaña, la voraz ex magistrada Elsa Cordero Martínez, Fernando Flores Xelhuantzi, Julio Rafael Hernández Lucido, José Alejandro García Vallejo, Héctor Casas Toriz, Lucero Romero Mora y Sandy Consuelo Torres Delgado.

 

Los que están en veremos son los lorenista Rocío Flores Xochitiotzi, Arturo De Casa Vega, Samuel Morales Pulido, así como Iván de la Fuente Cruz, Zeus Mena López, familiar del ex gobernador Marco Mena, Maribel Zistecatl Márquez, que es impulsada por la presidenta del IAIP Maribel Rodríguez Piedras y Sara León Ramos.

 

Los que tiene asegurada se evaluación escrita y oral son José David Cabrera Canales, Erick Tonix Quechol, Dagoberto Flores Luna, Jaime Martínez Sánchez, amigo del jurado Francisco Mixcoatl Antonio y la favorita de lorenismo Marlene Tlapale Tlapale que está siendo respaldada por la influyente presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Jakqueline Ordoñez Brasdefer y otros funcionarios cercanos a la mandataria tlaxcalteca.

 

Hasta aquí mi reporte.

 

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