Si el proceso interno de Morena para elegir a sus cinco candidatos a senadores y diputados federales ha resultado más que opaco en Tlaxcala, imagínese cómo será el que se llevará a cabo para designar a sus aspirantes a las 15 diputaciones locales de mayoría, 60 alcaldías y 298 presidentes de comunidad.

 

 

Aunque usted no lo crea, la elección de los candidatos y las candidatas morenistas será tortuosa, desgastante y sin certeza, pues los registros se realizarán del 26 al 28 de noviembre de este año y será hasta el 21 de enero del 2024 cuando se conozcan la lista de los que resultaron aprobados, para finalmente dar a conocer los nombres de los ganadores hasta el 25 de marzo en el caso de los aspirantes a legisladores y el 21 de abril para las presidencias municipales.

 

Resulta absurdo que el proceso interno de Morena para esos cargos dure cinco meses y más aún que no se defina qué criterios se aplicarán en Tlaxcala para garantizar la paridad de género, sobre todo cuando anoche el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó el nuevo argumento del INE que favorece a las mujeres para tener preferencia en las candidaturas.

 

Hay muchas preguntas y dudas sobre lo que podría pasar en Tlaxcala. De entrada se desconoce si Morena irá en alianza total o parcial con sus aliados el PT y el PVEM en los comicios locales del 2024, porque lo anterior puede alentar la participación en su incierto proceso interno o ser un elemento importante para que los aspirantes con posibilidades de ganar busquen el respaldo de otro instituto político ante la incertidumbre y opacidad que ofrece el partido fundado por López Obrador.

 

Tampoco se sabe si se aplicará la paridad sustantiva que el INE impuso en el proceso electoral federal y que está siendo efectiva para la designación de los candidatos y las candidatas a las nueve gubernaturas que se renovarán el siguiente año, la cual terminará por beneficiar enormemente a las mujeres porque de hacerse efectivo éstas encabezarán las nominaciones en los lugares de mayor población, donde su partido sea más competitivo y en donde no se haya registrado alternancia o en donde no se tenga conocimiento de que una dama haya gobernado un municipio o logrado presencia en el Poder Legislativo por un determinado distrito.

 

La convocatoria establece que los aspirantes sólo se podrán inscribir para un solo cargo, pero se desconoce si los morenistas que buscan la candidatura al Senado o alguna diputación federal podrán participar por una posición local, toda vez que algunos también aspiraban a una presidencia municipal o una diputación estatal.

 

Y aunque las campañas dispendiosas están prohibidas, en los hechos se sabe que lo anterior resulta una burla para los ciudadanos, pues sólo basta con salir a las calles de la entidad tlaxcalteca para comprobar la enorme cantidad de recursos que han empezado a gastar los aspirantes al Senado que ya tapizaron el paisaje con bardas y espectaculares, como es el caso del junior Alfonso Sánchez García y el ex panista Sergio González Hernández.

 

En la convocatoria también se incluyó la prohibición de uso de recursos públicos y la intervención de servidores públicos “en favor o en contra” de los participantes, pero está claro que en Tlaxcala lo anterior es letra muerta porque hay evidencias de que sí están utilizado el erario y al personal del gobierno estatal y federal para apuntalar la aspiraciones de ciertos precandidatos, lo cual se multiplicará ahora que inicie la disputa por las candidaturas a las diputaciones locales y a las presidencias municipales.

 

Los procesos internos de Morena están dejando mucho que desear. No hay transparencia ni equidad. Han pasado casi seis días de que se cerró el registro de aspirantes al Senado y a las diputaciones federales y nadie sabe cómo quedó la lista definitiva, de ahí que exista el rumor de que se oculta la información oficial porque no se quiere dar a conocer que aparece el nombre de María Fernanda Espinosa de los Monteros Cuéllar, hija consentida de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, debido a que seguramente se convertirá en un nuevo escándalo para la maltrecha mandataria tlaxcalteca.

 

Si los registros para las diputaciones locales y presidencias municipales comenzarán el 26 de noviembre y será hasta el 21 de enero del 2024 cuando se conozcan la lista de los que resultaron aprobados, entonces los funcionarios estatales y municipales y diputados interesados en la reelección o en una alcaldía cuando deberán renunciar o pedir licencia a sus cargos, porque se verá muy mal que muestren sus aspiraciones y sigan utilizando sus puestos para promoverse o lograr una ventaja contra sus rivales pisoteando el principio de equidad.

 

En fin, veremos en que termina el tortuoso proceso de Morena que seguramente dejará divisiones.

 

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